Con un aire a lo El puente sobre el río Kwai pero en un tono mucho más profundamente intimista, el director japonés Nagisa Oshima dirigió en 1983 Senjo no Merry Christmas, Feliz Navidad, Míster Lawrence, protagonizada entre otros, por David Bowie, Beat Takeshi (conocido más tarde como Takeshi Kitano, cineasta japonés de muchos kilates y creador del estrafalario concurso titulado en España «Humor amarillo»), o Tom Conti. La película explora las difíciles relaciones entre guardianes y prisioneros en un campo japonés, suponiendo un choque entre el honor y la disciplina, valores propiamente del soldado japonés, y la para él humillante actitud de los ingleses, que no han vacilado en preferir la rendición a la muerte con honor, al tiempo que se acerca a las relaciones de poder y la influencia que en ellas tienen el amor y el choque cultural.
La película, algo lenta en su progresión y excesivamente contemplativa en algunas secuencias, resulta algo carente de ritmo, por lo que muchos espectadores pueden encontrarla aburrida.
La música de Ryuichi Sakamoto, que además tiene un papel importante en la película, es estupenda. Aparte de su contrastada calidad como músico de primerísima categoría, esta melodía le supuso el favor del gran público, que ya no ha perdido, si bien aunque ha participado en muchas otras bandas sonoras, esta sigue siendo su cima. Sensacional.