Alfred Hitchcock presenta – Los «Hitchcocks» que no vieron la luz

Alfred Hitchcock, el auténtico Sir Alfred, no sólo es un cineasta capital para la Historia del cine y del arte del siglo XX por la inmensa calidad de su trabajo, sino también por lo que su figura supuso para la industria del cine como creador capaz de cubrir todos los aspectos de la producción cinematográfica, desde la técnica a la escritura de guiones, desde la publicidad al control financiero, llegando a ser uno de los primeros directores capaces de convertirse en productor de sus propias obras, e incluso, cosa realmente insólita, en constituirse en propietario del negativo de sus propios films. Sin embargo, su audacia, su enorme capacidad, su talento, no estuvieron libres de fracasos, de proyectos que nunca vieron la luz, de frustraciones y derrotas creativas al intentar llevar a la pantalla historias que nunca salieron adelante. Repasamos las más importantes:

Number thirteen: en 1922 Hitchcock se encontraba dando los primeros pasos para superar su condición de rotulista y responsable de dibujos de los estudios filiales de la Paramount en Londres y poco a poco intentaba convencer a los productores de que era capaz de escribir guiones y además de dirigirlos. Su primera película, Woman to woman, vino precedida de un fracaso al rodar una historia escrita por una empleada de los estudios antigua colaboradora de Chaplin que no pasó de dos rollos de filmación ante el abandono del inversor norteamericano de los estudios. La película, inacabada, durmió para siempre el sueño de los justos.

Titanic: en 1939 los últimos éxitos de Hitchcock en el cine británico y su proyección internacional le habían asegurado un contrato con el magnate David O. Selznick, productor de Lo que el viento se llevó, para su desembarco en Hollywood y el rodaje de una película sobre el hundimiento del famoso transatlántico. Hitchcock, nunca convencido del todo de lo ajustado de ese proyecto a sus intereses y métodos de trabajo, era más partidario de rodar Rebeca, sobre la novela de Daphne du Maurier cuyos derechos ya habían sido adquiridos. Durante el año que faltaba para su incorporación efectiva a Selznick International, Hitchcock, mientras rodaba Posada Jamaica para matar el tiempo, intercambió frecuentes comunicaciones con Selznick, y tras varios tiras y aflojas y un complicado intercambio de impresiones con un hombre tan controlador y temperamental como Selznick, con el que Hitchcock nunca se entendió, el Titanic se hundió. Hitchcock debutó en Hollywood con la más inglesa de sus películas americanas.

El naufragio del Mary Deare: en 1958, entre Vértigo y Con la muerte en los talones, Hitchcock coescribió con Ernest Lehman una historia sobre un carguero que es descubierto con un solo tripulante a bordo en medio del Canal de la Mancha. La historia, inspirada en el hecho real de un yate encontrado en pleno Atlántico sin un solo pasajero pero con señales evidentes de estar tripulado e incluso con comida humeante recién servida en los platos nunca fue rodada por el recelo de Hitchcock ante la idea de empezar un film con una intriga en un punto tan álgido que el resto del metraje no pudiera estar a la altura.

La pluma del flamenco: delirante intriga sobre un grupo de indígenas adiestrados por agentes rusos con fines indescriptibles, Hitchcock abandonó la idea de rodarla justo después de haber cancelado El naufragio del Mary Deare cabreado ante la serie de contingencias que le impedían realizar sus propósitos: la falta de población indígena para sumar un número importante de figurantes, la falta de vestuario adecuado (curioso que la vestimenta tribal «típica» de los indígenas sudafricanos hubiera de ser transportada desde Estados Unidos), los exteriores similares a los californianos que le evitaban rodar en África…

