Mis escenas favoritas – Manhattan, de Woody Allen

Imposible no adorar Nueva York, idolatrarla de modo desproporcionado, sentimentalizarla desmesuradamente, si se contempla la maravillosa escena de apertura de este clásico de Woody Allen, con Manhattan fotografiado en un soberbio blanco y negro y con la Rhapsody in blue de George Gershwin de fondo. Amigos, esto es el cine.

31 comentarios sobre “Mis escenas favoritas – Manhattan, de Woody Allen

  1. Que Obra Maestra con mayúsculas del cine, de estas si que se hacen pocas ya, siendo generosos. Debo reconocer una debilidad (aunque en este caso siempre enriquecedora), cada años hay 5 o 6 películas que suelo revisarlas, sin cansarme de verlas una y otra vez, pues bien, Manhattan es una de ellas. De esas películas que le dan a la palabra cine su verdadero significado y trascienden más allá de la pantalla.
    Que grande Allen, y que gran entrada.
    Saludos afectuosos

  2. Esta obra de Allen se convirtió en clásico instantáneo con todo merecimiento. Uno de los mejores inicios de la Historia del cine, sin duda, y que desde entonces nadie ha podido emular.
    Gracias Iván. Un abrazo.

  3. Coincido con Iván, es una gran obra maestra, quizá lo mejor de Allen. Una de esas películas que hay que volver a ver cada pocos años para volver a disfrutarla.
    Un abrazo

  4. Yo también coincido en pensar que es de lo mejor de Allen. Está claro que se nota su fascinación por la isla. Y tienes totalmente razón la sucesión de fotografías y vistas, con la música de Gershwin es apoteósica. Qué ganas de ir entran, ayy.

  5. maravilloso, sí, es imposible no amar el cine con películas así, un monumento no sólo a Manhattan y Nueva York sino a muchas cosas que la película va desgranando… Además Allen, bueno, no es un secreto que es de esos directores que me ayuda a vivir, así de claro. Gracias, y un saludo.

  6. Ahora si que me has tocado en el alma.Manhattan está entre mis quince películas favoritas de toda la historia del cine.Como bien dices,el blanco y negro,junto con la ciudad de Manhattan,son los verdaderos protaginistas.Woody siempre se lamenta por la gran dificultad a la hora de rodar en blanco y negro.Tanto los productores como los laboratorios no quieren ni oir hablar de ello.Una lástima.
    Hay una escena en la película,cuando Michael Murphy habla desde una cabina de teléfono.Está rodada desde una panorámica en dónde el personaje está situado a un lado del plano,insignificante insecto ante la monstruosa ciudad.También me gusta mucho lo que hace Woody con los travelling;sigue a la pareja que camina por la calle,y,cuando se ha terminado las vías,la pareja sale de plano y seguimos oyendoles hablar.Creo,mi querido amigo,que Woody tiene mucho de Godard y eso se nota a la hora del montaje de sus películas.
    Un abrazo.

  7. Francisco, el cine en blanco y negro tiene algo especial, y ese algo es a lo que Woody quería homenajear, siguiendo cánones del viejo cine clásico que él veía en salas de programa doble de la calle Bowery o en Broadway. Momentos especiales, sin duda. Y mucho mejor «El buscavidas» que «El color del dinero», dónde va a parar…
    Un abrazo.

    Lucía, estoy reuniendo cantos rodados y pedruscos varios para levantarte un monumento en cuanto termine el curso de escultura por correspondencia del CCC. No seria mal tema para un post, las cinco cosas que nos alegran la vida…
    Gracias infinitas, como siempre. Besos.

  8. Bellísima, qué guión…. lo único que me pregunto es porqué es tan dificil que los españoles, o digamos algunos, para no generalizar, tienen que verlas dobladas: a mi parece que la voz original hace parte ya de la trama, del sabor. Siempre el cine extranjero me lo veo subtitulado…. me cuesta un trabajo ver a un japonés diciendo coño, o tío…. no sé, no le creo mucho.

    Abrazos…. hoy me vuelvo a ver Il Mare, esa es otra de amor buenísima. 😉

  9. Tienes mucha razón, Malvisto, todo se debe a una ley proteccionista de la dictadura franquista (1941) por la que toda película extranjera debía ser doblada al castellano. Así fue hasta 1975, y después, ningún gobierno ha querido dar el paso de eliminar el doblaje. Personalmente, prefiero el original, con subtítulos, si es necesario, pero en los vídeos que pongo aquí procuro pensar en quienes no dominan los idiomas correspondientes.
    Buena elección la de hoy.
    Abrazos.

  10. Impresionante la manera en que nos hace ver a los edificios como seres vivos solitarios para luego despertarnos a una ciudad variopinta, incluso veo el color en los grises 🙂

    Maravilloso
    Un abrazo

  11. AdR, si ves colores te recomiendo una visita a un especialista… En serio, retrata la ciudad con un ente vivo, donde no sólo viven seres humanos, sino que los propios objetos inertes, edificios, semáforos, incluso el cielo, son personajes con un diálogo sordo.
    Un abrazo.

