Yo quería una misión, y por mis pecados me dieron una…
Palabras del capitán Willard, el trasunto del marinero Marlowe de la obra de Conrad, varado en un hotel de Saigón, viviendo su infierno personal justo antes de que le encarguen un viaje al infierno en busca del mismo demonio. Monumento cinematográfico, puro mito de la Historia del cine, tanto por su calidad como por su leyenda (el huracán que destrozó los decorados en Filipinas, el ataque al corazón de Martin Sheen, la ruina económica, el documental filmado durante el rodaje, La cabalgata de las Walkyrias, «me gusta el olor del napalm por la mañana»…). Grandiosa escena de inicio de una obra maestra del genio Coppola con The End, de The Doors.
Alfredo, amigo, una fuerte escena dramática esta que aquí nos traes. La actuación de Sheen, estelar, magnífica. Es un buen actor.
Me quedo con la frase «Cuando estoy allá fuera quiero quiero venirme aquí, y cuando estoy encerrado en esta habitación lo único que me pregunto es porque no estoy de vuelta en la jungla».
Esta película y escena da mucho que pensar. Alfredo, como hoy me dejas, pienso que esta guerra – la de Vietnam – supuso el dolor, la muerte y el desarraigo de miles y miles de norteamericanos que fueron llevados allí ‘engañados’.
Tú mismo nos cuentas aquí, en algún otro post, que la historia se vuelve a repetir. Ahora en Irak.
Pero volviendo a Vietnam, acuérdate las numerosos películas y guiones escritos sobre la vuelta a casa. Recuerdo, for example, «Born July 4th.» o algo así. El protagonista, Tom Cruise. Es algo parecido el argumento, sólo que en esta Cruise vuelve en silla de ruedas. Su adaptación a la vida normal, muy complicado. Creo que acaba mal.
Pero esta secuencia de hoy, me encanta con música The Doors. Magnífica. Aunque, quizás, prefiero el comienzo escuchando «La cabalgata de las Walkyrias». Soberbio.
Te confieso que cuando llueve y estoy en el campo, al aire libre, hago sonar esta canción. No sé, me traslado con la imaginación a otro tiempo.
Alfredo, amigo, mañana de viaje. Ya comentaremos.
Un abrazo y gracias por traerme esta joyita. Oye, que Coppolla, uno de los grandes. ¡Qué genio!!
Sin duda una de las escenas de la película que más han quedado en nuestra memoria. Unida a una música extraordinaria, el resultado sólo puede ser la genialidad.
Un abrazo
Diego, la guerra de Vietnam supuso «el dolor, la muerte y el desarraigo» de millones de vietnamitas que luchaban por la independencia de su país frente a un poder colonial en aras de entregarse a otro. Frente a eso, también supuso «el dolor, la muerte y el desarraigo» de decenas de miles de soldados americanos que «sólo se dieron cuenta del engaño» cuando vieron que empezaban a cazarlos como a conejos y que no iba a ser un paseo militar, y a los cuales no se les había perdido nada allí.
Creo que, conforme apuntas, se habla mucho de los americanos y Vietnam, de la guerra, de la vuelta a casa, y muy poco de los vietnamitas, de su guerra, de su vuelta a casa, de sus traumas y de sus asesinados, de sus torturados, de sus fusilados sin juicios previos, de sus masacrados, por las tropas americanas que se supone les llevaban «la libertad».
Como dijo Coppola, no es una película sobre la guerra de Vietnam, es Vietnam. Pero Vietnam aquí equivale al horror, al horror que es la obsesión de Kurtz, el personaje de Joseph Conrad en «El corazón de las tinieblas». Y ese horror quienes lo vivieron en primera persona más crudamente, fueron los vietnamitas, y se prolongó más de treinta años, en fases diferentes (1939-1945, contra Japón, 1946-1954, contra Francia, 1955-1975, contra Estados Unidos).
Buen viaje. Un abrazo.
Valentín, pocas veces se ha rodado tan bien y de manera tan profunda y explícita el descenso a los infiernos. Magistral obra de un genio.
Abrazos.
Uf, una maravilla si señor: es que menuda película nos traes es inmensa, sobrecogedora.
Además los Doors eran estupendos.
Toda una época escalones.
Besicos.
Hola Alfredo.De mis películas antibélicas que prefiero son:Senderos de gloria y Apocalypsis Now.Esta última es una película fascinante.Joseph Conrad es uno de mis autores favoritos.Por cierto,hace unos años se publicó el libro de rodaje de Apocalypsis Now y es extraordinario.
Un abrazo.
LaMima, hablaremos en algún otro momento más detenidamente de esta joya, de la cual la primera escena ya es absolutamente cautivadora y mágica. Veo mucha nostalgia…
Besos
Francisco, fíjate que yo no calificaría a «Apocalypse now» de antibélica… al menos, no sólo, porque es mucho más. Es una disección del lado oscuro del alma humana, pero no sólo en las guerras, sino una puesta cara a cara frente a nuestra propia naturaleza, al igual que Conrad (que no ambientó la obra en la guerra, como bien sabes). El libro es fantástico, y también «El corazón de la oscuridad», el documental que recoge el azaroso rodaje.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo contigo.El documental es estupéndo.Por eso la película,como bien dices,es mucho más, desde luego.Es como calificar por ejemplo, 2001 una odisea del espacio como una película solo de ciencia ficción.