Los tres rehenes: primero de los proyectos tras Marnie, la ladrona (1964), se basaba en otra obra de John Buchan, el autor de 39 escalones, llevada al cine por Hitchock en 1935 y tenía que ver con el mundo de la hipnosis. La trama enfrentaba al gobierno británico con un grupo de espías que secuestraba a los hijos de varios mandatarios para chantajear al Estado. Richard Hannay, el personaje protagonista de 39 escalones que encarnó Robert Donat, sería de nuevo quien hubiera de salvar la situación junto a Medina, un tipo sombrío que en realidad sería un doble agente y estaría tratando de hipnotizar a Hannay, quien, dándose cuenta de la argucia, se haría el hipnotizado incluso imitando a perritos en situaciones cómicas. La trama llevaría a Hannay desde los barrios pobres de Londres a los fiordos noruegos. El proyecto nunca salió a flote por la dificultad de mostrar la hipnosis en la pantalla. Según Hitchcock, no era posible separar visualmente lo que era una hipnosis cierta de una fingida, y por tanto sentía que el público creería que se le tomaba el pelo. Hoy en día se echa mucho en falta este grado de respeto al público.

María Rosa: segundo proyecto tras Marnie, era una historia sobrenatural sobre un soldado que descubre, gracias a los padres de su prometida, que ésta desapareció de niña por unos días en una isla de Escocia, que no recuerda nada de su experiencia, pero que nadie supo qué pasó ni dónde estuvo. Cuando una vez casados, ella le sugiere ir a esa misma isla de vacaciones, él cede por temor a refrescarle un recuerdo traumático olvidado, y ella vuelve a desaparecer, y su familia, tras años de búsqueda y de espera, termina por olvidarla. Años más tarde, aparece de nuevo en la isla sin que el tiempo haya pasado por ella. Cuando regresa a casa, su marido es un anciano y sus hijos son mayores. Fallecida, su fantasma habitará la casa familiar. Es el componente sobrenatural lo que hizo a Hitchcock desestimar el rodaje de la historia.

R.R.R.R.: tercer proyecto tras Marnie, escrito en colaboración con los guionistas italianos Age y Scarpelli, trataba de un emigrante italiano a Estados Unidos que, empleado como ascensorista de un hotel, lograba llevar con él a su familia siciliana. Compuesta ésta por ladrones, él intentaba evitar que su propia familia desvalijara el hotel y a sus huéspedes. Hitchcock abandonó la idea por la negligencia de los italianos en cuanto a la estructura cinematográfica. Un poco severo, Sir Alfred, más si cabe viendo los grandes genios que el cine italiano ha dado al cine.

Frenesí; primera versión de 1967: aunque luego titularía de este modo su película londinense de 1972, seis años antes concibió Hitchcock una modernísima y revolucionaria película sobre un estrangulador de rubias en Nueva York que, de haberse rodado, hubiera sido sin duda otra de las grandes obras maestras del mago del suspense. Hitchock la dejó de lado porque contenía ciertos puntos de conexión con Psicosis: joven traumatizado por su difícil relación con su madre estrangula chicas; una de ellas es una mujer policía utilizada como cebo para capturarlo. Sin embargo, los fotogramas descubiertos hace algunos años y sobre todo, algunos metros de película rodados por Hitchock nos revelan lo grande que pudo ser este proyecto: inteligente uso del color, escenas de sexo y desnudos integrales ¡¡¡¡en cine comercial de 1967!!!! Su posterior tratamiento en 1972 no lo desmereció en absoluto, pero siempre quedará la duda de en qué hubiera quedado tan excelente material.

