Quentin Tarantino: ¿genio, copión o farsante?

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Sabido es que en el mundo del cine no hay nada nuevo bajo el sol. Todo está inventado. De hecho todo lo estaba ya antes de la llegada del cine sonoro, excepto el uso del sonido, por supuesto. Por eso resulta cuando menos prudente relativizar aquellos fenómenos surgidos, aparentemente de manera repentina, y que de inmediato mueven a otorgar etiquetas de genio, de maestro de la innovación, de insuflador de aire fresco, a diestro y siniestro sobre criterios más bien precarios, de la misma forma que exige plantearse el valor real que supone crear cine aparentemente nuevo gracias a la mixtura de mimbres ya lo suficientemente dados de sí por grandes maestros del cine. Un ejemplo paradigmático de esta doble tendencia, la consagración automática e irreflexiva y la degradación refleja e igual de irreflexiva, es la figura de Quentin Tarantino, el niño mimado de parte de la crítica de los noventa que con el tiempo ha ido adquiriendo su lugar real en el planeta cine.

Cierto es que sólo hay tres o cuatro historias que se repiten constantemente en el cine, el teatro y la literatura. Estas artes, en el fondo, no son sino la continua variación en la forma de contar una y otra vez las mismas historias, y Tarantino no es una excepción. Sólo que su mayor valor, o al menos el más destacado por la crítica, «su» especial forma de contarlo, no es ni nueva ni suya, aunque, al igual que sucede con otros directores de culto como Pedro Almodóvar, consigue con elementos ajenos que forman parte del imaginario colectivo y de la cultura cinematográfica del espectador, crear productos nuevos que, si bien no son en nada originales, funcionan.

Tarantino dio bien pronto muestras de lo que podía dar de sí en su mayor virtud: la escritura de guiones. En esta faceta anunciaba ya lo que constituían sus puntos de interés más recurrentes, la cultura pop, el cómic, la memoria musical y cinematográfica colectiva, la serie B y ciertas dosis de frikismo, valga el neologismo. Los guiones de Amor a quemarropa (True romance, Tony Scott, 1993) y Asesinos natos (Natural born killers, Oliver Stone, 1994) están repletos de constantes referencias a estos aspectos, y su labor como director profundizaría más en esta senda añadiéndole otras notas características también tomadas de otros autores, como son la elección meticulosa de clásicos de la música popular para ambientar sus historias al más puro estilo Scorsese, el interés por adornar sus proyectos con viejas glorias venidas a menos necesitadas de nueva popularidad, como en su día hicieron Peckinpah, Cassavetes o Don Siegel, o su forma de enfocar la violencia, como cualquiera de los anteriores o como Brian de Palma.

La afición de Tarantino por beber de fuentes ajenas sin, gesto que le honra, pretender esconder sus cartas, queda demostrada ya con su debut, Reservoir dogs, donde versiona la película hongkonesa (otra de sus cinematografías de referencia) de Ringo Lam City of Fire, si bien toma decisiones más correctas y resultonas para el conjunto final de la película como son la descomposición lineal de la historia y la eliminación de la escena del atraco. En esta película profundiza en su magistral confección de diálogos y situaciones y por la utilización de referentes cinematográficos más ligados al film noir francés, a los trabajos de Godard y Melville (de hecho la productora de Tarantino se llama A band apart, como la película de Godard) o incluso (algo que se notará igualmente en su siguiente Pulp Fiction) de Truffaut y su Tirad sobre el pianista, unas referencias que Tarantino, asimilando su personaje de cineasta inclasificable y pretendidamente nada académico, esconde o trata con menor relevancia de la debida potenciando en cambio su mayor gusto por la serie B o el cine para minorías «selectas» (artes marciales, spaghetti western, terror, adaptaciones de cómic, series de televisión de culto, etc.).

Reservoir dogs es el único caso en que Tarantino ha superado la calidad de su referente inmediato. Pulp Fiction, su siguiente y mejor película, es un compendio de cosas más o menos evidentes y de otras que no lo son tanto. En este caso se dan la mano Atraco perfecto de Stanley Kubrick o un clásico como La jungla de asfalto de John Huston en lo que a recreación de atmósferas y fragmentación de la historia se refiere, mientras que hay episodios concretos (el inicio, la historia de Jules y Vincent) que son directamente tributarias, incluso por la forma de los créditos iniciales, de clásicos como Los asesinos (The Killers, Robert Siodmak, 1946), adaptación del famoso cuento de Ernest Hemingway que Tarantino toma como ejemplo para su trabajo de diálogos y, sobre todo, Código del Hampa, de Don Siegel, origen del clima, tensión, y buena parte del argumento de Pulp Fiction, incluso en lo que se refiere a la estética. En realidad, Pulp Fiction es una excelente mixtura de películas de otros, con partes argumentales «robadas» a algunos clásicos, estética tomada de otros, fenomenalmente mezclada y servida. Una película que, sin duda, ha marcado el cine de los noventa en buena parte (otros clásicos de la década o del siglo XXI como Memento de Christopher Nolan o Ciudad de dios de Fernando Meirelles no serían lo mismo sin ella), o al menos tiene parte del mérito (esencialmente la estética ha venido mucho más marcada por el cine asiático, en particular por los trabajos de Yimou, Ki-Duk, Wong Kar-Wai y otros).

Con su siguiente trabajo, la injustamente infravalorada Jackie Brown, Tarantino intenta hacer «su» película. Vuelve a tomar referentes externos, vuelve a fragmentar la narración según el modelo clásico vigente cinco décadas atrás, pero lo reboza con un gusto por la serie B y el fenómeno setentero de la blackxplotation que le da un toque original. Si en Pulp Fiction rescató a John Travolta, aquí hace lo mismo con Pam Grier y Robert Forster (como hará más tarde con David Carradine o Kurt Russell) en lo que es el primer paso para prescindir de los referentes cinematográficos de categoría y su gusto por asimilar deliberadamente los esquemas de la serie B, recreándose en ellos y en sus imperfecciones.

La veta abierta en sus colaboraciones con Robert Rodriguez (Desperado, Abierto hasta el amanecer y su excelente primera mitad, Sin City) supondrán la supeditación de la importancia de la historia a los arquetipos de la serie B más cercana al cómic que al cine, algo en lo que parece concentrarse tras la insoportablemente infumable Death proof y sus nuevos proyectos (Faster, Pussycat, kill, kill, o su remake de un film italiano Inglorious bastards), por mucho que vaya a contar con Brad Pitt en el elenco. El nuevo estilo elegido por Tarantino va en detrimento de sus cualidades como guionista y cineasta y pretende profundizar en un aspecto de su reputación (su reconocimiento como «chico malo», como cineasta alternativo de culto por la serie B y el cine comercial para minorías) que juega más en su contra que a su favor, como queda bien constatado en la forma en que público y crítica ha recibido sus últimos trabajos.

Su, en parte, canto de cisne lo ha constituido la dupla de películas Kill Bill, en la que mezclando serie B y spaghetti western ha alcanzado en algunos fragmentos y en momentos puntuales cotas de gran cine, como ya hiciera en Reservoir dogs y en Pulp Fiction, mientras que en otros ha buceado directamente en lo peor de unos subgéneros que nunca, salvo excepciones, han gozado de gran aceptación entre crítica y público.

Así pues, Tarantino, como ya se ha dicho en alguna ocasión, es un magnífico elaborador de coctails (bandas sonoras al estilo Scorsese, recuperación de viejas glorias al modo Peckinpah o Siegel, atmósferas de cine negro francés, tributos al spaghetti western, a la serie B y al cómic), pero, exceptuando la brillantez de algunos de sus guiones y, valorando, eso sí, un éxito que ha disparado el número de imitadores de su estilo, todavía no ha dado la medida de lo que es capaz de hacer poniéndose a destilar licores propios.

83 comentarios sobre “Quentin Tarantino: ¿genio, copión o farsante?

  1. Estupenda disección. Si tengo que contestar a la película del título, ni genio ni copión ni farsante. Hábil e ingenioso asimilador. Yo, como tiro siempre para lo mío, hablaría de las decepcionantes traducciones al español de sus diálogos.

  2. Efectivamente, Noe, mejor ver su (el) cine en versión original. No hay color. A mí lo que me choca del personaje (porque al final resulta ser un personaje) es que siempre reivindique su lado, llamémoslo, freak, y «reniegue» de las fuentes, llamémoslas, serias, que han hecho su cine lo que es. Estoy de acuerdo contigo en que resulta muy hábil. En lo de ingenioso tengo más dudas.

  3. Yo compararía a Tarantino con un DJ, un remezclador que toma ideas de aquí y de allá y elabora remixes de celuloide ( con muy buen envoltorio, eso sí) partiendo o inspirandose en materiales, la mayoría de las veces, de ínfima calidad. Está claro que tiene muy buen ojo para elaborar diálogos ingeniosos, pero encumbrarle y llamarle genio me parece una tomadura de pelo. Pienso que Reservoir Dogs es su mejor película y a mí Kill Bill no me interesó nada, me pareció como una gran y bonita burbuja que explota a los pocos segundos. Y totalmente de acuerdo en lo de «insoportablemente infumable Death Proof».

  4. Hola. Gran artículo. A mi siempre me ha parecido un reciclador, muy bueno en algunos aspectos. Completamente de acuerdo en lo de «Death Proof». Es la primera película en la que las referencias no sólo son de otros sino también de sí mismo: autocomplaciencia diría yo. Desde luego, sin gente como Kubrick el cine de Tarantino por lo menos sería distinto. Una última cosa tontuna, en España la magnífica The Killers se llamó «Forajidos» (cosas de los que ponen los títulos).