Un abrazo, amigo.
NO hay derecho: debería haber una advertencia que dijera algo así Cuidado, película fuerte, apabullante, que deja poco tranquilo… Al salir remasteriozada me la vi en cine por primera vez; después de las dos horas y pico, salí como un zombie de la sala; me toco sentarme a recobrar el aliento. Vuevo y digo, no sé con qué alimentan a alguien capaz de sacar algo así: el guíón genial. DE las pocas adaptaciones, de un libro casi sagrado para algunos, que me encantan. Es poesía pura…. el horror, el horror.
HOmbre, qué bestias; dan susto.
abrazos,
Tienes razón, Malvisto, yo la última vez que la vi fue la versión Redux, o sea, 203 minutos de obra maestra sin conservantes ni colorantes, directa a las entrañas. Un horror muy recomendable.
Abrazos
Pues sí, es el descenso a los infiernos, así es como un@ se siente. Y sobre Martín Sheen no estoy segura de que sea un gran actor, pero como lo adoro y me parece tan buena persona, tienes esos ojos tan bonitos y encima es de familia asturiana, pues oye, mejor es difícil.
La frase es definitiva, de las de no olvidar.
Y hay que ser muy fuerte para rodar cuando todo se pone en tu contra, eso sólo lo hacen los muy muy buenos directores.
Besos apocalípticos
No, Entrenómadas, no es un gran actor, pero sí muy profesional y y da todo de sí (en esta película, demasiado, incluso). Lo de los ojos bonitos, a mí ni fu ni fa, pero lo de su origen asturiano… ya sabes, entre paisanos…
En el caso de Coppola, además de gran director, habría que acudir creo a la psiquiatría o a la psicología para explicar el caso, fue casi una lucha, un reto personal. Otros con menos han fracasado (recuerda el frustrado «Quijote» de Terry Gilliam con Johnny Depp).
Besos
Tremendo: la película, la música, el post y los comentarios. Y el horror. El horror que no cesa.
Besos.
Lucía, esta película ha ido directamente (junto con la novela) al listado de las mayores creaciones artísticas acerca de lo más oscuro del alma humana. Ese Brando, ese Robert Duvall, ese Dennis Hopper…
Besos
La música de las walquirias mientras tiran bombas de napalm…el agua hasta el cuello en mitad de la selva…sí algo tiene que nos recuerda el infierno…abrazos.
Creo, Luisa, que nos recuerda nuestro propio infierno interior, sobre todo. Ejemplo del poder evocador de la imagen. ¿Por qué no hay cine así ahora? ¿Por qué Coppola tarda diez años en encontrar financiación para sus proyectos?
Besos
Alfredo, amigo, recién aterrizado de Madrid. Estoy contigo que los vietnamitas sufrieron «el dolor, la muerte y el desarraigo». La película es Vietnam. ¡Qué razón tenía Coppola!
Un abrazo y gracias,
«¡¡¡Aaaaaahhhhh… cómo me gusta el olor a napalm por la mañana!!!»
😉
Qué gran película, casi toda ella.
No me paso durante dia y medio por aqui y me encuentro con esta obra maestra monumental del cine bélico, si es que no hay mejor medicina que su blog , Escalones, que maravilla de película. Precisamente el otro dia estuve a punto de poner una escena de este film en mi blog, aunque es otra escena.
«Hueles eso? lo hueles muchacho? Napalm hijo. Nada en el mmundo huele asi. Que delicia oler napalm por la mañana! Una vez durante doce horas bombardeamos una colina y cuando todo acabó, subí. No encontramos ni un cadaver de esos chinos de mierda! Que pestazo a gasolina! Aquella colina….olía a…..Victoria.»
Saludos
http://silverscreensirens.com/rita.htm
http://www.moviemaidens.com/profile.asp%3Fa%3D1024%26r%3D36%26f%3DEvalyn%26l%3DKnapp%26e%3D2%26ct%3D1
Sí, Diego, pero no sólo Vietnam, sino también cada uno de nuestros propios «Vietnams».
Un abrazo.
AdR, gran frase, ilustrativa de ese horror que supura la obra literaria y la película por todas partes. Pero yo, por la mañana, prefiero los churros…
Un abrazo.
Ponla, ponla, Iván, que es extraordinaria, y pon también el ataque al son de las Walkyrias, cine puro.
Cuánto me alegra que digas esas cosas, aunque exageres, da igual (pero tutéame, que no soy un venerable señor mayor… ¿o sí?).
Un abrazo.
Lucía, ya no sé qué decir, estoy abrumado con Rita y la compañía. Gracias, gracias, de verdad.
Besos.
No, no, no creas que exagero (ahi va el tuteo, jeje), de verdad, blogs de cine hay muchos, desde esta perspectiva tan amena y original pocos, y más de cine clásico. Y por supuesto, las Walkyrias van a pasarse pronto por mi blog, sin duda.
Saludos!
Pues nada, nada, a verlas. Y si te sobra alguna (que sea rubia), me la mandas.
Un abrazo.
no se ve
Lo siento, Asa, por lo visto lo han retirado de Youtube.