Aquí tenemos al amigo Tom Cruise cual muñequito de playmobil caracterizado como samurai del siglo XIX en miniatura en esta traslación del universo Bailando con lobos al Japón que empezaba a nacer a la modernidad. Porque esta cinta de Edward Zwick filmada en 2003 no es más que eso, la traslación de planos, perfiles de personajes, situaciones y sensaciones de las verdes praderas de Dakota a las montañosas zonas rurales japonesas.
Tenemos a un militar americano (primer paralelismo) que tras la Guerra de Secesión (segundo paralelismo) se siente vacío, triste, desencantado, encuentra que en el mundo todo es vacuo, que no hay lugar para el honor, para el sacrificio, que los grandes valores humanos son papel mojado, que todo es devorado por lo material, por lo inmediato, por lo intrascendente (tercer paralelismo) y, con el trauma interno de haber contemplado toda la enorme capacidad de barbarie humana en una guerra, aprovecha una oferta del gobierno japonés para el adiestramiento de su nuevo ejército para marchar a una lejana tierra de frontera (cuarto paralelismo) y poder dedicarse tranquilamente a hurgar dentro de él mismo. Japón, un país medieval, todavía inmerso en las luchas de shogunes, samurais y señores de la guerra, fue obligado a mediados del siglo XIX a abrirse a occidente (es decir, al comercio norteamericano) cuando una flota estadounidense entró a la fuerza en el puerto de la capital nipona. El emperador fue convencido (u obligado, tanto da) de las bondades de la modernidad, y en tiempo récord (no en vano, en 1904-05 se convirtió en la primera potencia asiática en derrotar militarmente con un ejército moderno y organizado a un imperio colonial, el ruso, en la cruda guerra que los enfrentó) reconvirtió su anquilosado país en un ejemplo de desarrollo económico que dura hasta hoy. Para ello, el emperador debía acabar con los últimos vestigios de los señores de la guerra, los samuráis, y para ello, oficiales extranjeros adiestraban a sus nuevas y modernizadas tropas para terminar con ellos.
Así que allí tenemos al amigo Cruise (al que ya cuesta imaginar como militar) adiestrando a unos torpes soldados que no saben ni por qué extremo dispara el rifle para el combate con los feroces guerreros japoneses. El combate es todo un desastre y él es capturado, y hete aquí que, poco a poco descubriendo las bondades de esa forma tradicional de vida que aún conserva los puros valores del ser humano que él ha creído que ya habían muerto (quinto paralelismo), se va integrando en la vida de los samuráis, hasta hacerle desertar de su primera misión y pasarse al enemigo, convirtiéndose en uno de ellos (sexto paralelismo) e incluso enamorándose de una de ellas (séptimo paralelismo). No le será fácil, porque habrá de superar un gran choque cultural (octavo paralelismo) e incluso contará con la oposición de algunos guerreros que, no obstante, terminarán reconociendo su valía (noveno paralelismo), y finalmente será un miembro respetado de la comunidad (décimo paralelismo) hasta que los guíe junto al líder al combate final en el que toda una civilización dirá adiós (paralelismo ad náuseam…).
Todo lo cual significa que toda esta historia ya la habíamos visto, y que si en la cinta de Kevin Costner no había ya nada que no nos sonara, más aún se puede decir esto de esta intrascendente e innecesaria repetición de uno por uno los mismos tópicos, en la que solamente el exótico marco de las montañas japonesas, las grandes tomas de los fenomenales paisajes de la zona y cierto retrato costumbrista que, pese a todo, está muy alejado de la pureza y desnudez del verdadero cine japonés, hacen que esto valga un visionado. Pretendidamente a la altura de los grandes clásicos japoneses de combates, luchas y batallas, se queda a mil kilómetros en cuanto a la espectacularidad (no llega ni a la categoría de mascletá si la comparamos, por ejemplo, con las batallas de Ran, de Kurosawa, por ejemplo), la profundidad, reflexión o capacidad de penetración en la filosofía y norma de vida de la sociedad guerrera tradicional (cualquier película de Kurosawa, Yamada, Imamura, Inagi) o la plasmación de su cultura o sus costumbres (en la que ni por asomo muestra nada parecido a, por ejemplo, La balada de Narayama).