    Un abrazo

  5. Partiendo de que en esto del cine la originalidad es imposible, y que por tanto en el mejor de los casos tendría que suponer, no el objetivo final, sino el camino que se anda, Tarantino me descoloca. Siempre lo ha hecho.
    He visto varias de sus películas, y con algunas de ellas, incluso he disfrutado por momentos. Pero su cine es ese que jamás llama a mi puerta para una nueva revisión. Me agota, y a veces incluso me enfada.
    Me parece inquieto y perseverante, pero también ególatra y de una vanidad supina. Tengo la impresión de que no es excéntrico, sino que busca la excentricidad como bandera, como reclamo, como escaparate, no de su cine (pues mi teoría es que a él le importa un pepino su cine) sino de él mismo como personaje; sus planos esdrújulos, sus encuadres imposibles, la complejidad que utilzia para contar lo que no la requiere… no sé, no sé…
    Que no, que no soy capaz, apesar de todo lo dicho, catalogar a Tarantino en alguna de las tres categorías que propones.

    Pd.- Por último, una observación un tanto arriesgada (lo sé) por la que espero que nadie me crucifique. En España hay un tipo que me saca de mis casillas casi (subrayo el casi por todos los matices cualitativos que pudieramos encontrar entre sus cines) por los mismos motivos: Alex de la Iglesia.

  6. Veo que estamos de acuerdo en general, Eloy, cosa que me satisface viendo la calidad de tu blog. A mí, en cambio, me parece que «Pulp Fiction» es la mejor película de Tarantino con diferencia, la más redonda y la que le hará pasar a la posteridad.

    Gran apunte, Toni, el título español de The Killers, una vez más tradutore traditore. Veo que mis intentos por crear una polémica en torno a la figura de Tarantino son estériles; casi todos pensamos más o menos igual.
    Que sea buen año para todos y para todo, en especial para el cine.
    Un abrazo.

    Raúl, has expresado mejor que yo lo de su vanidad y su excentricidad deliberada. Es lo que yo trataba de decir cuando hablaba de personaje, de la creación de una imagen de chico malo y alternativo, que abomina de los clásicos y defiende a capa y espada lo cutre, lo feo, lo penoso. No estoy de acuerdo contigo en tu teoría sobre lo poco que le importa su cine (al menos antes de «Kill Bill»), pero lo parece en los últimos tiempos..
    Tampoco pretendía categorizarlo dentro de una de las tres opciones, sino más bien crear un afilado debate entre partidarios, detractores y tibios. Y resulta que, contra todo pronóstico, más o menos todos pensamos lo mismo. Y sobre Alex hay mucho que decir, para bien y para no tan bien. Ya llegaremos.

  7. Aunque recurre tal vez un poco demasiado a su vena «friki», Tarantino tiene algunos guiones brillantísimos: a mí, frases como «Soy Winston Lobo, resuelvo problemas», se me han quedado marcadas. No conozco la mayor parte de las fuentes que citas (error imperdonable, lo sé), y si lo hiciera acaso no valoraría tanto «Reservoir dogs», «Pulp fiction»… (aunque, pese a los tremendos paralelismos con la espléndida «Malas tierras», de Malick, sigo apreciando «Amor a quemarropa»
    ¿Que ha hecho mucha basura? (yo fusilaría a todos los implicados en «Four rooms», no pienso ver «Death proof»…). Ni siquiera John Ford acertó siempre.

  8. Eso nadie se lo niega, Kermit. Como hemos dicho más arriba, es su mayor habilidad. Hay momentos puntuales en casi todas sus películas en las que hay frases recuperables, no por su lucidez ni por su carga reflexiva o intelectual, sino por su carácter magistral dentro del marco dramático de la escena en cuestión. Eso es ingenio, no cabe duda. Pero hay otras cosas, la mayoría, que no lo son tanto.
    En cuanto a su nivel de basura por metro cuadrado, lo hay, y mucha. Y es cierto, los grandes nunca aciertan siempre; es más, también se nutren de la copia y del homenaje. Pero por lo general lo corregían y aumentaban, caso que no es el de Quentin.

  9. No sé si es un genio, un copión o un farsante, pero, francamente, me da igual, a mí me gusta su cine y me gusta su forma de hacer cine, como también me gusta Robert Rodríguez.
    Que tiene películas que me gustan más que otras también es cierto, pero son escasísimos los directores de los que me gusta toda su filmografía.
    Y como lo mío es una cuestión de gustos (de querencia que diría el otro) mi argumentación es bastante sencilla y prosaica, me remito a la frase del gran Clint/Harry de los gustos/opiniones y los culos. Al igual que me enamoré del cine de Dreyer cuando no tenía ni idea de quién era el buen hombre ni que lugar ocupaba en el mundo del cine, al igual que no puedo con el cine de Almodóvar ni con el de Allen, por muy genios que se les considere, a mí, sea considerado o clasificado como sea, me gusta el cine de Tarantino.
    Respecto al egocentrismo, al autobombo, respecto a sí es un personaje más que una persona, creo que el mundo de la dirección, como el de la literatura, está repleto de ejemplos de grandes creadores egocéntricos, narcisistas, algunos incluso tiránicos, de extravagantes que como el camaleón, camuflan su interior en exteriores adaptados a una imagen más que a su realidad.

    Un saludo

    P.D: Sí, lo sé, soy una ruina de cinéfila, pero es algo que nunca me quitará el sueño jajajajajaja.

  10. Es un tio «listo» en la mejor de las acepciones de la palabra. Quizás saque ideas de otros directores o autores y las revista (en la mayoria de sus películas) de una patina de originalidad, quizás de presunta originalidad, pero es verdad que hay que ser bastante cinéfilo (o leer a otros) para encontrar esas influencias y descubrir que esa frescura en las situaciones o en la puesta en escena quizás no lo es tanto.
    Pero si de muchas ideas haces un producto interesante no es cuestión desdeñable y siempre es de agradecer ver un producto mejor o peor hecho. Recuerdo el episodio de «Four rooms» que el dirigió y que era no se si copia u homenaje a uno de los famosos «Alfred Hitchock presenta», y me gustó la visión que tuvo del clásico. Me lo pase bien.
    Por eso yo diria que es listo, cinematograficamente hablando, como sea él en persona, sinceramente, no me interesa.

    Saludos

  11. Cuando he visto en mi bloc aparecer el enunciado de este artículo, he pensado: el amigo 39escalones es un jodido valiente.

    Veo que la cosa no ha sido cruenta: deberás ampliar lectores para buscar mayores discrepancias… 🙂

    Diría que he visto casi todas las de Tarantino y también las referencias que citas y, lo siento, pero estoy de acuerdo con lo que dices de forma tan específica y detallada, amén de fundamentada.
    Para mí, Pulp Fiction y Jackie Brown son, indiscutiblemente, las mejores, seguidas de Reservoir Dogs.

    (Por cierto: el cuento de Hemingway se titulaba de origen The Matadors, así, medio en castellano; y Código del Hampa es otra versión de la misma narración; Los Asesinos es título de un corto, como también lo fue aunque en ruso, de una pieza de prácticas de Tarkovsky [es que hace casi un año ya le dediqué cuatro entradas al tema] )

    De todas formas, tu espléndido artículo no deja de suscitar un tema recurrente no tan sólo en el cine, más aún, en varias artes, pintura, escultura, y, muy apropiadamente, literatura: ¿resta mérito apoyarse -que no apropiarse- en obras ajenas anteriores? Ya sabes que soy partidario de mirar con lupa -casi al microscopio- cualquier «remake» de los habituales en el cine actual. Pero no puedo olvidar la sensación que tuve, años ha, cuando, leyendo una antología de cuentos, me encontré con una narración corta italiana que es el origen esquemático del Romeo y Julieta de William Shakespeare.

    El Bardo tomó la idea prestada, pero la vistió con un ropaje dramático excepcional, dando vida y personalidad a los protagonistas del relato.

    Tarantino toma ideas prestadas, un poco de aquí y otro poco de allá, y presenta -gracias a su constatada habilidad como guionista- una nueva trama, como en Pulp Fiction o en Jackie Brown: y me parece bien.

    Pero el giro que tú apuntas/denuncias hacia un género más genuinamente «pulp» y «frikie» (argh) en su diritámbico díptico de Kill Bill, me alejó considerablemente, pues las tijeras que antes usaba tan bien se le quedaron oxidadas: huérfano de autocrítica, prisionero de la babosa complacencia de gran parte de la crítica, Tarantino ha ido declinando peligrosamente, hasta el punto que, como también señalas, ya no tiene el éxito de antaño: es lo que tienen las modas, que son pasajeras.

    El amigo Quentin estuvo «de moda», y ha quedado «demodé», porque, en suma, más copión que genio, carece de un estilo propio e inimitable.

    Saludos y perdón por el «tocho»…

  12. Reinventar, reutilizar, dar nuevos usos, tambien es innovar. La cuestión es hacerlo con la suficiente habilidad. Discrepo en lo de que todo está inventado, queda mucho por hacer, y Tarantino es uno de los que innova, si no no crearía la polémica que crea. Hacerse referencia a el mismo (el colmo) ya es innovar. Y… si, a mi me gustó Death Proof.

    Por cierto, aún viendo 3 veces Pulp Fiction en el cine en V.O. y ser mi preferida de Quentin, nunca olvidaré la sensación al salir de la sala después de ver Reservoir Dogs. Pocas veces he podido repetirla.

