Cine en serie – Deliciosa Martha

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CINE PARA CHUPARSE LOS DEDOS (I)

Abrimos otra etapa de esta sección, en la que ya hemos hablado de cine ideológicamente repugnante y también del tratamiento de la enseñanza y la educación en el cine, con una serie de películas que tienen un apetitoso nexo en común: la comida. Es pues, cine que da hambre, cine con el que uno saliva mientras disfruta de la película, cine que provoca que los pensamientos se vayan al estómago y deriven por toda una serie de apetencias culinarias. Cine para chuparse los dedos.

Empezamos con una deliciosa comedia sentimental alemana rodada por Sandra Nettelbeck en 2000 que hace de su sencillez y de su franqueza (cosas en apariencia fáciles de lograr pero verdaderamente fruto de un duro y fenomenal trabajo) su mayor virtud, demostrando que pueden partirse de situaciones quizá un poco tópicas y reiterativas pero darles un aire nuevo, refrescante y conmovedor, y dejando claro que para contar una historia de sentimientos no hace falta caer en lo blandengue ni en lo cursi, como resultó del vomitivo remake americano de esta cinta.

Martha (Martina Gedeck) es la reconocida chef de un restaurante de Hamburgo. Camina ya hacia la madurez, pero carece de alicientes en su vida personal: está sola, no tiene amigos fuera del restaurante, asiste regularmente a terapia y vive entregada a su trabajo, su verdadera pasión, en la que está considerada una verdadera artista, recibiendo felicitaciones por los comensales un día sí y otro también. Pero tres acontecimientos vienen a quebrar su monótona pero segura y tanquila existencia: un nuevo vecino (Ulrich Thomsen) llega a su edificio, un hombre de su edad y también soltero; además, la dueña del restaurante ha tenido la ocurrencia de contratar otro chef (Sergio Castellito) para ayudar a Martha con el enorme trabajo que genera el restaurante, un italiano en apariencia irresponsable, indisciplinado, vividor y cantarín que quiebra el ordenado y cuadriculada funcionamiento de su hábitat diario, y por último y más importante, su hermana, separada hace años de su marido, muere en un accidente de coche y debe acerse cargo de Lina, su sobrina de ocho años, sin haber tenido experiencia anterior con niños y con el trauma que la muerte de su madre le ha ocasionado a la niña. Martha no tendrá otro remedio que apechugar con todo, y poco a poco irá mutando su estricto comportamiento, abriéndose a los cambios, a las novedades, a su nueva cocina y su nueva familia, aunque la aparición del padre de la niña y su empeño en llevársela a Italia con él y su nueva esposa amenazarán su recién estrenado mundo.

Quizá el punto de partida ya lo hayamos visto en varias ocasiones. Pero la combinación de estos tres elementos (quizá la presencia de Thomsen y de su personaje quede un tanto en el aire) resulta encantadora, la sencillez con que se plasman los sentimientos, el humor, la propia evolución de los personajes, no por esperada o previsible menos efectiva y conmovedora, hace que sea una película muy agradable de ver que se disfrute casi tanto como de la visión de la comida que todos degustan a cada rato, en especial la pasta. Martina Gedeck (La vida de los otros) está estupenda, muy contenida, sobria, en su papel de mujer encerrada en sí misma que no quiere salir de su apacible devenir, y sobre todo, Sergio Castellito en su creación un poco tópica del latino despreocupado, vitalista y un poco cara dura, está imponente. Imposible no sentir una empatía absoluta por esta serie de personajes normales, gente auténtica sin artificios ni impostaciones, que lucha, no por grandes sueños ni éxitos desmedidos, sino por la armonía y el equilibrio en la propia vida, algo que rara vez llega sin bucear en los propios sentimientos y que los personajes poco a poco comprenden.

Las escenas rodadas en la cocina son estupendas, dan hambre sólo de verlas. Castellito está inmenso, y la música es extraordinaria. Mención especial para el gran, grandísimo Paolo Conte con su Vieni va con me, que marca la llegada del alegre y desvergonzado nuevo cocinero y sirve de banda sonora a la elaboración de platos que están diciendo «cómeme» (incluimos un vídeo de la canción con un curioso montaje con playmobil, que hace las delicias de mi sobrina, por cierto).

Una película sencilla, agridulce, repleta de buenos sentimientos que, afortunadamente, no tiene nada que ver con su apestoso remake americano protagonizado por Catherine Zeta Jones. Una reflexión: para vendernos la película, se nos decía que la Jones había trabajado durante semanas en un restaurante de Manhattan, en la cocina, como cualquier otro empleado. Desde luego, nada de eso se reflejó en su papel, que no destaca por nada especialmente brillante que no hayan interpretado cientos de cocineros en cientos de películas. ¿Qué preparación llevaron a cabo Castellito o Gedeck? ¿Lo sabemos? ¿Importa? ¿Qué argumentario comercial es hablar de la preparación de un actor para un papel intrascendente? Y sobre todo, ¿puede compararse la efectividad de Gedeck o Castellito con el florero de la Jones? Afortunadamente, el cine europeo sigue existiendo.