En resumidas cuentas, la típica película americana para americanos en la que, profundos desconocedores de todo lo que exceda sus fronteras, con unos ojos rasgados, unos kimonos y unas pocas katanas se imaginan que lo que están viendo es un Japón verosímil y realista, aunque los valores y la idiosincrasia de los personajes que aparecen sean un mero transplante de una pobreza ideológica e intelectual propiamente estadounidense y de su falsa cultura del heroísmo, y en la que cualquier esfuerzo, intención, deseo de penetrar en lo que significa una cultura, una filosofía, un modo de vida tradicional, en comunión con la naturaleza y guiado por unos valores antiquísimos, casi ancestrales, brille por su ausencia, quedando todo reducido egoístamente al personaje de Cruise (americano), a su evolución y sus cambios internos. Simplemente tonto.
Acusados: Tom Cruise y Edward Zwick
Atenuantes: la fotografía, los paisajes, la belleza de algunas tomas
Agravantes: Tom Cruise, la falta de originalidad, lo plano de la historia
Sentencia: culpables
Condena: transplantar el mundo de Bailando con Lobos al personaje de Torrente, con Cruise como protagonista.
Ji, ji, ji. Eres maaaalo, Escalones. Yo la vi en un viaje en autobús Bilbao-Madrid y para esa circunstancia es perfecta.
Noe, en autobús mandaba yo a estos dos no te quiero decir adónde… Para cubrir un par de horas si uno no tiene otra cosa que hacer, ni un libro, ni otra película ni la radio ni un buen compañero de asiento, vale. Pero si el viaje hubiese sido a otro sitio quizá hubiera merecido más la pena mirar el paisaje.
De todas formas, hoy me apetecía sacar la mala baba a pasear…
Pufff…que ojo clínico tengo, jeje. Me la recomendó mucha gente, ya que saben de mi pasión por Asia, y por Japón entre los que más. Uno que ha visto mucho cine japonés, tenía sus reparos, y no la he visto aún, debo ser el único, pero es que me olía mal, muy mal, tan mal como «Memorias de una geisha» que tampoco he visto aún. Igual me pongo una sesión doble de ambas y tienen que lobotomizarme XXDD
Saludos Alfredo, gran reseña, muy buena!
Mira, el Cruise me provoca una urticaria salvaje desde hace muuuuucho tiempo y tengo más que claro que tiene de espiritual lo que yo de bailarina de can-can así que ni hablar de tragarme esta.
Que si, que soy demasiado visceral, que igual me podría sorprender…pero no puedo maño, me pegaría toda la película mordiéndome la lengua y no es plan. Ya haré penitencia de otra forma.
Yo lo condenaba a picar zanjas en verano. Sin compasión tío.
Muy decepcionante, y lamento decir que me la tuve que tragar porque a mi madre le gusta el Cruise. Todo sea por tener contenta a la familia.
Besos.
A mí es que este chico no me convence de nada, bueno, de vampiro sí, un poquitillo al menos.
Y los americanos son especialistas en resumir cientos de años de cultura y tradiciones en cuatro o cinco elementos costumbristas; y lo malo es que es esto lo que prevalece, vamos que nos contamina.
Y que sea el último. (Por cierto, ¿alguien vio al tom? Se perdia en el traje).
abrazos,
Gracias, Iván. Ya me dirás dónde compraste el ojo clínico ese… Hiciste muy bien, es una desvirtuación absoluta de todo lo grande que es el buen cine japonés, como digo, es como playmobil. Todo es tópico, repetitivo y para nada original, en todo innecesaria. Quien quiera saber de samuráis, que vea «47 Ronin» y fuera mandangas.
Por otro lado, me preocupas. Te escapas por los pelos de la mayor parte de los bodrios, pero hay gente que te los recomienda. ¿Tú crees que te quieren?
Un abrazo
Mima, de visceral nada, me parece que te quedas corta… Te entiendo muy bien. Tom Cruise es una de las grandes farsas del showbusiness del cine moderno, un tipo que, excepto en un par de películas en las que verdaderamente demuestra que si eligiera mejor y dejaran de hacer de guaperas y chulito podría hacer grandes cosas, resulta igualito que un maniquí insustancial.
Besos
Lucía, una madre es una madre. Para eso hay salvoconducto. Disculpada.
