Una navaja secciona un ojo. Como dijo Jean Vigo, «¿acaso eso es más terrible y aterrador que una nube tapando la luna llena?». Quizá no, pero sí es más perturbador para eso que se remueve bajo nuestra capa de racionalidad y que algunos llaman subconsciente e inconsciente. Catalogada durante muchos años como una mera colección de fotogramas que hacen una apología del surrealismo, de forma inconexa, incongruente, azarosa, en realidad el maestro de Calanda Luis Buñuel respeta, en esta cinta realizada junto a Salvador Dalí, que supone su fantástica irrupción en el séptimo arte, el principio de continuidad en una película que es un icono cinematográfico de primer orden gracias a sus poderosas imágenes, no sólo la del ojo: un caballo muerto sobre un piano, una mano invadida por las hormigas, y muchas otras, suponiendo un claro ejercicio de diálogo entre nuestra consciencia, nuestra racionalidad cotidiana y lo más profundo y perturbador de nuestro subconsciente, aquello de nosotros que nos aterraría a nosotros mismos.
Continuar leyendo «Un genio del cine se da a conocer: Un perro andaluz»