28 comentarios sobre “Cine en serie – Deliciosa Martha

  1. Sir, esta fue una peli que me sorprendió mucho. Me encanto el ritmo con que se cuenta, ese no obligar al espectador a digerir la historia antes de haber sido masticada. Me sorprendió también Sergio Castelito al que acababa de ver en «No te mueves», en su registro de hombre obsesionado por la prostituta interpretada por Penélope Cruz. Después le vi en «Paris je t’aime» y volvió a sorprenderme.

    Por cierto en la línea de Castelito en esta peli, está el gran Reno en «Jet lag» con la siempre versatil e impactante Juliette Binoche. ¿No?… ya me contarás.

    En cuanto al remake americano, no me extraña, si sale Catherine Zeta Jones la película es siempre un bodrío.

    Un beso súper

  2. Agradezco y agradeceré reseñas sobre cine alemán, ya que estoy en plena inmersión lingüística involuntaria.
    Cada vez aguanto menos las idioteces que se inventan los departamentos de prensa de Hollywood.
    A Zetayóns (¿prima de Zetapé?) sólo la soporto en «Traffic».

  3. AY, me encanta esta peli. Es que me gusta MUCHÍSIMO. Sencilla, emocionante, historias reales, puras, palpables Y el Sergio Castellito, ay mi Sergio Castellito. Qué puedo decir de él? que es fenomenal. Y que me alegro de irme a su tierra un tiempo. Hala, a ver si me lo encuentro. Voy desata total.

    Kisses de otra Martha, con o sin h y que cocina comida vegetariana.
    Y además es algo toca narices. Y además me voy ya…
    Besos para mi querida Sonia, para ALfredo y el Sergio Castellote.

    Marta

  4. Peli no vista, joer. ¿Cómo os da para tanto la vida, tíos? Toy harta de no llegar… Luego, viene Sir y cuenta, y entonces yo ya digo, arrrgggggg…. ¡no puede ser! Pero menos mal que me lo cuentas, Sir, porque así voy anotando todos mis agujeros carenciales (y esta peli ya sabía yo que lo es, y tu crónica, magister, me lo confirma, y algún día me dedicaré a la cocina y al cine (entre otras cosas, que me gustan tanto).
    Y FELIZ CUMPLEAÑOS, que he andado oscurecida por las tareas estos días y no te había dicho nada.
    Un besote abrileño chachi.

  5. Luisa me ha quitado las palabras del comentario ¡yo tampoco llego! Y ahora que me dado por la fotografía ni te cuento, ni siquiera me queda tiempo para leer.
    Esta peli es de las que me gustan, tiene todos los ingredientes para emocionarme, me da pena habérmela perdido y seguro que en los vídeoclubs no la tienen… qué vida esta.
    Besos.

  6. Sonia, yo soy fan a tope de Castellito. Me parece un actorazo, y además borda su papel como galán-hombre corriente de todas sus cintas. Es muy creíble, muy verosímil. Creo que tienes bastante razón, su personaje y el de Reno comparten varios rasgos, aunque a mí el de esta película me resulta más encantador, más entrañable.
    Un beso híper

    Noe, dicho y hecho, hablaremos más de cine alemán, prometido. Zetayóns, pues eso, un florero. Todo lo que toca es banal, excepto la que tú dices. Fue su momento para dar un giro a otras cosas, pero no ha sabido encauzarlo después, ni probablemente tenga talento par ello.

    Marta, qué envidia me da tu próximo periplo romano… Disfrútalo mucho, y si te cruzas con Castellito, que te prepare buena pasta…
    Buen viaje. Besos

    Luisa, tienes que verla, es una película amable, algo sentimentaloide y tal, pero simpática y agradable. Eso sí, yo no compatibilizaría el cine con la cocina, a la vez, quiero decir.
    Gracias por todo.
    Besos

    Magda, qué va, qué va. Lo que pasa es que aquí intentamos buscar cosillas que no hayan sido muy vistas para sorprender a la gente un poco e incentivar el buen cine de verdad que pasa desapercibido. Te gustará.

    Lucía, ay, el tiempo… A mí empieza también a achucharme. Eso sí, deja tiempo para esas cosas tan chulas que nos enseñas en el blog. La película (por cierto, muy propio que hayas hablado de ingredientes) es una pequeña delicia, algo manida, quizá, pero conmueve.
    Besos

  7. A mí me encantó el papel de Martina Gedeck, conmovedora y frágil con toda su autoexigencia. La composición que hace es tremenda, parece que siempre lleva la mandíbula apretada de pura severidad. Y me gusta la historia de amor, que es pequeña, sencilla y al pesto (jeje). Cuando supe que había versión americana me disgustaba imaginar a la Z Jones ofreciendo siempre el mejor perfil en los primeros planos para conservar contratos de publicidad en cosmética. En fin, el original es simplemente delicioso.
    Gracias mil por recordárnosla

  8. ¡Me alegro de que haya vuelto esta sección!
    Y además con un tema tan interesante… ¡¡Comida!! (sí, bueno, una que le gusta «el buen comer»).
    Me gusta cómo suena esta peli… generalmente tengo que admitir que las palabras «comedia romántica» suelen echarme para atrás, pero ésta sí suena bien.
    En cuanto a la Zetayons… mi padre trajo ayer una película (made in «El Charco la` Pava») sobre el Gran Houdini (la de «El Último Gran Mago»), y sale ella… tenía intención de ver la película porque me llama la atención el tema de los magos, y la vida del circo y el espectáculo en general cuando no había tele ni nada de eso, pero, pfff… fue salir esta tía tan empalagosa y se me quitaron las ganas de verla; no sé que tiene, pero me duerme más que mi profesor de Arte Renacentista, y créeme, que eso es mucho decir.
    Besos.
    Rosa.