The short night: Catherine Denevue y Walter Matthau primero, y Liv Ullman y Sean Connery después, sonaron para interpretar la que hubiera sido última película de Alfred Hitchcock en 1978 si su salud se lo hubiera permitido. Basado en un hecho real muy próximo a la historia que narra la hitchcockiana El hombre de Mackintosh (John Huston, 1975), la historia, que se habría situado en Finlandia, trataría de un espía inglés al servicio de los soviéticos que huiría de su prisión en Londres y se encaminaría a Moscú tras recoger a su familia en una isla del Báltico. Un espía norteamericano, enviado allí para capturar al doble agente, se enamoraría de su mujer y el drama giraría en torno al amor y el sentido del deber que culminaría en una persecución en un tren en la frontera de la URSS. La película nunca pasó de la pre-producción. Alma Reville, esposa de Hitchcock, había quedado impedida tras el rodaje de Frenesí seis años antes. Hitchcock apenas podía moverse ya por sí mismo, y aunque había hecho un viaje a Finlandia para rodar exteriores y una segunda unidad rodó varias escenas y planos por la costa, la película se perdió en los despachos, en la burocracia y en la eterna reescritura de un guión, de nuevo con Ernest Lehman, y nunca salió a flote.

33 comentarios sobre “Alfred Hitchcock presenta – Los «Hitchcocks» que no vieron la luz

  1. Quiero felicitarte especialmente por este post, Alfredo. Es notable. Admiro la obra de Alfred Hitchcock, y tu texto ofrece un recorrido magnífico sobre ésta.

    Hace algunos años había un programa en la televisión, era semanal, en el que hablaban de Hitchcock, una especie de mesa redonda, y luego pasaban una película. Muchas de las que rodaban me daban miedo, pero no me movía de ahi, eran (son) excelentes.

  2. ¿Que hubiese hecho Hitchcock de Titanic?, que curioso.
    Y esa del barco a la deriva con un pasajero hubiese sido fantástica…
    Genial repaso por la «papelera» del genio Escalones. Sorprende leer algunas de sus razones para desechar proyectos pero, como dices, quizá él o su tiempo tenían más respeto por el espectador.
    Contigo nunca te levantarás sin saber una cosa mas.
    Abrazos.

  3. En realidad, Magda, son proyectos bien conocidos, él mismo habló de la mayoría de ellos a Truffaut en su famosa entrevista convertida en libro.
    Qué buena era antes la televisión…

    Mima, pues seguramente con «Titanic» hubiese hecho una película, algo que no ha ocurrido después… En cualquier caso, son proyectos hitchcockianos bastante conocidos. Otros, más subterráneos, quedan para otra vez.
    Besos

  4. La que despierta mi curiosidad es la Pluma del Flamenco ¿indígenas adiestrados por los rusos? Bueno, tampoco es tan descabellado, cosas peores se han visto.
    Opino como La Mima, contigo siempre se aprenden un motón de cosas.
    Un abrazo.

  5. Pues sí, Lucía, pero no unos indígenas cualesquiera, sino puros zulúes con denominación de origen 100% sudafricana. Hitchcock estuvo allí en persona buscando medios técnicos y localizaciones. Abandonó por agotamiento.
    Un abrazo

  6. Excelente repaso a lo que pudo ser y no fue.
    Es cierto que los grandes del cine siempre han tenido un gran respeto por la inteligencia de su público.
    me has puesto la miel en la boca al indicar que tienes más datos de proyectos no nacidos… ¡Adelante!
    Saludos.

  7. Decir que este post es maravilloso es poco. Había leído algunos detalles de estas obras en biografías de este genial director. También comenta algo en el libro de la entrevista que le hizo Truffaut. Pero no había visto tan buen resumen de todos estos proyectos inacabados.

    Mil gracias por esta entrada, de mis favoritas, porque además me gustan hasta las obras «menores» de este maestro del cine.

    Saludos!!!

  8. Gran post Alfredo.Me gusta tanto que poseo toda una sección en mi biblioteca de colecciones de relatos seleccionados por él:»Relatos que me asustaron».»Prohibido a los nerviosos»,etc.Que tiempos…Estaríamos viendo sin descanso la magnífica serie del maestro Hitchcock y The Twilight Zone del otro maestro Rod Serling.

    Gran post.Un fuerte abrazo.

