Clásico entre los clásicos del cine de aventuras, Gunga Din, dirigida por George Stevens en 1939 (excepcional cosecha cinematográfica la de aquel año), adaptación de la obra del escritor indio pro-imperio británico Rudyard Kipling protagonizada por Cary Grant, Douglas Fairbanks Jr. o Victor McLaglen, entre otros, contiene este memorable final, el del porteador de agua que siempre quiso ser soldado, vestirse de uniforme y desfilar, salvando a un regimiento de la emboscada que le han tendido los adoradores de la diosa Kali y que amenazan el dominio británico en la India. Inolvidable escena que tiempo después parodiarían magníficamente Blake Edwards y Peter Sellers en El guateque.
¡Menuda escena!. Tanto los planos generales, que son una pasada, (de una maravillosa elocuencia) como el logro de conseguir elevar la tensión gracias a, sobre todo, esa cancioncilla de fondo que baña toda la contraposición de planos mientras dura la escalada, la hacen fantástica.
Ya que me has pisado una estupenda Escena Sin Diálogos… 🙂 déjame regañarte por haber olvidado mencionar a Sam Jaffe, buen secundario que, curiosamente, da nombre a una película de aquellas que han hecho grande al cine y muy especialmente al cine de aventuras donde los personajes son de carne y hueso y los efectos especiales consisten en una buena planificación y un buen guión, servidos con un envidiable ritmo.
Saludos.
Efectivamente, Raúl, puro lenguaje cinematográfico al servicio de una historia de aventuras que hoy casi pueda parecernos ingenua y, desde luego, paternalista en la visión occidental del colonialismo, pero que es cine con mayúsculas. Nada de explosiones, nada de llenar la acción con cortes y planos cortos a diestro y siniestro como se hace hoy en la busca de marear al espectador y pretender confundirle para que él solito saque conclusiones en vez de mostrarle las cosas. Grande, grande.
Asumo el rapapolvo, Josep. Gran olvido, en efecto, imperdonable. Menos mal que te paseas por aquí y puedes completar nuestra negligencia… Curiosamente, ese cine de pirotecnia que se hace hoy y que es más bien infantil cuenta con legiones de fans, autoproclamados «de culto» y que ya tienen una edad, mientras este cine de aventuras, de verdad, honesto, universal, imperecedero, es considerado casi para niños hoy en día. El mundo al revés.
Saludos.
Increíble escena, ni la uniformidad del blanco y negro en un paisaje desértico le resta intensidad. Sólo me rechinan un poco esos hindúes «de bote», ya sé, eran otros tiempos…
Son aquellas grandes películas en las que todo se hacía a lo grande (excepto los indios de bote como dice Minerva), no había software para generar 2000 soldados o grandes escenarios. Extras y cartón piedra.
Pues sí, Minerva. Pero era lo que había. Y por desgracia se trataba de una actitud que perduró bastante en el tiempo, hasta bien entrados los años 60. Fíjate que Boris Karloff, Jack Palance, Christopher Plummer o Laurence Olivier interpretaron a «indígenas» en diferentes películas sobre la colonización…
Efectivamente, Albert, nuevamente das en el clavo. Pensemos en cómo se haría esta escena hoy y nos viene una palabra a la cabeza: ordenador. Y a mí personalmente, otra: fiasco.
Besos y Auguri!!!!
Marta
¿Ya has vuelto?
Que tengas muy buen año.
Besos.
Me ha pasado algo inexplicable. Quizá frívolo. Quizá tengo El guateque más reciente en mi memoria. Pero esta escena me ha llevado inevitablemente a un Peter Sellers y a una trompeta que no calla nunca. A un muerto que nunca muere. Y no he podido evitar reirme. Risas y más risas.
Como han comentado varios compañeros, hay un aspecto muy interesante en el cine que es esa representación del otro. Esa representación del otro que me recuerda, también, a mi querido Burt Lancaster como un apache con un pelucón que me hace gritar que los Coen y Bardem no han sido tan originales en el estilismo de No es país para viejos…
Un abrazo
Hildy Johnson
Efectivamente, Hildy, momento memorable en la filmografía de Lancaster. Y no es el único que ha padecido estas metamorfosis, realmente lamentables cuando de hacer de «oriental» se trataba. Ahí está Gengis Khan, por ejemplo.
