¿Qué clase de proceso mental patológico llevó a los productores, a los estudios, y a Nicole Kidman a pensar que semejante petardo fílmico podría llegar a unas cotas determinadas de dignidad? ¿Qué última instancia de razonamiento llegó a considerar al público lo suficientemente estúpido como para desear acudir en masa a los cines para contemplar hora y cuarenta minutos de bazofia pretendidamente cómica, llena de moralina, chistes de la década de los treinta y azucaramiento continuo? Enigma sin resolver, este BODRIO TOTAL de Norah Ephron, criminal habitual del cine comercial de la que ya se habló aquí con Tienes un e-mail (1998), supera todas las cotas de imbecilidad admisibles en el cine.
Tomando como origen la serie de televisión de los sesenta, inspirada a su vez en el clásico Me casé con una bruja, de René Clair (1942), cuenta la historia ya sabida, intentando alejarse de la memoria colectiva televisiva, intentando aportar un enfoque distinto, pero lamentablemente, todavía peor: pasteleo, idiotez a mansalva que ni siquiera el público infantil podría admitir sin el soborno de unos dulces para que cierre el pico, grandes dosis de moralina de bajo coste, y pésimas interpretaciones, especialmente a cargo del pseudo-cómico Will Ferrell, que haría mejor en dedicarse a la acupuntura con clavos. ¿Qué pudo inducir a Michael Caine o Shirley MacLaine a participar en esto? La pasta y el olvido, supongo. No parece haber otra causa. Lo de Nicole Kidman todavía clama más al cielo. Quizá la ambición profesional de demostrar que puede adaptarse a otros géneros no habituales a su filmografía.
En fin, cualquier descalificación que pudiera añadirse no haría del todo justicia (por defecto) a semejante truño, la peor película recogida en esta sección con diferencia (y hay que ver los petardos que incluye esta sección), 102 minutos de increíble banalidad, algo que ni adultos, ni jóvenes, ni niños puede soportar, y que debería ser proyectado únicamente a los mandriles del zoo.
Acusados: todos
Atenuantes: ninguno
Agravantes: ¿por qué, por qué Dios mío, por qué?
Condena: culpables en grado extremo
Sentencia: cualquier pena de las que merecen viene prohibida por las leyes internacionales contra la tortura. Como sustitución, internamiento a perpetuidad en Disneylandia a dieta de algodón de azúcar.
Ni se me pasó por la cabeza ir a verla. Fundamentalmente porque le tengo bastante paquete a la Kidman (es lo más parecido a una estatua de cera que conozco).
Además tengo buen recuerdo de esa serie y no lo quiero borrar.
¿Sentencia?…que la Kidman se friegue todos los decorados de rodillas, como se hacía entonces.
Arg
Pues yo al contrario que La Mima fui a verla porque la Kidman me cae bien. ¡Pero que fiasco! Nunca me había dolido pagar por ver una película y esa vez me arrepentí varios días. No se me ocurre una penitencia lo suficientemente dura para este churro de adaptación.
Besos.
Mima, de la que te libraste. Hombre, Kidman está desaprovechada, podría dar mucho más de sí, creo.
Lucía, uy, qué daño. Yo más o menos preveía lo que iba a ver y me preparé psicológica y psicotrópicamente para ello. Pero que te caiga encima de improviso…
Como bien dices, un churro de adaptación.
Besos
Yo tuve la desgracia de verla, y lo cierto es que Embrujada es una película bastante lamentable. No ya por el desaprovechamiento de la Kidman (que ya lleva varios seguidos, como Invasión, La brújula dorada, o Fur), sino también por Will Ferrell, un actor que, pese a su vertiente cómica gamberra, ha hecho más que dignos trabajos en películas como Melinda y Melinda y, sobretodo, Más extraño que la ficción. Bueno, y como Mugatu en Zoolander me encantó, pero eso ya es otra historia…
XXXXXXD
Saludos, y a ver si me acostumbro a postear más por aquí, que siempre te leo en el Reducto del cinéfilo!!!
No es mal lugar para encontrarse, Goethemola. Te leo a menudo, pero apenas tengo tiempo para dejar comentarios en ocho o diez blogs…
En efecto Will Ferrell (y la Kidman, claro) tiene cosas mejores (pobre de él como fueran peores…).
Saludos, y nos vemos en el reducto
Me encanta esta sección Alfredo, la de sonrisas que me provoca, esta, de nuevo, pasé de verla directamente, fíjate que he visto algún episodio de la serie antigua, y ya me provocaba bastante rechazo, así que un remake en forma de película (bueno, creo que era eso, porque al contrario que suelo hacer, no le presté la más mínima atención), era imposible que la viera, y eso que la Kidman me cae muy bien, y durante años me pareció una mujer que se asemejaba a las grandes damas del cine clásico.