Besos
Minerva, recuerda «Nacido el 4 de julio» y «Magnolia». Excepto en esas dos, no vale para nada. Horroroso. Lo has dicho estupendamente; los americanos son especialistas en resumir.
Malvisto, ojalá. Tengo entendido que el traje le sirvió perfectamente, aunque con algunos arreglos, porque pertenecía al hijo pequeño del protagonista japonés y con nueve años le sacaba la cabeza…
Por cierto, habemus cambio de imagen…
Abrazos
XXXXDDDD, por eso me estoy cuestionando mis amistades Alfredo, por las recomendaciones, jaja, no…es broma, lo que pasa que me recomiendan las que ven supongo, y estas tan comerciales las ve casi todo el mundo. Aunque debo reconocerte que veo cine muy muy malo, pero bueno, lo que me irrita son esas producciones con pretensiones que se quedan en terreno de nadie, la indiferencia es lo peor en el mundo del cine, si la que veo es mala, que lo sea de verdad XXDD.
Saludos!
En fin, el espectador es la víctima de nuestro tiempo. Los telediarios, los falsos profetas del marketing. Creo que no valoramos lo suficiente la enorme dificultad que supone escapar de todo eso.
Estoy de acuerdo contigo. El cine malo, lamentable, debe existir, pero sin disfraz. Actualmente hay muchos «Ed Woods» que quieren disfrazarse de «John Fords».
Un abrazo
Otra que me tragué con mis padres (empiezo a pensar que lo hacen para ver si me independizo de una vez)… una americanada como hay pocas, me imagino que a los japoneses se les habrá pasado por la cabeza lo que a los españoles cuando vimos su maravillosa adaptación de las costumbres españolas en Misión Imposible II (Cruise otra vez, por cierto).
¿Que tienen que representar la cultura española? Toros, flamenco y semana santa.
¿Que tienen que representar la cultura japonesa? Catanas, kimonos (por cierto, que por si no resultaba bastante insultante también dedicaron parte del tiempo a reírse de la vestimenta tradicional: cuando Cruise le pregunta a un Samurái que porqué llevaba falda o algo así, y luego en el momento pretendidamente cómico en el que mira para un lado y para el otro antes de salir con el kimono, supongo que a los japoneses les encantaría).
En fin… muy del gusto yankee.
Besos.
Rosa.
Rosa, creo que tus padres quieren decirte algo… Es broma. Tienes mucha razón, es no tanto un desprecio consciente como un desinterés (lo cual no sé qué es peor) por todo lo que no sea suyo. Lo cual convierte a todos los norteamericanos que se dejan llevar de este modo, en unos enormes paletos.
Besos
Lo peor de películas como éstas es que encima les quieren meter una carga trascendental y significativa…
En fin, cuanto dinero malgastado…
Un saludo.
Así, es dinero y tiempo.
Saludos
cruise convierte casi cualquier pelicula, por buena que sea, en una tienda de horrores, pero si usted hubiera visto los documentales que juzgué en Lleida estaría de acuerdo conmigo en que hay horrores más insoportables que los cinematográfico/estéticos y son los que algunos hombres infringen a otros hombres en la llamada vida real, en realidad más plebeya que aristocrática.
Pero qué te parece: es que ya mi cara a cada rato cansa: esty haciendo pruebas…. aja, y ya me enteré de CIERTAS cosas: jajajaj
fuerte abrazo,
A mi Tom Cruise es un actor que tampoco termina de ocnvencerme. Sólo le he visto soberbio en Nacido el cuatro de Julio y Entrevista con un vampiro. En todas las demás no está a la altura de todo el marketing que le precede. La peli escora no sólo por el débil actor, el desconocimiento yanqui de la realidad que trata de trasladar a la pantalla grande y, si se me permite, por la estupidez del guión.
Cacho de Pan, no me cabe ninguna duda de eso. Saludos.
Malvisto, no está mal, pero tiene un preocupante parecido con «avión dirigiéndose a las Torres Gemelas» que no sé yo… Oye, aclárame eso de CIERTAS cosas… ¿Seguro que son ciertas?
Abrazos, hermano
Eva, si no has visto a Cruise en «Magnolia» de Paul Thomas Anderson, te sorprenderá mucho. En cuanto al fracaso de la película, tienes razón, sobre todo en las debilidades de guión, como hemos visto, limitado a fusilar historias previas.