Maldito sapo…. Con razón luego estos mahos lo parodiaron de esa forma. Era una velada crítica al imperio. Oye,
que esta tarde me voy a ver la que parece ser una película muy buena, he leído algunas críticas y parece un prodigio. Los Climas, se un turco de apellido de Ceylan, a quien no conozco.
fuerte abrazo
No he visto la película. La escena consigue transmitir muy bien la tensión del momento… y sí, los indios un poco de bote, pero de todos modos, ya quisieran muchas escenas hechas con más medios transmitir esa tensión… o transmitir alguna cosa, aparte de dolor de cabeza.
Besos.
Rosa.
Pues no puedo decirte, Malvisto, porque no me suena…
Un tema para tratar largo y tendido es el paternalismo colonial en el cine, desde este tipo de producciones hasta el último Indiana Jones, por ejemplo.
Abrazos.
Rosa, artesanía pura. El cine tal como siempre debió ser.
Besos.
Mi hermano, ya la vi: lo que te voy a decir es que tengo que volverla a ver. Para saborearla, para analizar, para ir a la minucia. Me sorprendio gratamente. Me recrdo mucho una pelicula de Suwa que creo que se llama Una relación perfecta…. Tengo que escribri sobre ella. Siendo seca y con pocos diálogos hay que ver la manera que tiene de agarrar por la garganta. Fenómeno. Te dejo estos enlaces mientras tanto:
http://www.notodo.com/cgi/php/inicio.php?apartado=recomendacion&id_top=855&seccion=cine
http://www.blogdecine.com/2007/07/10-los-climas-iklimler-que-grande-es-nuri-bilge-ceylan
http://www.miradas.net/2007/n63/criticas/losclimas.html
Me la tego que volver a ver. La que sigue en la lista es Después de la Boda, de Susane Bier.
Un fuerte abrazo, hermano.
Tomo nota, Andrés. Gracias por hacernos de corresponsal. La última que comentas sí que la he visto. No está mal, pero tampoco es para volverse loco.
Un abrazo.
Sí señor, gran película de aventuras. Sin ella Indiana Jones no hubiera sido igual. Signo de los tiempos: la mayoría de los adoradores de Indy o la troupe galáctica desconocen las fuentes de Spielberg y Lucas. ¿Se haría el mismo tipo de cine si todo el mundo, o casi, controlase mínimamente la historia del cine o se seguiría dando gato por liebre en numerosas ocasiones?
Un abrazo
Buena pregunta, Toni. Creo que la respuesta es obvia. Buena parte del «arte» de hoy en día se basa en lo efímero, en lo inmediato, en el olvido pronto y fácil y en la pérdida de la memoria. Y así nos va.
Un abrazo.
Gunga Din es mi infancia por todo lo que representaba en mi mundo imaginario,y además,está Kipling.En la maravillosa película de José Luis Garci, You’re the one,Manuel Lozano mira esta película con ojos de asombro,pues bien,yo soy ese niño,o lo fui.
Un fuerte abrazo.
Recuerdo el momento de la película de Garci, sí, el bar en el que los vecinos de Cerralbos del Sella se juntan para ver ésta o «Sospecha», entre otras (la escena del vaso de leche iluminado en particular).
Tú fuiste ese niño; y otros hubiéramos querido serlo, o lo hemos sido tarde y mal, ante la tele.
Un abrazo.
DEBIDO AL EXITO DE GUNGA DIN POR AQUELLOS AÑOS, MI TIO JUAN LE PUSO ESE NOMBRE A UNA ISLA DEL TIGRE, EN UN PARAJE LLAMADO ARROYO FELIPE, UNA CURIOSIDAD, MI PADRE ERA HERRERO, Y EL CARTEL LO HIZO EN EL TALLER, SALUDOS.-
Vaya, Constantino, pues qué anécdota tan interesante… ¿Podrías concretar un poco más y decirnos, por favor, dónde se encuentra esa isla? Gracias.
Las escenas de aventuras en su estado puro son excelentes, pero las escenas de humor y camaradería entre los tres sargentos amigos han envejecido muy mal. A mí me gusta Cary Grant con Hitchcock, no soporto sus muecas y su histrionismo haciendo comedia loca, me parece muy forzado; y Victor McLaglen éra un poco el Bud Spencer de su época.
En el guón participaron dos guionistas de filmes cortos de Stan Laurel y Oliver Hardy y las escenas cómicas de este filme siguen ése camino. En las escenas de aventuras el director de fotografía de muchos filmes de John Ford pudo demostrar su gran pericia técnica.