  9. No sabía que a Hitchcock le gustara la comedia. A lo mejor me confundo pero no creo recordar que rodara ninguna, ¿no? Es que me ha sorprendido la película de los indígenas. ¿Has visto la versión primera de Frenesí? Besos

  10. A mí lo que más me ha llamado la atención son las razones por las que abandonó algunos de los proyectos: como lo de la hipnosis, o el proyecto que abandonó porque tenía varios puntos en común con Psicosis… eso sí que es respeto por el público, y también demuestra que era exigente consigo mismo, ¿Cuántos directores de los de hoy en día se preocupan por no repetirse o por no repetir hasta la saciedad lo que ya se ha hecho 100 veces?
    Como la Mima, yo también me pregunto qué hubiera sido de ese Titanic… una cosa seguro: hubiera mejor que ese pastelón indigerible de dos horas con DiCaprio y Kate Winslett intercambiando cursiladas y tontunas varias.
    Besos.
    Rosa.

  11. Josep, además de otros proyectos, es fascinante enterarse de cuáles fueron sus primeras opciones para interpretar personajes que hoy sólo podemos evocar con la piel de los actores que conocemos. Tremendo. Iremos viendo.
    Saludos

    Gracias, Alberto. Es mi director favorito, creo que se nota. Me fascina no sólo por su perfección técnica, sino por toda la psicología traumática que subyace bajo la capa del suspense. Así como Buñuel fue un genio rebuscando entre lo que ni siquiera nosotros sabemos de nosotros mismos, Hitchcock saca nuestros muertos del armario, los que no queremos que nadie vea. Y en efecto, como con los gorrinos, de Hitchcock me gustan hasta los andares.
    Saludos

    Gracias, Francisco. ¿Y qué me dices de sus programas de T.V.? La de grandes directores y actores que trabajaron o que pudieron darse a conocer gracias a ella, como Sidney Lumet, sin ir más lejos. A mí fueron estos libros los que me engancharon a la literatura desde bien jovencito.
    Un gran abrazo

    Missing, más que gustarle la comedia, le gustaba la ironía, tomar el pelo. En realidad lo de los indígenas iba muy, muy en serio. Por otro lado, sí rodó una comedia, de la que él mismo abominaba como la peor de sus películas «Mr. and Mrs. Smith» (¿no te recuerda el título de una vomitiva película de Brad Pitt y Angelina Jolie?). La rodó en 1941 y pretendía ser una típica comedia americana al estilo Hawks o Cukor. Fracasó, claro, pero es que fue una petición de Carole Lombard, magnífica y hermosísima actriz (la de, entre otras, «Ser o no ser», de Lubitsch), esposa de Clark Gable (que interpretó «Lo que el viento se llevó» para costear su costosísimo divorcio y poder casarse con la Lombard). Ambos eran amigos personales de Hitchcock, los que le acogieron cuando llegó a América, y él se sintió obligado.
    Por otro lado, la primera versión de «Frenesí», la de 1967 no se completó, así que nunca fue rodada, aparte de las tomas que yo puede ver en un documental sobre Hitchcock y su relación con las pinturas de Edward Hopper.
    Uf, qué cansado estoy…
    Besos

    Rosa, aporte fundamental el tuyo. Ahora nadie arriesga porque el dinero es lo primero. Hitchcock perdió miles de dólares con películas que ahora son de culto pero entonces fracasaron. Se arriesgaba, y ganaba o perdía. Ahora nadie quiere perder, porque con el dinero que se maneja un fracaso acerca la ruina de los estudios. Interesante tema que es demasiado amplio para el espacio que tenemos.
    Besos

  12. Gracias, Entrenómadas. Ayer había quedado para una cena (a la que llegué media hora tarde, por cierto, con lo poco que me gusta a mí retrasarme), pero la sangre no llegó al río. Procuraré manejar mejor mi agenda…
    Besos

  13. Siempre me pareció un director atrevido en cuanto a las escenas a rodar, me dió la sensación de un gran voyeur en ciertas escenas de féminas, hubiera estado viendo visionar el primer material del descartado frenesí.