Saludos
Pues siento ir a contracorriente pero a mi me gustó el último samurai, es puro cine de entretenimiento, bien hecho. Sobra Tom Cruise y sobra aún más su patético final (joder, debería palmarla!), pero como bien dices, la fotografía es preciosa y la banda sonora a lo gladiator no está nada mal. cierto es que no es comparable con el cine de kurosawa o la reciente triología de Yamada, y que es Bailando con samuráis, pero no la veo tan horrorosa como vosotros 🙂
he accedido a tu blog gracias al link de Ivan del reducto cinéfilo, te invito a pasarte por el mío, está en catalán pero lo puedes traducir con el traductor. ya te he linkado,espero que no te importe, enhorabuena por el blog!
Gracias por tu visita, Marchelo, y por tu comentario. En realidad en esta sección aprovechamos para dar rienda suelta al sentido del humor quemándonos un poquitín, y a veces demasiado con el «cine anunciado en T.V.». Eso sí, intentamos escoger películas que se lo merezcan o sobre las que haya controversia.
Te enlazo ya. No importa que esté en catalán, porque algo entiendo.
Saludos, e idénticas enhorabuenas
Gracias, espero no haber perdido mi poca reputación al afirmar que me gustó el último samurái jeje me gusta esta sección de la tienda de los horrores!
A mí me pareció un tedio de película, menos mal que cuando la ví no tuve que pagar por ella (era en un cine de verano).
Por cierto, ¿que te parece la habitación de Fermat? ¿Qué opinas de ella?
Besicos!!
Para nada, Marchelo. Si observas en entradas anteriores, yo confesçé hace poco mi admiración por el dúo Bud Spencer y Terence Hill…
Missing, de eso que te libraste. Pero oye, ni gratis.
En cuanto a la película que comentas, me pareció interesante. Los actores (no todos), un poco justos, no demasiado naturales, pero el planteamiento es original, al menos se sale de lo habitual en el cine español, y eso siempre es de agradecer. Yo recomiendo verla al menos una vez.
Besos
Creo que te has dejado una atenuante: para mí, por lo menos, fue una satisfacción ver la composición de Ken Watanabe como señor de los samurais, lo único salvable del engendro.
Saludos.
(Puse un enlace a éste en mi bloc; espero que no moleste)
Pues tienes mucha razón, Josep. En realidad está tan bien que parece que lo han transplantado de una película clásica japonesa y lo han soltado ahí enmedio. Vamos, como mosca en leche. Pero al César lo que es del César, como debe ser.
Y en absoluto me molesta que me enlaces, al contrario. Es más, no conocía tu blog y me voy a zambullir en él ya mismo.
Saludos
Vaya, me alegro de tener un compañero de camiseta «Yo odio a tito Tom». Aún admitiendo que, después de George Lucas, es el tipo más listo que pasea por Hollywood, se me hacen muy cuesta arriba sus mohínes, sus risitas y su chulopiscinismo. Su mejor papel, sin duda, el de «Magnolia», en que P. T. Anderson explota a la perfección las características excesivas de Tom y las pone al sevicio de un personaje magnífico, exhuberante («¡Respetar la polla!»). Por lo demás, se mueve entre el esforzado cumplimiento («Leones por corderos») y la parodia involuntaria («Misión imposible 2»), con alguna chispa de meritaje como en «Nacido el 4 de julio». Esta película es por, para, según, sobre y tras Tom Cruise, con unas cuantas postalitas bien monas para hipnotizar al espectador poco exigente. Lo mejor, desde luego, Ken Watanabe. Saludos desde la Linterna.
Hombre, tanto como odiarlo… No me gusta, simplemente, ni considero que sea tan listo. La gente en general sobrevalora el hecho de ganar dinero de manera fácil como un mérito.
Sobre la película, en efecto es un publirreportaje sobre él bastante tonto.
Saludos
Tom Cruise se interpresa a sí mismo en todos los papeles. Se disfrace de lo que se disfrace, sus personajes carecen de contenido, de matices, de verosimilitud. En “El último samurai” el papel de capitán Algren le va que ni pintado. La apertura de Japón al mundo occidental daba para mucho más, pero el empeño se quedó en una aceptable fotografía y un excelente trabajo de Watanabe, que eclipsa a Cruise en todas las escenas en las que aparecen juntos.