  13. Gran artículo Alfredo, coincido casi al completo con el tema Tarantino, la virtud del personaje es hacer creer al espectador «ignorante» que su reciclado es original y fresco. Lo único que hizo fue recuperar un cine perdido durante décadas, a su manera, para nuevas generaciones que desconocían su precedente. El motivo por el cual, considero yo, reniega de sus fuentes más prestigiosas, es precisamente eso, compararse con el cine de serie B o serie Z es mucho más sencillo y partidista que hacerlo con los grandes, con los cuales saldría perdiendo.
    Yo personalmente creo que aún se puede innovar en el cine, de hecho, también se pensaba eso hasta la llegada de Godard, y cambió el lenguaje cinematográfico, pero desde luego la época actual veo imposible ese suceso, y menos con Tarantino. Veremos que pasa en los próximos años, porque yo llevo tiempo meditando la posibiliad que el sistema hollywoodiense actual salte por los aires, y me parece algo más cercano que una quimera de mente anquilosada en el pasado (elección que por cierto, nunca he entendido que conlleve una crítica por pensar eso).
    Tarantino es un imitador de formas y texturas, a mi personalmente me gusta su cine, y Kill Bill me tocó muy hondo mi vena friki, gustándome aún más sus anteriores propuestas (curiosamente me encantó Jackie Brown pese a la ligereza con la cual fue recibida). Pero llegó…Death Proof, y ahí el bajón es descomunal, con un vacío de fondo que asusta de lo evidente que resulta (que Tarantino tenga carta blanca por según que críticos más que pensar en lo sobrevalorado, debería hacer pensar en la inutilidad de gran parte de la crítica mundial, desconocedora de los cimientos y únicamente de las formas).
    Lo dicho, buen director en los tiempos que que corren, intrascendente a nivel general en la historia de este arte, y ojo…siempre lo he admirado porque supone lo que todo cinéfilo sueña con conseguir, vivir de tus sueños de juventud, pero lo que hay es lo que hay, ni más ni menos.
    Saludos Alfredo!

  14. Vivian, no es objeto de esta escalera criticar el gusto de cada cual. Siempre decimos, y lo decimos a menudo, que el gusto es soberano, y que nadie está exento de que grandes obras maestras le resbalen mientras que basuras increíbles le toquen la fibra. Y quien escribe no es una excepción. Así que tu comentario no es ni siquiera contrario a la orientación del post, puesto que éste en ningún momento entra a valorar el gusto de los fans, sino que intenta abrir una puerta a un análisis más profundo para poner los puntos sobre las íes en cuanto al valor real de Tarantino como cineasta. Cosa que, como dices, te importa un bledo.
    Saludos.

    Alma, un listillo, diría yo. En el fondo es casi repipí. En cuanto a lo que dices de su personalidad, a mí también me importaría un pimiento morrón si ésta, siendo además una pose, no se trasladara también a sus películas, las cuales, a medida que va haciendo más cine, son igual de postizas, y así le ha ido últimamente, lo cual a mí, dicho sea de paso, tampoco me importa ni me preocupa. Eso sí, cuando haya que ponerle a caldo, se le pondrá sin miramiento alguno en la misma medida en que haya que alabarlo por la época en la que se dedicaba a hacer cine de verdad.
    Saludos.

    Nada de «tocho», Josep, al contrario: chapeau, sí señor. Gracias además por los apuntes sobre Hemingway y Tarkovski.
    En cuanto a lo que comentas, resulta especialmente interesante la cuestión de las llamadas «fuentes de inspiración» de las que no se libra nadie. Y cuando decimos nadie, es NADIE, y el sentido del post no es ni mucho menos desprestigiar a Tarantino por hacer lo mismo que los demás: sólo un humilde intento por, al tiempo que destacamos sus valores y lo que nos gusta de lo que hace, intentar darle el valor que tiene, sin más. Y como digo, excepto en un caso, no mejora a sus modelos.
    Saludos y gracias por extenderte.

    Albert, quizá tengas razón y falten cosas por inventar, pero, cinematográficamente, dime algo que se haya hecho en el cine entre 1930 y ayer por la tarde que no se hiciera ya antes en el periodo mudo (y no me valen temas de sonido, o uso del color, aunque también los haya, por razones obvias), o en su defecto, en el cine clásico. Cambia la forma, quizá, pero jamás el fondo. Y por cierto, no es, con mucho, el primero que se autorreferencia. Recuerda, por ejemplo, «Octopussy», cuando Roger Moore baja del barco y la melodía que con su flauta toca el encantador de serpientes es el famoso tema de James Bond. Los clásicos del cine mudo también inventaron eso.

    Iván, ahí le duele. La pregunta es si con un público cinematográficamente mejor educado (como señalabas tú en tus buenos deseos para 2009) hubiera tenido la misma aceptación, o si «City of Fire» hubiese tenido la misma distribución comercial antes que «Reservoir dogs», la gente lo hubiera acogido igual. Y me temo que todos sabemos la respuesta.
    Repito, yo no hablaba de innovar en cuanto a formas (es más, tanto se va a innovar que el cine dejará de existir tal y como lo conocemos hoy). Hablo del fondo, de lo que se cuenta, cómo se cuenta y por qué. He hablado de las historias, del contenido, no del continente. Hecha esta precisión, ni siquiera Godard ha contado algo que no se contara ya antes, y las aportaciones de innovación de Tarantino con respecto al cine anterior no llegan ni de lejos a las que, acertadamente, atribuyes a Godard o las que impuso en su día el expresionismo alemán o el neorrealismo italiano. Y repito, el texto no va contra Tarantino ni es incompatible con que algunas de sus películas me gusten, algunas incluso muchísimo. Pero de genios tenemos el cupón lleno, y hace falta algo más para entrar en un club tan restringido que copiar bien, sobre todo cuando no se mejora el original.
    Y que Hollywood salte por los aires, que salte. «De las ruinas de la memoria se edifican los palacios de la eternidad». Toma ya.
    Un abrazo.

  15. Alguien apuntaba que estos escalones deberían ampliar sus lectores porque no la polémica no fue suficiente, bueno no sé… sólo hay que fijarse en la longitud de los comentarios…
    Al margen de esto, sobre Tarantino decir, que he visto algo no todo, y lo que conozco me gusta, pero eso sí siempre reconociendo que realmente no inventa nada. Supongo que ese es su genio, aprovechar toda esa ¿cultura? cinéfila adquirida durante años de chico de videoclub para mezclarla a su gusto. Y por cierto, quizá la explicación de su tremendo éxito, sea precisamente, la incultura cinéfila (me incluyo),muchos le admiran demasiado porque quizá no conocen ninguna de las fuentes que citas, 39.

  16. En el caso de la autoreferencia, tienes razón. No puedo decir nada más. En cuanto al tema de la innovación, está claro que no podemos entrar en la técnica, pero si en la forma de narrar un film, en la composición de la historia, etc. La gran novedad fué el cine en si mismo, luego han sido pequeñas novedades que nos han hecho llegar hasta aquí. Siempre me he negado a aceptar que cualquier tiempo pasado fue mejor.

  17. Esta conversación la he tenido más de una vez con un amigo que se dedica a estos menesteres. Que se recurra a tecnicismos, conocimientos del medio o su historia, para sustentar una opinión no implica que no se esté hablando sobre gustos personales.
    En tu argumentación a favor de “Reservoir Dogs” frente a la hongkonesa, dices “….toma decisiones más correctas y resultonas para el conjunto final de la película como son la descomposición lineal de la historia y la eliminación de la escena del atraco.”
    A ti te pareció un acierto, te gustó más que lo hiciera así. Seguramente a quien le guste más la película hongkonesa utilizará esos mismos argumentos para desacreditar la de Tarantino, cuestión de gustos.
    Respecto a los “homenajes” a clásicos, argumento que en su momento, al hablar de De Palma, ya dije que no me parecía algo a criticar en sí mismo sino la manera de hacerlo, si el resultado final me convence me parece perfecto, como es el caso.
    En definitiva, en mi opinión, tus argumentos hablan de “gustos” personales tanto como los míos.
    Otra cosa es que se expongan argumentos del tipo, en tal plano cuando cierran la puerta se mueve toda la pared, como en las películas de Ed Wood, o que uno que matan en la primera secuencia aparece vivo a mitad de la película (con orden cronológico al uso y sin resurrecciones de por medio jeje). O, en la mitad de planos el encuadre es lamentable o están desenfocados (aunque a esto lo llaman Dogma, jajajaja). Esto sí son detalles objetivos que no tienen que ver con preferencias personales.
    A mí las cuestiones técnicas me interesan en la medida que forman parte del resultado final, no tanto su análisis pormenorizado.
    Y sobre si es un genio, un copión o un farsante, no me interesa ponerle calificativo porque no veo la necesidad de ponérselo, como dije antes, para mí es irrelevante, porque a mí me gusta como director.
    De todas maneras, creo que los directores hacen sus películas en primer lugar para ellos mismos y en segundo para que la gente las vea. Luego está la crítica especializada, que opina desde un conocimiento más amplio, con más información, pero no deja de ser una opinión. He leído en numerosas ocasiones críticas sobre una misma película, de personas que me consta tienen extensos conocimientos de cine, diametralmente opuestas, lo que para uno eran aciertos para otro eran los puntos débiles de la película, una vez más, cuestión de gustos.
    Por último, no pretendía estar en contra ni a favor de tu exposición, sólo expresar una opinión.

    Un saludo

  18. Me sumo, compa 39escalones, a las felicitaciones generalizadas: tu disección de la obra y figura de Tarantino es, sencillamente, brillante, y, además, muy ilustrativa; a mí, al menos, me ha aportado mucha información (además de ángulos y perspectivas, ya en el plano de la opinión) que desconocía. Yendo a mi opinión personal sobre el cineasta, a mí me parece un excelente director, más allá de toda la parafernalia que le rodea y con que se rodea (ya está eso bastante, y bien, tratado en comentarios anteriores), y más allá de su vocación descaradamente «copiona». ¿Qué gran cineasta, salvo los primigenios, no ha «copiado» a mansalva? Si hasta el mismísimo Woody Allen reconoce que no para de hacer pelis de Bergman y Fellini a su manera…

    Un abrazo y feliz año.