También he visto por ahí «Tienes un e-mail», y no recuerdo si la comenté en su momento, pero me pareció infumable, es más, era el dia de mi cumpleaños con los amigos, el dia de su estreno, y fui a verla bajo los efectos del alcohol, pues bien, ni por esas pude disfrutarla, es más, casi me duermo (literalmente).
Como me gusta esta sección, jaja.
Saludos!!
qué maravilla «Me casé con una bruja» de René Clair. Yo de verdad es que de las películas de esta sección creo que no he visto ni el 95%, ni muchas ganas… quizá es una batalla perdida, Alfredo, esperar que el cine comercial tenga un minimo de dignidad, respeto por las fuentes en las que se basa, algo más que papilla predigerida y todo lo que vemos, yo es que de verdad, esta sección por lo general no la entiendo, hay tanto cine maravilloso que descubrir que a mí es que no me da tiempo a criticar el malo, me pasaría el día y no me quedaría tiempo para hablar y para ver tanto buen cine que está ahí casi olvidado. Quizá pienso en positivo en el sentido de que hablar mal de una película incluso a veces provoca el hacerle propaganda y que alguien la vea por llevar la contraria, sin embargo cuando se habla bien de alguna película siempre habrá alguien que sentirá el deseo de verla, puede ser que unas palabras elogiosas sean un puente para que alguien descubra algo valioso. Es otra manera de verlo, es que creo que incluso le haces propaganda indirectamente al enemigo, al mal cine. Una opinión, puede que tonta. Saludos.
Yo personalmente me trago mucho cine malo, y bueno, por suerte, tengo tiempo para ello, pero sino fuera así, está claro que tipo de cine eliminaría. De todas formas, yo creo que para apreciar de verdad el bueno, hay que ver mucho malo, así se aprecia más el bueno.
Yo de esta sección no he visto ni la mitad tampoco, cosa rara, en mi, y estoy de acuerdo en un 90% de los casos, que he visto alguna que si que me gustó, jeje.
De todas formas Ordet, si no tiene mucho tiempo libre, hace usted bien en ver el bueno, desde luego.
Saludos!
Pues a mí esta me gustó…
…
…
…
¡Que no, que es broma! jajaja!!!
Nada, tontuna que estoy hoy, espero no haberte provocado un patarrango…
Lo cierto es que empecé a verla con mis padres, pero a los cinco minutos me aburrí y me fui a mi habitación… y un minuto más tarde mis padres creo que también la cambiaron.
Menos mal que por aquél entonces teníamos el plus piratilla, ¿Te imaginas que llegamos a comprarla? Yo más bien obligaría a masticar arena a los que esperan que la gente pague por semejante… semejante… en fin, semejante «cosa».
Por cierto, ¿Viste lo de The Unholy Three? ¿Vas a escribir sobre ella? A mí me gustó, es original, y eso que tuve que verla a base de traductor online (yo y el inglés, el inglés y yo…¬¬).
Besos.
Rosa.
Gracias Iván. Eso quiere decir que además de buen ojo para el cine tienes sentido del humor. En realidad, quien me conoce sabe que no puedo estar sin decir una sandez cada cinco minutos. Esta sección es la parte alícuota de ese matiz de mi carácter, que además sirve para señalar lo que los medios de comunicación que venden sin importar la calidad, nos suelen colar como cine (aunque se pueda, lógicamente, discrepar en tal o cual película, faltaría más).
Seguiremos en ello.
Un abrazo
Samuel, estoy bastante de acuerdo con la contestación de Iván. Creo que el peor favor que se puede hacer al cine comercial, que se nutre de la difusión y de la falta de rigor y seriedad a la hora de hablar de él, es precisamente señalar sus carencias, sus imperfecciones, y la inutilidad de la gran mayoría de las obras encuadrables dentro de él. Quien, de manera contestataria, quiera ver determinadas cosas por llevar la contraria, no me interesa. Me interesa quien a la vista de lo que a veces se dice no se crea lo que le digan los telediarios, sea escéptico ante los anuncios televisivos o se resista un poco más ante la publicidad zafia. Si gracias a estos artículos un solo espectador potencial pasa de ver algún bodrio de éstos, ha merecido la pena. Quien vaya a verlos nunca será por llevarme la contraria a mí; lo iría a ver igualmente. Creo que Iván tiene razón. Nos guste o no, todo es cine, bueno y malo (que no necesariamente ha de coincidir con los gustos), y la calidad o falta de ella implica verla más o menos veces, reconocerla, hacerla permanecer en la memoria, u olvidarla al cuarto de hora. Esa es la sentencia, y no otra, y por eso dentro de veinte años aún se recordará a René Clair y nadie se acordará de esta basura.
