En esta película bélica, muy sui generis por otra parte, dirigida por Terrence Malick en 1998 queda demostrado por si hacía falta que la música es un lenguaje universal que está por encima de culturas, prejuicios y barreras lingüísticas. La magnífica banda sonora de Hans Zimmer incorpora algunos coros melanesios en fantásticas interpretaciones de las que ofrecemos dos piezas, God U Tekem Laef Blong Mi y Jisas Yu Holem Hand Blong Mi. Música para disfrutar sin prisas y que nos transporta directamente a lo más profundo y bello de la experiencia vital, a ese nebuloso terreno del cual la ajetreada y competitiva vida moderna se empeña en separarnos.
Música para una banda sonora vital – La delgada línea roja
39escalones 
Siempre está bien recordar a Malick. Sus dos últimas producciones todavía no las he visto, ni La delgada línea roja ni El nuevo mundo. Es de esos temas pendientes. Sí, sin embargo, me envuelven Malas tierras y la hermosa Días del cielo. Con las piezas de la banda sonora de La delgada línea roja que compartes con nosotros, recuerdo que este tema pendiente tengo que subsanarlo pero ya…
Gracias
Hildy
Estupendas canciones… como dices, es para escucharla sin prisas, y con los ojos cerrados, añadiría yo.
Besos.
Rosa.
Mil veces, mil, me he arrepentido de no haber ido al cine a verla, porque durante mucho tiempo estuve viendo el póster publicitario en las calles y me cautivó; dejé pasar la oportunidad, y sólo la he podido ver (varias veces, ya) en dvd.
Me parece magnífica y la tengo en lista para acabar de decidir si para mí orden particular constituye una obra maestra o no.
Desde luego, la banda sonora, adecuadísima al tratamiento de la historia de Malick, es una maravilla, también. No me acordaba que fuese de Zimmer.
Saludos.
Vaya, yo también me arrepiento de no haberla ido a ver.
La música espectacular.
Realmente es muy impactante.
Besos domingueros,
Marta
No me acoerdaba de la banda sonora de la película, aunque si que la película me pareció muy sugerente. Gran elección Alfredo.
Saludos!
Hildy, sus músicas terminan siendo como sus películas, o viceversa. Pocas veces hay una correspondencia tan bella entre música e imágenes.
Rosa, uno parece trasladarse a la Polinesia, con las palmeras, el océano azul claro, la arena blanca… Luego uno abre los ojos, y está donde está. Brrrrr.
Besos
Pues a mí, Josep, en el cine me desconcertó tal y como señalas. No sabía si había asistido a una obra maestra, a una cinta de densidad inabarcable, o a ambas cosas. Cada vez que la veo, no obstante, me gusta más.
Saludos
Marta, creo que te hubiera gustado. Es una película de guerra casi sin guerra, donde el antibelicismo no se denuncia con bombazos ni sangre, sino con alternativas vitalistas, hermosos paisajes, belleza por doquier y reflexiones profundas, introspectivas, directas al alma. Y como colofón, una música muy inspiradora.
Besos casi de lunes
Gracias, Iván. Es casi música de misa ideal para un domingo… sin misa.
Abrazos
De los más prolíficos, sino el más, de entre los compositores para cine. A mí, personalmente, me gusta más el Zimmer tribal que el urbano (La roca, Borken arrow, etc..), aspecto que creo que hemos descubierto en estos últimos tiempos. Sin embargo algunas de aquellas creaciones; Nueve semanas y media, Paseando a Miss Daisi, no dejan de ser excelentes.
A mí Zimmer en general me gusta más bien poco. Pero tiene momentos, como «Amor a quemarropa», aunque sea un plagio de «Badlands».
No recordaba apenas nada de la película, y mucho menos de la banda sonora. Pero me has picado para volver a verla, y a escucharla. Con lo que me gustan las buenas bandas sonoras…….
Un saludo!!
Pues la música es deliciosa, y la película extraña, desconcertante a veces, contemplativa, reflexiva, bellísima. Un bélico no-bélico.