  19. Pues parece, Minerva, que en efecto, la cosa se anima…
    Citas una cuestión muy importante que a mí se me ha pasado por alto apuntar: la «incultura» cinéfila (aunque incultura me parece una palabra un poco fuerte). Te pongo mi propio ejemplo: cuando se estrenó «Pulp Fiction» yo tenía 17 años y cuando la vi salí extasiado, me parecía lo mejor que había visto en cine en mi vida. Enseguida me hice con una copia, luego con la edición DVD, el lote completo. Y desde los 17, desde que me he ido introduciendo más en el mundo del cine, he visto más y más películas y conozco más directores y más obras, todo alrededor de «Pulp Fiction» crece, mientras que ella mengua. Y eso también es un punto a favor de Tarantino en este caso, al menos te lleva a conocer otro tipo de cine. El punto en contra es que lo que antes era internarse en Godard, Truffaut o Siegel ahora es pretender internarse en la serie Z.

    Ahí, estamos de acuerdo, Albert. Me refería exclusivamente al fondo, no a la forma (pero ojo, que las «nuevas» formas, como hemos dicho, por lo general no son tan nuevas).

    Vivian, la cuestión es que partimos de dos aspectos diferentes de la misma cuestión. Para ti que algo te guste o no es el final del debate. Para mí es el principio. El gusto no es algo que exista porque sí; el gusto se conforma, se educa y se fabrica. Y en eso trabajan dos aspectos: uno mismo, y las inducciones de los demás. Y en este segundo aspecto hay motivos, causas y razones que exceden el mero gusto personal. ¿Por qué unas versiones de la misma historia nos gustan y otras no, si son la misma historia? Porque hay algo que hace que nos guste, y ese algo no es nuestro mero gusto por sí.
    En cuanto a mi frase que citas, si has visto ambas películas te darás cuenta de que, objetivamente, «Reservoir dogs» funciona mejor que «City of Fire», que una historia descompuesta linealmente y en la que hay lagunas que completar funciona mejor que la simple exposición lineal de la historia, multiplica la intriga y los puntos de interés. El primer mandamiento del suspense es involucrar al espectador, bien revelándole cosas que los personajes no sepan o bien haciéndole participar con su lógica y sus razonamientos en la trama. Eso «Reservoir dogs» lo hace; «City of Fire», en su empeño de contarlo todo, no. No se trata de gustos.
    En cuanto a la cuestión de las copias y homenajes, es algo que pertenece al medio narrativo, ha existido desde que el ser humano cuenta historias, y existirá siempre porque el medio no puede continuar sin ello. Ya lo hacía Shakespeare, y antes que él los antiguos griegos. Ford, Wilder, Hitchcock, los más grandes siempre tomaron referencias: la cuestión es superarlas. Y Tarantino, no lo hace. Y si quieres un argumento objetivo de los que me pides, hay páginas muy interesantes sobre los gazapos en su cine, desde las balas en la pared antes de los disparos hasta fallos de raccord.
    En cualquier caso, como he dicho más arriba, el tema de los gustos es otro debate, y además los gustos son soberanos.
    De todos modos estamos encantados de que muestres tu opinión y tus gustos siempre que quieras, faltaba más.
    Saludos.

    Gracias Manuel, aunque no hemos hecho nada que no se haya hecho ya antes, je, je, je. Por razones de brevedad tampoco hemos entrado en profundidad en cada idea apuntada, cosa que haremos a medida que nos ocupemos de algunas de sus películas en concreto. A mí me parece un excelente director a veces y un director facilón otras. A lo que voy con el tema de las copias es que todos los cineastas toman referencias de otros, pero terminan finalmente por crear su propio estilo, su mundo, una forma reconocible y concreta de contarlas, un sello personal. Y lo que quiero decir es que, aunque mucha gente opina que Tarantino ha conseguido lo mismo, está claro que ese sello personal que se le atribuye no es en nada personal. Simplemente.
    Abrazos, y por supuesto feliz 2009.

  20. Cuando más cine veo menos me gusta Tarantino. Cuando vi Pulp Fiction en su momento deliré, pero, claro, entonces era mucho más ignorante que ahora.

    Una de las cosas que me molesta de Tarantino es que no categoriza. Para él es lo mismo citar a, por ejemplo, Godard que a un ignoto director de películas de artes marciales hongkonesas. Todo se trata igual, de manera cool y sin profundidad.

    Buen post. Saludos

  21. Gracias, Andrés, veo que compartimos experiencia tarantiniana. A mí me pasó algo similar. Cuando la vi, en mis ignorantes 17 años, me pareció lo más. Ahora cada vez me parece menos.
    Y tienes mucha razón. Yo estoy de acuerdo en una cosa: todo es cine, desde el de primera división hasta el último freak de este mundillo. Eso es verdad. Pero citando un diálogo escrito por él mismo, por ejemplo Godard o el cine de artes marciales no son «la misma jodida cosa, no son la misma liga, ni siquiera son el mismo deporte».
    Un saludo.

  22. Complicado debate. A mí no me parece solo un copión. Ha logrado crear un estilo propio a base de fusionar otras tendencias que existían antes pero que no habían llegado a la gran masa.

    De todos modos este hombre merece un gran respeto para mí tras haber creado 3 pelis gloriosas: RESERVOIR DOGS, PULP FICTION y JACKIE BROWN (infravalorada).

    También logró hacer una peli doble interesante KILL BILL (aunque a ratos me aburre).

    Por último hizo un gran bodrio llamado DEATH PROOF que me decepcionó pero sigo dándole una oportunidad…

    🙂

  23. El mito de la originalidad en el arte supone que hay que hacer algo siempre nuevo. Pero esto no es realista: en realidad, partimos siempre de lo que otros ya hicieron.
    El problema de Tarantino no es que copie con más o menos gracia a otros cineastas; su problema es que las copias no son mejores que lo copiado y no tienen «alma» (entended esto en el sentido de entidad propia, no en sentido metafísico).
    Comparando la violencia poética de un Sam Peckinpah en sus peores momentos con las florituras tarantinescas en Kill Bill no tengo duda, me quedo con el viejo loco.
    Tarantino está claramente sobrevalorado, pero como en el país de los ciegos (cine posmoderno y comercial) el tuerto es rey…

  24. Alberto, ahí discrepamos. Yo no digo que no tenga estilo. Digo más bien que tiene estilos, y que no son propios. Su talento para escribir es innegable (ni siquiera a pesar de sus propios esfuerzos para intentar parecer que no lo tiene).
    Eso sí, oportunidades todas. Aunque viendo lo que se avecina, no sé, no sé.
    Saludos.

    Ojete (vaya nombre, por cierto), suscribo buena parte, si no todo, tu comentario. Es una síntesis espléndida de mi verborrea.
    Un saludo.

  25. Leo opiniones diferentes acerca de Quentin Tarantino pero parece que todos coinciden en despreciar Death Proof. ¿cual fue su recibimiento tanto por la crítica como por el público? Un abrazo y gracias.

  26. Qué formalito… Pues la peli recibió palos de la crítica más o menos objetiva e incomprensibles elogios y alabanzas de la parte de la crítica que ha adoptado a Tarantino como bandera. Ya sabes, en la crítica también hay facciones.
    En cuanto al público, recaudó bastante dinero, pero nada que ver con lo mejor de Tarantino, ni de lejos. Eso sí, en su mayoría entre fans entregados. Los seguidores tibios de Tarantino y los espectadores neutrales, en su mayoría, abominan de ella. Y me temo que con razón.
    Un abrazo.

  27. Es ud. muy diplomático cuando dice en su último comentario: «Nada que ver con lo mejor de Tarantino ni de lejos»… Más bien yo diría claramente ES LO PEOR de Tarantino con mucha diferencia. Una decepción absoluta porque nos tenía bien acostumbrados en general…

  28. Alfredo, Chapeau!!!
    Excelente artículo.
    No obstante, aunque no me gusta Tarantino, me sigue sorprendiendo algún estupendo diálogo (el arranque de Reservoir Dogs) y alguna escena emblemática (Salma Hayek con la serpiente)…
    Salud,
    Chesús

  29. Me ha encantado leer este artículo sobre Tarantino, es una opinión muy bien argumentada, pero no la comparto. Se dice que Tarantino ha abandonado sus influencias digamos de clase A, para realizar cine con influencias de serie B o Z a partir de Jackie Brown, pero sobre todo de Kill Bill.

    Yo creo que en todas sus películas ha mezclado ambos tipos de referencias, de hecho City on Fire, referencia absoluta de Reservoir no se puede considerar precisamente un clásico, es verdad que sí hay ecos de Kubrick, Scorsese, De Palma, Peckinpah, Melville o Godard en Reservoir Dogs y Pulp Fiction, pero ya en estas 2 películas tiene una clara influencia el spaghetti western y el cine de acción asiático, incluídos apuntes del cine de samurais en Pulp Fiction, además de su toque retro en honor a las historietas «pulp». En Reservoir Dogs también se ve una clara influencia del cine gore.

    En mi opinión, no ha variado su manera de crear cine con sus 3 obras posteriores, de la misma manera que en Jackie Brown crea una obra sobria de arte y ensayo (para nada de serie B) a partir de sus recuerdos del blaxpoitation de los 70, en Kill Bill crea una obra épica de venganza a partir de la mezcla de géneros.