Saludos.
Pues así es, María. El amigo Tom es lo más parecido a un teleñeco desde la cerdita Peggy… excepto cuando le da por hacerlo bien, pocas, muy pocas, poquísimas veces.
Saludos
exelente película me encantó como se le veía la melena a tom, y ese super candadito su rostro era espectacular; super sexy jajaja!!! yo no se que tanto critican!!! o a caso tu eres mejor q el? exelente actor me encanta!!!
tom te amo jajaja!!!! algún problema con eso… jeje!! 🙂
Narbey, no soy mejor. Pero soy de verdad, no un teleñeco.
Yo diría que el problema lo tienes tú.
es la pelicula mas ermosa de todas es la mejor
José, perdona que te diga, pero no has visto cine en tu vida. Si lo hubieras hecho no afirmarías tamaña insensatez.
Mi nombre es Rafael Guerra Pratico Aikido en Venezuela Caracas y comentado sobre la pelicula. El último samurái me gusto mucho!! tubieron que meterce mucho sobre el arte del samurai profundisarce… me gustaria mucho otra pelicula como esta. El último samurái
En fin, Rafael, me sorprende, siendo como pareces un entusiasta de las artes marciales y del cine de samuráis, que te guste esta película tan mala; personalmente te recomiendo los clásicos de Kurosawa, o incluso los «47 Ronin» de Inagi, y olvídate de esta película nefasta.
Espero que los yankis no hagan «el último torero». Tiemblo de pensar cómo pueden tratar la cultura española tal como han tratado a los nipones.
Yo también lo espero, aunque es lo que suelen hacer, generalmente no tanto por ignorancia como por falta de interés, y por tanto, de respeto.
Perdón, pero creo que el comentario no es justo. Precisamente porque no busca criticar el fondo de la inteción tanto del tema como del director. La palícula es claramente una protesta,exactamente por lo que dices, lo cito: «Japón, un país medieval, todavía inmerso en las luchas de shogunes, samurais y señores de la guerra, fue obligado a mediados del siglo XIX a abrirse a occidente (es decir, al comercio norteamericano) cuando una flota estadounidense entró a la fuerza en el puerto de la capital nipona. El emperador fue convencido (u obligado, tanto da) de las bondades de la modernidad, y en tiempo récord (no en vano, en 1904-05 se convirtió en la primera potencia asiática en derrotar militarmente con un ejército moderno y organizado a un imperio colonial, el ruso, en la cruda guerra que los enfrentó) reconvirtió su anquilosado país en un ejemplo de desarrollo económico que dura hasta hoy. Para ello, el emperador debía acabar con los últimos vestigios de los señores de la guerra, los samuráis, y para ello, oficiales extranjeros adiestraban a sus nuevas y modernizadas tropas para terminar con ellos.», parte de comentario que me parececertero y riguroso.
Pero además el filme es una denuncia a lo mismo que comentas. ¿Que es un refrito de otra cosa? Estoy de acuerdo, pero prefiero estos refritos a otros que simplemente dan asquean. ¿Que fue una irrupción, una impsición? También estoy de acuerdo. ¿Que tuvo mucho de sensiblería holliwudense? Si, pero insisto. Hay cosas mucho peores, y claramente esta película, sin ser lo que en rigor debiera, algo es algo…
Ah! Y claro, se agredece tu espacio, muy bien!
Creo, en efecto, Alejandro, que el comentario no es justo: fui demasiado benévolo…
Grcias por pasarte por aquí y comentar. Sólo que no creo que porque el nivel sea habitualmente bajo, ésta lo mejore. Al contrario, forma parte de la devaluación habitual.
Un saludo.
exelente película me encantó como se le veía la melena a tom, y ese super candadito su rostro era espectacular; super sexy jajaja!!! yo no se que tanto critican!!! o a caso tu eres mejor q el? exelente actor me encanta!!!
narbey dijo esto en octubre 2, 2008 a 7:50 pm | Responder
tom te amo jajaja!!!! algún problema con eso… jeje!!
la nena!!! dijo esto en octubre 2, 2008 a 7:55 pm | Responder
Narbey, no soy mejor. Pero soy de verdad, no un teleñeco.