Saludos
Después de un minucioso estudio, STULTIFER te otorga el prestigioso galardón al MEJOR BLOG DEL DÍA correspondiente al lunes 27 de octubre de 2008 en No sin mi cámara por los contenidos y matices. Visitanos y comenta con nosotros. Saludos cordiales.
Vamos, que nos ha gustado mucho y hemos querido acercarnos a ti.
Puedes colgar el Premio voluntariamente en tu blog.
Ya formas parte de la Orden del Stultifer de Oro.
Y si tienes una escalera, mándanosla y la publicamos inventándonos una historia.
Me gusta mucho que usen lo autóctono de una región/país para ambientar cualquier película. No siempre resulta tan atractivo.
Abrazos.
P.D: Qué raro! me sale mi foto de pequeño en el avatar… ¿?
Película querida y odiada a partes iguales, la verdad es que a mi si que me gustó, pero reconozco que no es para todos los estómagos.
Saludos…
AdR, sobre todo en este caso, con una contraposición tan fuerte a los bombazos y a los gritos. Además hay que pensar que la guerra no tenía que ver con la gente de allí; sus territorios eran meros peones de una guerra entre japoneses y estadounidenses que nada tenían que ver con los polinesios.
Pues ya ves, AdR, a mí me sale el Frankenstein que llevo dentro, y a ti el niño. Te prometo que no sé por qué sale.
Troncha, hombre, tanto como odiada… Digamos que quien espere ver Rambos o Doce del patíbulo lo lleva crudo.
Saludos
Realmente son de una belleza sobrecogedora…
Un saludo!
En efecto, Rosenrod, atrapan, conmueven y revitalizan. No me importaría perderme por la Polinesia. Incluso sin música.
Saludos
Este es de unos directores de los que me gusta que se extienda, me gusta su verborrea, su retórica, su poesía dilatada. Y esta es una de las gramdes, de las largas. Hay que entrarle con paciencia para disfrutara de ella, de las explosiones en la montaña, de los giros de la cámara para ver ese cielo, es música que también se pierde. Porque aquí no debe existir ahorro alguno; todo se hace ahora mismo.
Un fuerte abrazo, mi hermano.
¡Es que no me canso de escuchar estas dos pistas!. A mí me cautivó la banda sonora cuando la ví en el cine.
Malvisto, Malick necesita tiempo, pausa, espacio. Incluso una película breve como «Badlands» precisa de ese ritmo lánguido, denso, pausado. Su poesía lo exige.
Abrazos
Metalia, la música es gloriosa. Pocas veces una música sirve tan bien a su propósito simbólico y metafórico.
Saludos
Según recuerdo la película me gusto y la música es maravillosa, me ha relajado.
Besos
Fantástica, Alba. Impensable en una cinta bélica. Hasta que llegó Malick, claro.
Besos
Muy bueno el post, pero me asalta una duda, que seguramente sera muy obvia para la mayoría ya que soy un principiante en el mundo
Saludos!
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Giovanni, te vas sin decirnos cuál es tu duda. Aunque ya sabes, ante la duda…
cuando la vi en cine por primera vez al comienzo dije PERDI LA PLATA me considero un buen cinelomano , pero ante todo esta pelicula me dejop atonito frente a sus paisajes, dialogo . sentimiemtop humano y filosofico dentro de todos y cadas uno delos personajes desde los mismos soldados . y personajes principales hasta los japoneses mismos dejaron en mi por sus dialogos busqueda dela verdad interior de todos y cada uno de los seres humanos que habitan este planeta , por que si hubo una guerra alla hace mucho , siempre exixte la guerra que libra cada ser humano en su interior, y aveses el mundo te da la oportunidad para ir hasta en contra de nuestros propios principios para lograr objetivos de maldad, o de pasion, de diversion , hasta de la misma muerte bien sea de otros o de la propia, dejenme decirles amigos que hasta la banda sonora tiene un aire de paz y de lucha interna
Por eso conviene ver las películas hasta el final y no dejarse llevar por prejuicios o primeras impresiones.
Gracias, Ignacio.