    En Death Proof vuelve a hacer lo mismo, con una apariencia de cine casposo, nos entrega una cinta absolutamente basada en el diálogo de sus personajes y de las 2 mitades claramente diferenciadas (nada que ver, en el fondo, con la serie B que se sustentaba básicamente en la acción). Hay claros ecos de slasher ochentero o Russ Meyer, pero también de clásicos como Rohmer (los diálogos intrascendentes), Hitchcock (la estructura es deudora de Psicosis), Cronenberg (el choque a lo Crash) o Frankenheimer (las persecuciones).

    He echado un vistazo por encima al guión de su próxima Inglourious Basterds y tiene un capítulo entero en París que literalmente se va a rodar en «el blanco y negro de la Nouvelle Vague», Leone sigue sigue siendo un referente, así como el Tornatore de Cinema Paradiso o el Aldrich de 12 del patíbulo.

    En mi opinión, el cambio en el cine de Tarantino a partir de Kill Bill es más para evitar repetirse y encasillarse en el género neo-noir, que para dedicarse en pleno a la serie B, de hecho su cine siempre ha bebido en mayor o menor medida tanto de los clásico como de la serie B y otros subproductos, y ésta próxima de la WW2 no será una excepción.

    Melville, Godard, De Palma o Leone (su spaghetti western no me parece serie B) han estado presentes a lo largo de toda su filmografía.

    Para mí, Tarantino sí tiene un estilo reconocible, sí crea su propio mundo cinematográfico a través de sus múltiples influencias y, qué coño, sí es un genio que estudiarán dentro de 40-50 años cuando analicen el cine de finales del siglo XX y comienzos del XXI.

  30. Gracias, amigo Innisfree. Tarantino tiene sus momentos, como esos que comentas (bueno, el segundo más bien es mérito de ella… de Hayek, no de la serpiente). Realmente sin esos fragmentos sería un cineasta más bien del montón.
    Un abrazo.

    Peckinpah, discrepo de tu afirmación: «Se dice que Tarantino ha abandonado sus influencias digamos de clase A, para realizar cine con influencias de serie B o Z a partir de Jackie Brown, pero sobre todo de Kill Bill». Se dice que se supedita la «importancia de la historia a los arquetipos de la serie B más cercana al cómic que al cine». No se niega la presencia de estos elementos en sus anteriores trabajos. Se afirma que, de ser subsidiarios, de formar parte del envoltorio de sus primeras películas (y recuerda que ya lo comentamos en el caso de sus primeros guiones), han pasado a ser, aparentemente, el único objeto de su cine, y por eso ha caído en picado. Y eso sí es una variación, más bien una deriva.
    Por otro lado, limitar la influencia del spaghetti western en Tarantino a Leone es un acto voluntarista. Su influencia no se limita a él, y fuera de Leone (o incluso con él, recuerda «Mi nombre es ninguno» o «Agáchate maldito», el spaghetti western es sobre todo serie B. Otra cosa es que esté bien hecha o que tenga éxito.
    Y por supuesto, discrepo del final. Precisamente la idea del artículo es que su estilo no es ni suyo ni propio y desde luego, no será «Death proof» ni «Kill Bill» lo que se estudie en ningún lado. Precisamente contra eso avisamos, con la atribución de etiquetas de genio y de afirmaciones gratuitas, injustificadas e imposibles de comprobar como con la que cierras tu comentario. Tú mismo te autodenominas Peckinpah. Por algo será.

  31. En tu anterior comentario dices:

    «Se dice que se supedita la importancia de la historia a los arquetipos de la serie B más cercana al cómic que al cine. No se niega la presencia de estos elementos en sus anteriores trabajos. Se afirma que, de ser subsidiarios, de formar parte del envoltorio de sus primeras películas (y recuerda que ya lo comentamos en el caso de sus primeros guiones), han pasado a ser, aparentemente, el único objeto de su cine, y por eso ha caído en picado. Y eso sí es una variación, más bien una deriva»

    Ahí es donde básicamente difiero, en mi anterior comentario no sólo he incidido en las influencias de la serie B en sus primeros trabajos, también he intentado subrayar la presencia de los clásicos en sus últimos trabajos.

    En mi opinión, su manera de hacer películas no ha cambiado en su esencia desde Pulp Fiction, efectivamente Pulp tiene un envoltorio de historieta casposa con un texto y un fondo clásico, pero es que bajo el envoltorio blaxploitation de Jackie Brown se esconde su película más madura y con un trasfondo más dramático.

    A partir de Kill Bill es cierto que la capa superficial de sus 2 películas es más radical en su tendencia a la serie B, pero visual y, sobre todo, formalmente están más trabajadas, el trabajo de montaje en las escenas de acción de Kill Bill así como su fisicidad son modélicas y el conjunto heterodoxo que forman ambos volúmenes se me antoja una obra épica que puede gustar o no, pero su ambición la hace distar de la serie B.

    Que sean un divertimento sin mensaje no las convierten en serie B, gran parte de Hitchcock o el cine negro en general tampoco tienen mensaje.

    En Death Proof volvemos al modelo Pulp Fiction o Jackie Brown, aquí el envoltorio todavía es más casposo, pero en los slashers de referencia jamás se detenían un 90% del metraje en diálogos no relacionados con la trama (esto es más deudor de Eric Rohmer), vuelve a ser un experimento formal y vanguardista que, otra vez, puede gustar o no, pero su ambición y riesgo así como su estructura en 2 actos a modo de espejo (referencia clara al Psicosis de Hitchcock) la alejan de la serie B (como por ejemplo sí lo es su hermana Planet Terror que no pasa del simple homenaje).

    Lamento si he molestado por mi nick, pero no tengo blog y suelo firmar como Peckinpah. Muchas gracias por contestar a mi anterior mensaje y he disfrutado mucho de analizar el tema con este argumentado artículo.

    Saludos.

  32. Lo de renegar de las fuentes «serias» es una pose militante, que me cae en cierto modo simpática, porque pretende dar en los morros a la ortodoxia cinematográfica que distingue con una raya nítida entre lo bueno y lo malo, como si fueran dios o sus discípulos en la tierra.

  33. Creo que cometes un error, amigo Peckinpah: «gran parte del cine de Hitchcock o del cine negro tampoco tienen mensaje. Divertimento y mensaje no están excluidos.
    Por otro lado, en cuanto a «Psicosis» y sus copias, malas copias, en la estructura, no olvidemos que en su concepción fue pensada como serie B, rodada con equipo de televisión, con apenas 800.000 dólares de presupuesto y con un tiempo de rodaje mínimo. Que haya terminado siendo una obra maestra multimillonaria no le quita un ápice de su naturaleza.
    Queda claro que te gusta mucho Tarantino. A mí me gustan mucho sus inicios y muy poco el camino que ha tomado ahora.
    En cuanto a tu nick, no es que me moleste; más bien al contrario, denota que tienes, en general, buen gusto y buenos referentes. Solamente pretendía señalar la paradoja de que, mientras preveías que Tarantino será objeto de estudio cinematográfico a la larga, tú mismo no escoges su nombre como nick, sino uno de los maestros en los que se ha mirado y uno a los que, por cierto, no supera.
    En cualquier caso, siempre es agradable una charla interesante sobre cine.
    Saludos.

  34. Sí, claro, Noe. El problema viene cuando, precisamente por pretender ir contra la ortodoxia, pretende elevar su cine a ortodoxia. En cierto modo es como Hitchcock (bueno, ya quisiera él, Tarantino digo), que mentía cual bellaco cuando negaba ver más cine que el suyo propio, que negaba influencias ajenas ni modelos en los que mirarse. No deja de ser un acto de soberbia, tanto lo suyo como lo de Tarantino, y a mí, particularmente, no me gusta. Muchos directores se saltan los cánones de la ortodoxia sin pretender ocupar su lugar.

  35. Coincido en lo de «Divertimento y mensaje no están excluidos», lo que quiero decir es que divertimento sin mensaje no implica en absoluto mal cine o peor cine que aquél que sí tiene mensaje.

    En cuanto a lo de superar a sus referencias, no creo ni que se pueda medir ni que sea el objetivo de Tarantino ni de ningún cineasta, no sé si Tarantino superará a Peckinpah, lo que está claro es que Peckinpah y Leone admiraban y se vieron influenciados por Ford y Hawks y, sin embargo, crearon su estilo particular en el Western, complementando a la perfección a sus influencias, cosa que, en mi opinión también ha hecho Tarantino con las suyas.

    Me gusta mucho Tarantino hasta la fecha (no me considero un fan) porque gracias a una opera prima muy valiosa ha gozado de una libertad creativa a lo largo de su carrera que ha aprovechado sin encasillarse, revirtiendo sus películas de un aparato formal coherente, completando así su brillante faceta de guionista. Además, también me parece muy buen director de actores.

    Sí creo que tiene un estilo propio, y es muy fácil identificar cualquier película como suya, es cierto que individualmente tiene pocos rasgosque sean exclusivamente suyos pero el conjunto de esos rasgos sí que es suyo y lo refleja en cada una de las películas que ha dirigido (por ejemplo: música, tratamiento de la violencia, estructura novelística, diálogos de sus personajes, cultura pop, …). A mí me resulta muy fácil identificar una película de Tarantino, de los Coen, de Woody Allen, por lo que los defino como autores, si además veo calidad en sus películas, de ahí predigo que será objeto de estudio en un futuro, pero evidentemente lo hago desde mi modesta posición de simple aficionado al cine.

    Ahora bien, no creo que sea gratuíto afirmarlo cuando revistas como «Cahiers du Cinema» o «Dirigido por» no dudan en situarlo un autor de referencia en la actualidad.

    Saludos.