Un saludo
Rosa, no me vuelvas a hacer eso en la vida. Me ha dado un subidón de azúcar en la sangre que se me han puesto de corbata… ¡Con lo sensata que tú eres! (por cierto, me apunto la palabra «patarrango», me ha encantado).
Aún estoy pendiente. Hablaremos de Browning, no sé si de ésta o de otra.
Besos (y, por favor, pórtate bien, no me des estos sustos)
Mi querido amigo,te has superado en la elección de cutreces americanas.Primero;no soporto a Will Ferrell.Lástima su intervención en Melinda y Melinda de Allen.Segundo:no soporto remakes de series,es decir,de todas las series americanas.
Nadie me cree cuando digo que el cine está de capa caída.Como si no hubieran temas a tratar sobre nuestra sociedad cada vez más estupidizada.Embrujados andamos todos con tanta basura.
Un fuerte abrazo.
Pues si no te creen, hacen mal, porque tienes más razón que un santo, sobre todo tras la contemplación de boberías manufacturadas como ésta. Embrujados, embrutecidos, atontados… en realidad el consumismo se basa en una idea fundamental: el consumidor perfecto es el niño: sus motivaciones son instintivas, se dejan atraer por las apariencias y no entienden la noción de dinero. Solución: convertirnos a todos en críos.
Abrazos
Además que la Kidman sale muy, muy mona: transparente.
Yo soy de la facción que no traga a esa mujer de rostro cada vez más inexpresivo (y botuxilizado, si existe tal palabro). De hecho, ni me parece atractiva, ni guapa ni buena actriz. Pero de todo tiene que haber por ahí, supongo.
En cuanto a la película, pues teniendo en cuenta que la llamada «comedia romántica», normalmente es una «patata azucarada» (la comedia clásica, aunque fuera romántica, nunca se llegó a llamar así), pues se entenderá que no la haya visto.
Un saludo.
Malvisto, de tan mona, que es imposible no pensar que es por los efectos especiales. ¿Alguien se acuerda de cómo era en, por ejemplo, «Calma total»? Su metamorfosis plástica es espectacular. Demasiado plástica, me temo. Incluso su forma de trabajar no es más que plástico.
Abrazos
Hatt, se entiende, por supuesto. «Patata azucarada» creo que es un término demasiado blando para esto.
Saludos
Todo es cine, es verdad, Alfredo, espero que tu rincón de los horrores consiga disuadir, ojalá sí. Enfocándolo desde el lado más optimista el peor favor que se le puede hacer al cine por la pasta es descubrir el otro cine, el que verdaderamente amamos y nos ama. Una vez se ha descubierto que hay un cine bueno y mucho mejor ya una persona no se conforma con cosas facilonas o detestables. Y a distancia las huele… Pero ese cine tan facilón bien mirado también merece tus críticas. Saludos.
A mí la Kidman me gusta, pero tampoco pensé en ver esta película porque desde el primer momento me tiraba para atrás.
Yo creo que ver cine malo es productivo en el sentido de que te ayuda a apreciar más los filmes buenos, como deciais aquí, y también porque con el tiempo te ayuda a discernir qué películas ver y cuáles no. Comprendo que haya gente que siempre vaya a ver lo más comercial, lo más publicitado, porque los medios de comunicación nos arrastran irremediablemente a ello, y para ver buen cine, todo hay que decirlo ,hay que coger afición por él y no verlo como una simple forma de pasar una tarde aburrida.
Samuel, ése es el intento. Que alguien llegue a pensar: «tal o cual película me gusta», sabiendo discernir si es excelente o una bobada.
Saludos
Deyre, creo que en el fondo, al menos en un país como éste, el principio de todo es la educación. Y en materia cultural, la educación, los conocimientos que se reciben, son mínimos. Eso se delega en la televisión, y ya vemos lo que ocurre.
No sabía ni que existía, qué suerte. Ni se me ocurre verla: que nada me estropee el recuerdo de la serie de televisión y su doblaje puertorriqueño.
Noe, el doblaje tiene delito…
Penoso remake, ciertamente.
Aunque yo siempre había pensado que la serie televisiva se basaba en la película de Richard Quine de 1958. Será porque no he visto la de René Clair.
Saludos.
No Josep, en realidad tienes razón. La serie es casi una extensión de la película de Quine, si bien la historia de éste deriva directamente de la de Clair, que, dicho sea de paso, es lo único digno de todo esto.
Saludos, y gracias.