Yo diría que el problema lo tienes tú.
39escalones dijo esto en octubre 3, 2008 a 6:31 am | Responder
[…] con lobos en el lejano oriente, con un cuchillo más largo y ojos rasgados, que ya despedazamos aquí en su día) sería perfecto. Aunque ha hecho una película algo decente (Diamante de sangre), no […]
La tienda de los horrores – Resistencia « 39escalones dijo esto en febrero 14, 2009 a 12:04 am | Responder
es la pelicula mas ermosa de todas es la mejor
jose dijo esto en febrero 17, 2009 a 12:51 am | Responder
José, perdona que te diga, pero no has visto cine en tu vida. Si lo hubieras hecho no afirmarías tamaña insensatez.
39escalones dijo esto en febrero 17, 2009 a 7:18 am | Responder
Mi nombre es Rafael Guerra Pratico Aikido en Venezuela Caracas y comentado sobre la pelicula. El último samurái me gusto mucho!! tubieron que meterce mucho sobre el arte del samurai profundisarce… me gustaria mucho otra pelicula como esta. El último samurái
Rafael Guerra dijo esto en agosto 3, 2009 a 9:08 pm | Responder
En fin, Rafael, me sorprende, siendo como pareces un entusiasta de las artes marciales y del cine de samuráis, que te guste esta película tan mala; personalmente te recomiendo los clásicos de Kurosawa, o incluso los “47 Ronin” de Inagi, y olvídate de esta película nefasta.
39escalones dijo esto en agosto 4, 2009 a 4:35 pm | Responder
Espero que los yankis no hagan “el último torero”. Tiemblo de pensar cómo pueden tratar la cultura española tal como han tratado a los nipones.
chuaquinalberto dijo esto en agosto 5, 2009 a 7:53 am | Responder
Yo también lo espero, aunque es lo que suelen hacer, generalmente no tanto por ignorancia como por falta de interés, y por tanto, de respeto.
39escalones dijo esto en agosto 5, 2009 a 10:17 am | Responder
Perdón, pero creo que el comentario no es justo. Precisamente porque no busca criticar el fondo de la inteción tanto del tema como del director. La palícula es claramente una protesta,exactamente por lo que dices, lo cito: “Japón, un país medieval, todavía inmerso en las luchas de shogunes, samurais y señores de la guerra, fue obligado a mediados del siglo XIX a abrirse a occidente (es decir, al comercio norteamericano) cuando una flota estadounidense entró a la fuerza en el puerto de la capital nipona. El emperador fue convencido (u obligado, tanto da) de las bondades de la modernidad, y en tiempo récord (no en vano, en 1904-05 se convirtió en la primera potencia asiática en derrotar militarmente con un ejército moderno y organizado a un imperio colonial, el ruso, en la cruda guerra que los enfrentó) reconvirtió su anquilosado país en un ejemplo de desarrollo económico que dura hasta hoy. Para ello, el emperador debía acabar con los últimos vestigios de los señores de la guerra, los samuráis, y para ello, oficiales extranjeros adiestraban a sus nuevas y modernizadas tropas para terminar con ellos.”, parte de comentario que me parececertero y riguroso.
Pero además el filme es una denuncia a lo mismo que comentas. ¿Que es un refrito de otra cosa? Estoy de acuerdo, pero prefiero estos refritos a otros que simplemente dan asquean. ¿Que fue una irrupción, una impsición? También estoy de acuerdo. ¿Que tuvo mucho de sensiblería holliwudense? Si, pero insisto. Hay cosas mucho peores, y claramente esta película, sin ser lo que en rigor debiera, algo es algo…
Ah! Y claro, se agredece tu espacio, muy bien!
Alejandro dijo esto en agosto 17, 2009 a 4:43 pm | Responder
Creo, en efecto, Alejandro, que el comentario no es justo: fui demasiado benévolo…
Grcias por pasarte por aquí y comentar. Sólo que no creo que porque el nivel sea habitualmente bajo, ésta lo mejore. Al contrario, forma parte de la devaluación habitual.
Un saludo.
Vaya, Erick, en una clasificación de los comentarios más tontos de estos cinco años, el tuyo entraría en el top ten. Veo que te gustan los actorcetes de juguete…