  36. Que interesante el debate, jeje. He leido una cosa por ahi arriba de algún visitante sobre el hecho del gusto personal aplicado al lenguaje cinematográfico, y eso es absolutamente falso. Si un director usa una repetición de series en progresión de escala para mostrar algo y vuelve a utilizarlo sistemáticamente en cada secuencia de forma brillante, eso es buen cine, sea de tu gusto o no el argumento. Precisamente lo que abunda al 100% son gustos personales por encima de valoraciones realistas, el gran problema es que la mayoría de gente no sabe ni leer ese lenguaje.
    Tarantino, al cual he estudiado en esos términos, hay que analizarlo a fondo para descubrir que en sus primeros filmes copia recursos de cineastas de prestigio (y lo hacía muy bien por cierto, no hace falta ser original para ser bueno), pero como comenta Alfredo, a partir de Kill Bill su lenguaje cinematográfico se ha empobrecido (y os lo dice alguien que disfrutó mucho de Kill Bill pese a sus limitaciones, pero solo a nivel emotivo claro), es evidente desde cualquier análisis a fondo, que repito, es objetivo y no subjetivo, por mucho que tanta gente se empeñe en catalogar el cine y cualquier arte como algo relacionado con los gustos.
    Por otra parte, lo de «Dirigido por», conozco a varios que escriben en Dirigido por, y creeme si te digo que no analizan las películas de la forma que estoy diciendo, solo a nivel argumental y de trasfondo, como hacen todos los críticos, con lo cual, son desconocedores de las reglas básicas del análisis cinematográfico, tirando más al literario. Relativiza la opinión de la crítica.
    Saludos!

  37. … y que contenga mensaje no lo convierte en aburrido, amigo Peckinpah. En cuanto a lo que comentas de Peckinpah o Leone en relación con Ford o Hawks, está claro que se vieron influenciados, y también por otros, cosa que en ningún caso se niega en el artículo (como verás si lees de nuevo el comienzo). Pero, simplemente, hicieron algo distinto. Y eso es lo que yo niego en el caso de Tarantino: sencillamente, no ha hecho nada distinto.

    Por otro lado estoy muy de acuerdo con lo de su brillantez como guionista. No así en su presunta faceta como director de actores ni tampoco con la atribución de una coherencia a su carrera, ni mucho menos que haya evitado el encasillamiento: más bien al contrario.

    Por último está la cuestión del reconocimiento: dices que te resulta fácil reconocer un film de Tarantino. También me resulta fácilmente reconocible un film de Pedro Lazaga o de Paco Martínez Soria (que marcaron tendencias, sin duda, en el cine español), pero no son autores. Por otro lado, tu afirmación es un acto de voluntarismo: tú le atribuyes determinadas notas visuales, estéticas, temáticas, etc. a Tarantino porque se las quieres atribuir a él y no, por ejemplo, a quienes han hecho, insisto, lo mismo, antes que él, y simplemente lo que digo es que no son suyas, de tal manera que cuando yo veo una película con rasgos similares a los de Tarantino, incluidas las suyas, tal como apuntas, mi referente es otro, simplemente, porque, aun, como digo, siendo buen combinador de licores, nada de lo visto es innovador, ni nuevo ni, repito, suyo. Pero, evidentemente, es producto de un modelo cinematográfico que pretende excluir la memoria y el criterio profesional del bagaje personal del espectador. Descomposiciones lineales de las historias en el cine hay desde 1916, si no antes: ¿por qué atribuirle esa cualidad «reconocible» a Tarantino?. Voluntarismo y moda, en mi opinión. Padecemos una enfermedad llamada «actualitis» que nos impide ver más allá de lo que consideramos «nuestro» por cuestiones generacionales.
    Por último: personalmente me paso a la mayor parte de la crítica cinematográfica por el refajo. Yo no soy (ni quiero ser) crítico: simplemente soy un aficionado comentarista que aconseja qué ver y por qué, y qué no ver y por qué, compartir sensaciones, recuerdos, experiencias y grandes momentos con quienes pasan por aquí. Pero no olvidemos que la crítica especializada es, en su mayor parte, clientelista, y que el rigor, en un altísimo tanto por ciento de los casos, se ve mediatizado por los intereses corporativos, los egos personales y una cosa llamada gusto personal que, en mi opinión, debería estar ausente de cualquier crítico. No me interesan los gustos personales de tal o cual señor, eso puede hacerlo cualquiera, y los suyos son tan válidos o no como los tuyos y los míos. Los críticos se empeñan en decirnos lo que debe o no gustarnos, cuando lo que ha de exigírsele a un crítico, para lo cual necesita formación especializada (cosa que el 90% de los de hoy no tienen) es que digan si algo está o no bien hecho.
    Saludos.

    Iván, no veas la pelea que tengo yo con todo el mundo para diferenciar el aspecto objetivo (las cualidades de un filme por sí mismo) y el subjetivo (si el resultado me gusta o no). Creo que a todos hay grandes películas que no nos gustan y truños escandalosos que nos tragamos emocionados. Gracias por reflejar esta dicotomía tan espléndidamente: que sepas que le he puesto a un rellano de mi escalara una placa que pone «El reducto del cinéfilo inauguró este rellano el 13 de enero de 2009″…
    Un abrazo.

  38. Exacto, a todos nos gustan películas malas y otras que contienen buen cine no empatizamos con ellas, aunque sean buen cine. Ah..y gracias por lo del rellano XDD
    Saludos!

  39. Para mí, la clave está en que la autoría de Tarantino no está en cada uno de los rasgos que he comentado antes, sino en la conjunción de los mismos. Dudo mucho que si realizaras el mismo análisis en otros a los que sí ves como autores no llegaras a la conclusión de que concretamente no han inventado nada, simplemente han hecho suyas un conjunto de características formales y de contenido que los diferencian del resto. Por ejemplo, la tan famosa cámara lenta de mi adorado Peckinpah en las escenas violentas viene directamente de Kurosawa.

    Jamás me he fiado de la crítica y nunca la tengo en cuenta antes de ir a ver una película al cine, me fío de mi propio criterio a la hora de hacerlo, pero después de ver Death Proof me sentía como una especie de bicho raro al sentir que era el único al que le había emocionado la película, y me alegró ver otros amantes del cine, en este caso de la revista Cahiers compartieran mi punto de vista sobre la película.

    Lo que comentas de la «actualitis» es curioso porque soy de los que piensa que el cine atraviesa una enonrme crisis creativa en comparación con la mayoría de las décadas precedentes, pero uno de los pocos autores que veo hoy en día es precisamente Tarantino.

    Saludos

  40. Iván, lástima que no haya luz en la escalera para lucir tu placa…
    Los gustos personales son un mundo a explorar de lo más interesante: todos pensamos que forman parte de nuestro concepto de dignidad, por tanto nos sentimos atacados, en cierto modo, cuando se critica algo que nos gusta, al tiempo que consideramos bueno todo lo que nos gusta, como si nuestro criterio fuera mejor que otros. Y no nos damos cuenta de que lo que nos gusta y lo que no no es algo que surja por generación espontánea, sino que el gusto se educa y es un producto de nuestra formación personal. Y eso los críticos no lo comprenden.
    Un abrazo.

    Peckinpah, repito que yo no he negado la exixtencia (y la necesidad) de las influencias: te remito de nuevo al principio del artículo. La cuestión es: ¿por qué le atribuyes el uso de la cámara lenta a Kurosawa? ¿Acaso la inventó él? ¿No conoces ningún ejemplo ya en el cine mudo con un uso semejante de la cámara lenta? Esa es la cuestión.
    En cuanto a la crítica, mi punto de vista es que yo me preguntaría por qué coincido con un señor de esa revista, y sobre todo, en qué. Y desde luego, tanta coincidencia me haría ser escéptico en cuanto a mi propio criterio. Por otro lado, por experiencia propia, sé hasta que punto hay libertad de crítica hacia determinados productos. A veces muy poquita, en serio.
    Coincido contigo en que Tarantino, a veces, era uno de los pocos autores interesantes de los noventa. Para mí, dejó de serlo con su tercera película.
    Saludos.

  41. Gracias por el articulo, me considero bastante aficionado al cine de Tarantino y lo defiendo ante todo, guionista magistral (el capitulo que dirigio de CSI se sabe que es de èl desde la primera toma) o los casi 5 minutos de conversacion de Pulp Fiction para darle el reloj a Butch mientras este visualiza la serie favorita de Tarantino en la TV de detras.Para mi aunque es el niño mimado de la critica y el publico estadounidense es un genio, cierto es que copia a todos los directores que puede y a alguno mas, pero nunca lo ha escondido, en la biografia ‘Tarantino a bocajarro’ el mismo lo reconoce.Para mi un genio porque alguien capaz de coger tantisimas influencias de otras peliculas y directores y conseguir algo como Reservoir Dogs o Pulp Fiction no puede ser tan malo.
    Una de las razones de mi pasion por Tarantino es que recupera la mayor de las esencias por las que se invento el cine: entretener, ver cualquiera de sus peliculas es como ver ‘la sexta’ no te sirve de nada, pero te entretiene, al acabar no piensas en hacerte de esa otra religion (como despues de ver la insufrible ‘la vida es ¿bella?’) ni te hace pensar en politiqueo (cualquiera del ‘limpio, blanco, educado,etc..’ M. Moore).
    Tarantino crea entretenimiento puro, cuando terminas de ver sus peliculas, te levantas y te vas y solo a pasado algo de tiempo, no tienes que pensar nada porque ¡EH! es Tarantino ese genio al que defendere siempre a capa y espada, otros defienden a Almodovar y yo pienso que si esos guiones los dirigiera un estadounidense serian las peliculas que veriamos los domingos a la hora de la siesta, pero ese es otro debate, yo soy de Tarantino.Y continuaremos.