  12. Yo personalmente sobre el tema doblaje, me parece bien, más que nada porque la opción de la versión original (a la cual yo siempre recurro muchísimas veces) siempre está ahí, creo que pueden convivir sin problema.
    Por cierto, bonitos recuerdos de «Il Mare» sr.Malvisto, a mi también me gustó mucho, junto con la más gamberra, pero no menos buena por ello, «My sassy girl». El único pero es que el romanticismo coreano hay que verlo de vez en cuando, sino corremos el riesgo de la saturación y de acostumbrarnos a ciertos finales atípicos, ya me entiende usted.
    Por cierto, ayer noche volví a ver Manhattan después de menos de un año de la última vez que lo hice, así que gracias Escalones por empujarme a ello, me reitero en lo dicho, magistral.
    Saludos afectuosos

  13. Pues ya me la vi: buena, mucho, solo que esa maldita música sí que se vuelve empalagosa. Siempre me gusto la idea de Il Mare: me gusta la historia que se va construyendo con las cartas….

    Iván, muchas gracias, me la voy a ver. Lo que me pasó con My Sassy Girl fue que la carátula no tenía buena pinta, me supo a gringada, por eso pasé derecho. Ya estoy abriendo el trailer.

  14. A mi me gustó mucho My Sassy Girl, quitando una escena (la del parque de atracciones, ya la verá usted y entenderá porque), pero el resto es una vuelta de tuerca a la típica comedia americana precisamente, con un punto de vista muy divertido. Ya nos contará
    saludos

  15. Alfredo, amigo, acabo de arrivar de los madriles. Ya te contaré. Soy un apasionado de Woody Allen, me encanta. Su vida, sus aficiones, sus amores, sus hijos, su amor por Manhattan, su decisión de filmar en Europa, en fin. Todo.

    Manhattan. Cada dos años vuelo a esta isla. Pasear por sus calles, disfrutar de sus exposiciones, aclamar a sus músicos, simplemente sentarme en una esquina, en un café, o en Central Park (de día claro está) y observar a la gente.

    ¡Es tan enriquecedor! Vivir allí ya es otra cosa. Una locura una vez en la vida, creo que merece la pena.

    Me identifico con W Allen cuándo retrata Manhattan en blanco y negro que es un regreso al cine clásico, como bien dices arriba. ¡Qué intesidad de vida!

    Disfrutando de esta película a veces me pregunto si no podremos, Alfredo, entre tú y yo, retratar a Zaragoza y sus gentes. Filmar sus costumbres, sus niños, sus ancianos y nuestras gentes.

    ¿Cuándo empezamos? De verdad te lo digo. La cuestión sería fijar el retrato psico sociológico del típico zaragozano, al estilo de Woody Allen aunque sería imposible. Allen es único.

    Un abrazo y confío en que coges el guante. Gracias por el post, tan cortito y que dejas a cada cual con su imaginación.

  16. Envidia me das, Diego, de poder ir a Manhattan cada dos años y pasear por ese plató gigante, quizá la ciudad del mundo que más gente conoce sin haber estado nunca. Uf, difícil proyecto el que planteas; Allen no retrata un perfil determinado de Nueva York, sino «su» perfil de Nueva York, como él mismo ha reconocido: él retrata en sus películas su propio ambiente de vida, la burguesía neoyorquina entre la que se mueve: escritores, dramaturgos, periodistas, articulistas, ensayistas, productores teatrales… No es un mundo muy real, créeme, el que no se acerca a los contenedores de basura; en Zaragoza no estaría mal hacer algo así (empezando por los amigos de la blogosfera), aunque somos menos neuróticos que los personajes de Allen, al menos eso quiero creer.
    Es cuestión de pensarlo.
    La gente siempre me agradece mucho los posts cortitos, ¿por qué será?…
    Un abrazo.

    Magda, película imprescindible, el encanto hecho celuloide.
    Un abrazo.

  17. Alfredo, amigo, vamos a ‘darle una pensada’ como dice siempre un buen amigo madrileño con el que almorze ayer. ¡Cuándo empezamos a idear el guión de una película basada en la blogosfera aragonesa!!Encantado y sin pasar por el psicólogo. Jejeje

    Un abrazo de guionista,

  18. ¿Y qué me dices de parar en una tienda 24h. de Chinatown y comprar arroz frito con gambas y comérselo bajo la luna en Central Park, en un banco frente al puente de Brooklyn?
    Ah, por supuesto, el taxista, de hindú a sacerdote rasta como poco; cualquiera menos el amigo Travis, que dicen que es pelín agresivo…

  19. Totalmente de acuerdo. Además en uno de los fotogramas enfoca el mismo restaurante que aparece en la pintura de Edward Hopper en «The Nigthhawks» como uno de los iconos del Nueva York intimista y solitaria. Besos.

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