    Saludos…

  14. Así es, Troncha, llegó incluso a realizar películas por el mero gusto de explorar técnicas o lenguajes nuevos, sin que la trama le importara lo más mínimo.
    Y como voyeur y sido, y es, el mejor del cine.
    Saludos

  15. Maldita sea, me tengo que ir a cenar y no puedo leerme la entrada entera, me la reservo para más tarde o mañana, pero ésta no se me escapa, que Hitch es mi Dios, jeje.
    Saludos Alfredo…volveré a comentar por aquí eh, XD

  16. ¡wO! qué magnífico post. Deberían conocerse siempre los proyectos nonnatos o inacabados de los genios como Htch. Aportan mucha información. Me lo he pasado genial leyendo todo esto que cuentas. ¿De dónde sacas tanta información, mon cheri? Chaque jours vous êtes plus grand, oh , la, la!

  17. Jo, Luisa, tengo un poco oxidados mis conocimientos de francés, pero me suena precioso… Hay verdaderas sorpresas cuando se bucea un poco en los proyectos que se quedaron a medio gas: los de Buñuel resultan igualmente fascinantes, por ejemplo. Sobre todo dan pie a imaginar qué hubieran podido hacer.
    Merci et baisers (¿se dice asín?)

  18. Pues la que dices de Mr y Mrs Smith no sabía que era de Hitchcock, lo que he visto ha sido una serie basada supongo que en eso personajes, al Pitt y a la Jolie no he tenido tiempo de verlos. Hombre si estás cansado descansa, ¿no Doctor 39?

  19. En España, Missing, la película se llama «Matrimonio original». De Pitt y Jolie, mejor que pases.
    Nada de descansar, me encanta responder vuestros comentarios y compartir tantas películas con vosotros. Aunque me enrollo mucho.
    Besos

  20. Es verdad, Cacho de Pan, deberían irse sin sufrir ni hacer ruido. De todos los proyectos que se fueron al traste, el primer «Frenesí» y esta última son los que a mí personalmente más expectativas me despiertan. Lástima.

  21. Qué interesante lo de los indígenas adiestrados por agentes rusos… sí que suena a delirio total. No conocía ninguno de estos proyectos olvidados del maestro. Un abrazo

  22. No conocía muchos de los proyectos, y pese que alguno no creo que le pegue mucho a Hitch, el del Naufragio de Mary Deare me hubiera encantado verlo por el tono fantástico de la propuesta.
    Estupenda entrada Alfredo, a ver si me pongo al día de tus artículos, que voy de culo estos días. Esta tarde le echo un vistazo a los últimos que siempre resultan apasionantes.
    Por cierto, jeje, realmente si que considero a Park Chan Wook el mejor director del siglo XXI eh, sin alucinaciones transitorias ni nada! y además de forma pensada y reflexionada después de ver todas sus obras.
    Lo dicho, Hitch un genio, y gran entrada!
    Saludos!

  23. Iván, nos quedamos con las ganas de ver algunas de estas ideas, sobre todo la de los zulúes…
    Y sobre Chan Wook, es una coña marinera hombre. A mí me gusta bastante, aunque esas cosas de «el mejor», «el más», etc. me dan un poco de vértigo. Pero su cine vale muchísimo la pena, aunque poca gente haya visto cosas suyas.
    Un abrazo

  24. Me habría encantado que hubiera rodado la del carguero sin tripulación en alta mar…Si ya sabíamos el final habría sido curioso ver que comienzo-sorpresa de la historia preparaba Alfred Hitchcok .

  25. Puede que fuera interesante, Carlos, aunque películas que se han hecho sobre planteamientos interesantes han sido un fracaso precisamente porque es imposible mantener el nivel de suspense, tal y como decía el maestro, comenzando desde un punto tan álgido. Pero con Hitchcock todo era posible…

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