  42. Javi, varias cosas. Primero, aquí nadie ha dicho que sea «tan malo»; sólo se ha criticado su santificación cuando en realidad no es más que un buen reciclador. Segundo, tiene tres buenas películas, una de ellas completamente fusilada de otro director, una dupla de serie B y una cinta lamentable. Como guionista tiene cuatro trabajos estupendos y el resto son mediocres, y tercero, no dejas entrever si has visto alguna de las fuentes originales que se citan en el artículo. Si lo has hecho, me resulta difícil que conserves esa opinión que tienes; si no lo has hecho, entonces te basas más en tu gusto personal que en otra cosa, y por tanto no merece la pena debatir nada (sería como hablarle a un judío ortodoxo de la no existencia de dios): ese «lo defenderé siempre a capa y espada» da pie más a lo segundo que a lo primero.
    Tercero, no sé de dónde te sacas que las esencias por las que se inventó el cine son entretener. Es tan ramplón y vulgar como decir que la fotografía se inventó para tomar fotos o la literatura para leer. Otra cosa es que a ti te guste únicamente el cine como pasatiempo, en cuyo caso el problema es tuyo y de quien hace películas sólo con ese fin, pero no del cine, que es un medio mucho más rico y complejo.
    El hecho de que rechaces aquellos productos que te hacen pensar («no tienes qu pensar nada») me inclina a pensar dos cosas: primero, que ves las películas de Tarantino y no las entiendes, que te quedas en lo superficial; segundo, por tus comentarios sobre cierta cadena de televisión y la descalificación de Michael Moore (al cual admira mucho Tarantino; siendo él presidente del jurado en Cannes se le otorgó la Palma de Oro), además del comentario sobre Almodóvar, se ve que no te gusta pensar, y por lo tanto, te conformas con productos, ideas e ideologías de segunda división.
    En cualquier caso, si no pensar te hace feliz, me parece muy bien. Hay partidos políticos e ideologías, directores de cine y juntaletras, cuyo fundamento es ese, que no pensemos. Veo que eres su público.

  43. Me alaga muchisimo su respuesta tan rapida, pero en primer lugar la santificacion de Tarantino se la ha creado el mismo no solo con sus peliculas sino tambien con su actitud (con la cual no he dicho que este de acuerdo), para mi no es reciclador del mismo modo que no lo deberia ser para usted cuando confirma que en cine esta todo inventado, alguien que es capaz de extraer de otras peliculas lo, para èl, mas interesante mezclarlo y regalarnos con Pulp Fiction o con el guion de Asesinos natos y no cagarla (con perdon) esta claro no lo hace nada mal.
    Para mi todas sus peliculas son muy buenas (excepto Death Proof donde la idea podria dar mucho mas de si), los pequeños detalles personales que imprime en todas sus obras son originales y propios, mencion aparte las segundas oportunidades que ha entegado a actores perdidos en el olvido.
    Lamentablemente no he visto ninguna de las peliculas en las que se basa (prometo verlas todas) excepto alguna idea que extrae de Hitckoc y de Kurosawa.
    Por otro lado en ningun momento he dicho que el cine se haya inventado exclusivamente para entretener, pero cada situacion, momento o dia requiere una pelicula para pensar, emocionar o entretener, Tarantino es para ratos de entretener aunque alguna escena pueda hacer pensar, vi ‘Cadena de favores’ y pense que realmente se puede cambiar el mundo, vi ‘Mas alla de los sueños’ y crei en el amor eterno, vi ‘City of angels’ y pense que los angeles no saben nadar, por poner ejemplos comerciales.
    Sobre lo de M. Moore no me importa la relacion personal que tengan entre ellos, para eso estaria escribiendo en basurarosa.com o algo asi, termine de ver Farenheit 9/11 y Bush por supuesto que me parecio malo malisimo pero no por esa pelicula le voy a tirar los zapatos.
    Tarantino aparte del personaje es un gran director y un mejor guionista como lo demuestra en ‘Abierto hasta el amanecer’ cuando sobre la marcha paso de una mala road movie a una pelicula de culto en la serie B. Disculpe la parrafada pero como le dije seguire defendiendo a Tarantino a capa y espada aunque tenga que pensar para ello.

  44. Disiento totalmente, Javi. Cosa diferente a «copiar» o «inspirarse» es reciclar. Hitchcock copiaba, Wilder copiaba, mejoraban con mucho el objeto copiado hasta el punto de crear una obra nueva consistente por sí misma, con estilo y vida propios. Tarantino o Almodóvar son grandes recicladores. No son originales (los detalles que atribuyes a Tarantino no son ni originales ni propios, y al menos espera a ver las películas que se citan en el artículo antes de hacer semejante afirmación).
    De todos modos, comparativamente a los ejemplos de cine para pensar que citas, no me extraña que Tarantino te parezca un dios. En el país de los ciegos…
    Por otro lado, de «Abierto hasta el amanecer» sólo vale algo la primera mitad, el resto es pura bazofia.
    Un saludo.

  45. Me agrada enormemente debatir sobre estos temas con usted, espero que la proxima vez sea con un cafe junto con nuestro amigo comun manchado de tinta, espero para entonces tener mas argumentos con los que intentar convencerle de que Tarantino es un genio al que por copion lo llaman farsante, gracias de nuevo.

  46. Javi, no me trates de usted que me haces muy mayor… Debatir siempre es sano. En ningún caso se trata de quitarle mérito a Tarantino ni de colgarle una etiqueta sino reflexionar acerca de si su reconocimiento no es un tanto desmadrado. En este punto resulta muy importante, decisivamente diría yo, la educación cinematográfica del espectador y de ciertos críticos que se dejan llevar por su gusto como espectador y no por su formación cinematográfica, si es que la tienen, a la hora de consagrar a los genios. Como he dicho más arriba, con 17 años me deslumbró «Pulp Fiction», pero, cuanto más cine veo, y aunque me gusta muchísimo, menos meritoria me parece.
    En cualquier caso, gracias a vos, y ese café, cuendo vuecencias lo deseen. Por mí no va a quedar.

  47. Alex de la Iglesia es un sinsustancia, gordo, pero sinsustancia. Jamás repetirá con otro bombazo como «el día de la bestia», a no ser, claro está, que plagie a otro su obra. De su cabeza no puede salir nada bueno porque carece de sentido argumental, que es justo lo que se necesita para contar historias.
    EL LADO OSCURO DEL CLAN ALMODOVAR demuestra que plagió un libro llamado LA LUZ, de autor madrileño desconocido ( TOMAS CUEVAS ARROYO ), que por cierto, es cinco años mayor que el bilbaino.
    Total que sus fans están adorando a un farsante.
    No hay más que ver cómo se despidió de su discurso para la academia del cine: «Fuerza y honor»
    De verdad, este tío es idiota perdido y os tiene a todos encandilados.
    ACCION MUTANTE una ñorda.
    PERDITA DURANGO ñorda y media.
    MUERTOS DE RISA ñorda también
    CRIMEN FERPECTO soporífera.
    LA COMUNIDAD un capitulo de «aquí no hay quien viva»
    PLUTON BRB NERO da vergüenza ajena.
    LOS CRIMENES DE OXFORD debio suicidarse al acabarla.

    yo cuento ya 4 acusaciones de plagio contra este señor.
    ¿No os parece raro?

  48. Bueno, Loco, tu comentario ni viene a cuento ni es para nada riguroso. A mí personalmente no me entusiasma Alex de la Iglesia como cineasta, pero me temo que por razones mucho más elaboradas y desprejuiciadas que las tuyas, y desde luego, sin recurrir a acusaciones absurdas. Si tu argumento es que «La comunidad» (película más que aceptable) es como un capítulo de «Aquí no hay quien viva» (comprueba fechas, que está claro que te hace falta), invita a pensar que tu opinión en cuanto al resto es igualmente gratuita, caprichosa y banal.

  49. No viene a cuento hasta cierto punto.
    Tarantino era espejo e ídolo de alex de la iglesia cuando empezaba. Pero hace no mucho tiempo cenaron juntos y Tarantino no le hizo ni puñetero caso porque enseguida se dio cuenta de que el bilbaino era un idiota integral. El titulo de esta página hace una pregunta sobre si el yanki es un genio, un copión, o un farsante, y me pareció adecuado informaros de la existencia de ese documental sobre el plagio de «el día de la bestia», y no es, ni mucho menos, una acusación absurda. En cuanto a lo de «la comunidad», si hubiera querido decir que es un plagio de «aquí no hay quien viva» lo habría hecho y punto, pero no lo hice porque el detalle de la diferencia en 3 años entre el estreno de la peli y la serie de tv ya la conocía. Quizá no lo expresé bien, pero el verdadero sentido de ese comentario es que no tiene mayor valor que un capítulo de la serie televisiva. Que no tiene nada especial. Que es un argumento de porteras, y nada innovador.
    Respeto tu opinión sobre mi comentario, pero es sólo eso, tu opinión, sujeta, a su vez, a otras opiniones.

  50. Para empezar, das una cosa por supuesta: que Alex de la Iglesia es idiota y que Tarantino no lo es, cosa que, a la vista de la deriva de su filmografía, es más que cuestionable. En segundo lugar, ¿espejo? ¿ídolo? ¿Te refieres a la deuda argumental, estética o temática de «Acción mutante» respecto a «Reservoir dogs»? Por favor, no digamos más estupideces que las justas. El que tiene ídolos, copia y plagia es Tarantino, desde su primera hasta su última película, por más que las tres primeras sean excelentes.

