– Sólo hay dos clases de historias: las que acaban bien y las que acaban mal. Las grandes historias siempre son las que acaban mal. Si los personajes se quieren, se separan. Si se odian, se encuentran.
Epílogo. Gonzalo Suárez (1984).
Reflexiones desde un rollo de celuloide
Nos apartamos por un momento y por una vez del cine y nos ocupamos de la a veces ingrata y triste película de la vida.
La música (Amaral con Los Secretos, y Rebeca Jiménez, en este caso) también, o sobre todo, sirve para exorcizar los demonios interiores.