  9. Uy, qué bien, esta me la sé. La vi hace unos dos años y me encantó. Es deliciosa, como el adjetivo del título. Y sí, el tratamiento es totalmente diferente, huye de lo excesivamente melifluo a lo que nos tienen acostumbrados.
    Un abrazo.

  10. – Es que al remake grngo le faltó el verdadero sabor latino.

    Esta me la vi de estreno, creo, porque la recuerdo muy, muy a fogonazos. El tema de la cocina me interesa, porque me gusta mucho, mucho cocinar. Y tú atmbién con sobrina, no me lo imaginaba. ¿Qué tal tío eres: la llevas en hombros?

    Un fuerte abrazo,

  11. Eso es, Virginia, un ejemplo estupendo de lo que es una elección de casting acertada y otra realizada pensando en las musarañas de los contratos publicitarios. La Z no le llega a Martina Gedeck ni al delantal…
    Gracias a ti.

    Rosa, esta película dignifica las comedias románticas, género del que servidor abomina casi totalmente (hay excepciones muy saludables). La Z, pues eso, en «La máscara del Zorro» estaba guapísima, pero, ¿tiene talento? En «Traffic» parecía que sí. Pero va a ser que no.
    Besos

    Carlota, ¡welcome! Es una película sencilla, normal, sin tontadas. Vamos, al revés de lo que suelen hacer los americanos en cuanto un personaje se «encandila».
    Abrazos

    Malvisto, el remake americano, entre lo que le faltó y lo que le sobró, es para la papelera. Querido Andrés, no tengo una sobrina, sino dos. No las llevo en hombros por una razón de vértigo (que yo mido más de uno noventa…), pero la achucho, la abrazo y le hago cosquillas constantemente.
    Abrazos

  12. una película deliciosa de verdad, pero nada empalagosa, y esta sección promete traernos manjares magníficos con la maestría con que cocinas estos artículos, Alfredo… sí que va a ser para chuparse los dedos, ¡qué suerte tenemos! Un saludo.

  13. Bueno, bueno, pues otra para la lista. Me gusta ese tipo de cine sencillo y noble que comentas….creo que disfrutaré.
    Genial ese montaje de Playmobil con la magnífica canción de Conte. ¡Espera que lo vea mi hijo! (es fan acérrimo de los moñacos esos).
    A la Catherine olvídala. Por supuesto.
    Besooooos.

  14. Samuel, intentaremos también poner algo de postre que esté a la altura, ja, ja.
    Saludos

    Mima, a ti ésta te va a gustar, fijo que sí. El vídeo es una marcianada muy simpática.
    Besotes

  15. Hola, antes que nada quiero felicitarte por el aniversario del blog. Este espacio es un verdadero deleite para aquellos que amamos el cine. En cuanto a esta sección, creo que es muy buena por la polémica que genera. Saludos!

  16. Por «tu» culpa, la he visto, y sí es deliciosamente sabrosa, sencilla y honesta. No esconde nada. Como la vida misma, de repente te cambia sin avisar.

    un abrzo.

  17. Esta película la ví por La2, al principio no me llamaba mucho la atención, pero no sé, noté algo y me quedé a verla. Y me menos mal que lo hice. Me gustó mucho. Y tienes razón con lo del vecino.

    Ya decía yo de que me sonaba Sergio Castellito, ahora que acabo de leer el comenterio de Sonia lo ubico. De Paris je t’aime me encanta el primer corto que es donde sale preguntándose como un hombre como él: antento, divertido, encantador según su madre, con un buen trabajo, un buen coche, una buena casa y disponible, todavía sigue soltero… Ahí me parece absolutamente genial.

  18. A veces es así, Missing, uno empieza a ver algo sin saber por qué y termina hechizado. Castellito es uno de mis actores europeos favoritos (te recomiendo una película franco-italo-alemana titulada «Vete a saber», en la que interpreta a un director teatral). Y sobre lo de «Paris, je t’aime», dejémoslo estar, que me recuerda demasiado a mí…

  19. Pues la intentaré buscar en el video club, respecto a «Paris je t’aime», me quedé con ese corto porque en el fondo me identifico con él y como decían en Un, dos, tres: «Hasta ahí puedo leer».

    Besicos!

  20. Anoche vi la película en versión oiriginal subtitulada y me encantó. Lo malo es que terminaba a las cuatro de la madrugada y al final me quedé durmiendo. Me perdí los últimos cinco minutos. ¡Qué rabia!

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