  51. A mi el Tarantino me la sopla. NI le voy a dar de ganar al yanki, ni al de Bilbao.
    Tira de hemeroteca, y verás que antes de que se le convirtiera en un semidiós, el gordo vasco le declaraba su admiración constantemente. No es algo que yo me invente. Consulta El Pais Cultural en las fechas previas al estreno de su segundo largometraje, y verás que no son estupideces sino hechos. Y luego, tras esa comida juntos que comento en mi post anterior, Álex cambió de opinión radicalmente, llegando a criticar al yanki.
    Pero no me extraña por que también le he visto decir en TVE2 que Madrid era inhóspito, cuando a Madrid le debe todo lo que es actualmente, incluso su puesto de presidente de la academica de cine.
    Pero en fin, que yo no voy a entrar en guerras dialécticas contigo por niguno de esos 2 caraduras. Pero sí te digo que podías no haberte ido tan lejos para encontrar a un copión y farsante, escogiendo al yanki, porque aquí en suelo patrio, tienes al farsante mayor del reino, del que por cierto no se pueden aguantar sus películas, porque son un bodrio, porque no valen ni para pasar el rato.
    Si me dan a escoger, prefiero al estadounidense. Y ya te digo, de mí no va a conseguir un euro.
    y Tranquilo, que si el Tarantino es todo eso que dices, el tiempo lo pondrá en su sitio, como espero que algún día ponga en su sitio al plagiador que nombraron presidente de la academia del cine español.

    1. ¿Que no te interesa? Yo diría que estás encantado… La verdad es que tu forma de argumentar es sesgada y tramposa: admirar no quiere decir copiar ni plagiar (como se desprende de las películas, por cierto). Si tu fuente de argumentación no es la observación propia sino la memoria incierta de la hemeroteca nacional, no me extraña que opines de manera tan gratuita, como con la comparación de «La comunidad» con cierta serie de J.L. Moreno, que no tienen nada, nada, pero nada que ver más que la asociación de ideas de un espectador simplón. En la comida, que yo sepa, tú no estabas, pese a lo cual presupones que Tarantino opinó que De la Iglesia es idiota, descartando automáticamente el hecho más probable de que el idiota sea el otro, o incluso el que sin estar allí se atreve a decir qué es lo que pasó o qué tenía cada uno de ellos en su cabeza. Y en cuanto a su opinión de Madrid, yo no he leído sus declaraciones, pero hasta de tus dos líneas yo deduzco lo que quiso decir y lo que no, cosa que al parecer tú no has entendido.
      Por otro lado, no sé qué tipo -ni quiero saberlo- de encono personal tienes tú contra De la Iglesia. A mí me da igual, no es mi director favorito ni mucho menos, pero de momento tus acusaciones de plagio son exabruptos sin razón ni pruebas más allá de tus párrafos llenos de veneno.

  52. ¿Encatado de qué? creo que ha quedado suficientemente claro que esos 2 no van a obtener un euro mío. Y si algo no soy es idólatra, no respeto a Dios, voy a respetar al Tarantino.
    Uf!! Para no ser el álex tu director favorito, lo defiendes con uñas y dientes. Insisto en que no voy a entrar en batallas dialécticas. Sin embargo, creo que no te has molestado en ver el documental que origina este cruce de mensajes, y te aseguro que en ningún momento pensé que alcanzaría este tono que le estás dando. Y en vista de que parezco ser pernicioso para ti y tu página, esta será mi última respuesta, no estoy yo por la labor de herir a nadie. (de esto excluyo, por supuesto, al álex, encono que le tengo, por ser un farsante, ya, ya sé que no querías saberlo)
    En definitiva, que me estás llamando mentiroso y tramposo, y no me conoces lo suficiente como para aplicarme semejantes adjetivos, si te fijas es lo mismo que elucubrar sobre la cena famosa. De verdad, sigo su trayectoria desde antes de su único triunfo (son más de 15 años ya), y hasta he leido su único libro, horrible por cierto, y guardo esas entrevistas que le hacían antes y después de el dia de la bestia donde declaraba su admiración por el yanki que tú odias.
    Si te lo quieres creer bien, y si no, es cosa tuya.

    En ninguna de mis intervenciones anteriores he querido ofenderte a ti personalmente, si lo he hecho, te pido disculpas, de lo contrario, no entiendo por qué te pones así.
    Responde si quieres, que leeré con atención tu respuesta,contenga lo que contenga,pero no esperes que continúe alimentando este conflicto con mi veneno. Estamos en crisis y el veneno tampoco es gratis. Así que tranquilo, que no te molestaré más con mis opiniones sesgadas.Soy demasiado viejo ya para andarme con peleas que no conducen a nada.

  53. ¿Lo ves? No quieres entrar en batallas dialécticas y escribes un comentario de cuatro párrafos. Encantado, lo que yo decía.
    Yo no defiendo a nadie, me limito a señalar la inconsistencia de tus acusaciones, que son opiniones, nada más, y por tanto, como señalas tú más arriba, no sólo discutibles, sino en este caso incluso relativas. Tampoco te estoy llamando nada que no sea poco riguroso, lo demás lo has puesto tú, no yo. El documental, el cual sí he visto, es lo que los juristas llaman «cuestión de principio», esto es, es un trabajo que parte de una conclusión y construye la argumentación a su manera con el único fin de demostrársela a sí mismos. A mí personalmente me parece endeble y sesgado. Lo mismo se ha hecho de muchos otros directores, empezando por Kubrick y terminando por Almodóvar, y en todos es cierto y falso al mismo tiempo.
    No ha lugar a disculpas, por tanto, porque ni me has ofendido ni yo he dicho nada ofensivo, creo.

  54. Otra cosa más: te sugiero que, sobre la base de los argumentos empleados en el documental de marras, interpongas una demanda por plagio contra De la Iglesia. Si tan claro lo tienes, si tan evidente es, la ganarás. Pero ojo, que un plagio, que a fin de cuentas es una cuestión legal, no de impresiones, no es ninguna broma y no se puede argumentar a la ligera, sin rigor o sobre la base de opiniones construidas en hemerotecas.

  55. UNA PELÍCULA EN DEUDA CON UNA NOVELA
    Después de leer vuestra discusión sobre Tarantino y Alex de la Iglesia quiero dejar las siguientes impresiones.
    Las leyes de la propiedad intelectual no favorecen a los autores de creaciones artísticas de cualquier tipo. Los jueces no se molestan analizar la autoría real de las obras, lo que significa que el mundo de las ideas, su promoción e intercambio, es un terreno abonado para que gente sin escrúpulos plagie impunemente el trabajo ajeno. El vídeo documental «El lado oscuro del clan Almodóvar demuestra que el director Alex de la Iglesia, no ha jugado limpio en su archiconocida «El día de la Bestia». El laureado director ha sido mucho más hábil esquivando las leyes de propiedad intelectual y disfrazando un texto ya existente con ropajes y superficialidades, que creando un producto cinematográfico original y propio. Y todo para que no se note el robo. Es lo que se llama «un ladrón de guante blanco». Si yo escribiese o crease un texto nunca perdería de vista que las
    leyes españolas son ineficaces para defender las ideas y a sus creadores.
    Gracias por vuestra atención.

  56. Primero, no es una discusión.
    Segundo, las leyes son eficaces, como siempre, cuando hay pruebas.
    Tercero, según tú, el documental demuestra algo. Para mí, no demuestra nada más allá de insinuaciones interesadas, como digo más arriba por «petición de principio».
    Cuarto, no es el tema del artículo.
    Gracias por tu atención, y sobre todo si además de atender, entiendes que Alex de la Iglesia no es el tema.

  57. Pensé que participaba en un blog donde se podía hablar libremente de los temas que en él se proponen. No obstante, gracias.
    PD. Discutir no es cabrearse, es enriquecerse con ideas de otros.

  58. Y piensas bien. El tema propuesto es Tarantino. Puedes opinar de él todo lo que quieras, estemos de acuerdo o no. Cuando hablemos de De la Iglesia, si hablamos, lo mismo.
    Gracias a ti.

  59. Todo lo que dices de Tarantino es cierto, yo lo resumiría con una expresión de póquer: Tarantino es un «farol», y a veces se puede ganar con un farol y, aún más, cuando se gana con un farol pués sabe a gloria. Igual podrías añadir tu opinión sobre Malditos bastardos, me gustaría leerla.
    Permíteme un comentario,¿qué te hace pensar que Tarantino «todavía no ha dado la medida de lo que es capaz de hacer poniéndose a destilar licores propios». Yo creo que sí lo ha hecho: violencia fácil, diálogos lobotómicos, escenas inverosímiles, la quintaesencia acrisolada de la americanada…: las salas llenas, el cerebro vacío. C´est tout.

  60. Bueno, Anónimo, Tarantino es un tipo culto, un técnico muy estimable, y posee una cinefilia envidiable más allá de sus «boutades» de niño malo. Con esos conocimientos, ese bagaje y con los medios económicos de los que dispone, una vez que se aburra de las memeces que rueda últimamente, es cuestión de que haga una gran película más cercana a sus primeros trabajos.
    Desde luego, no estoy de acuerdo en la reducción de su cine que haces en las características que apuntas, al menos no así expresadas. En cuanto a «Malditos bastardos», me parece muy tonta para ser una broma inteligente, y demasiado larga para no aburrir, además de llena de huecos e inconsistencias de guión. El genial principio y algunos aciertos puntuales la hacen naufragar, por más que la vocación de «divertimento» haga que la gran mayoría de la gente obvie, perdone o, simplemente, no vea estos defectos.

  61. buuuff que tarde llegué aquí y que de comentarios…
    primero una cosa que me ha hecho mucha gracia, es que aquí se ha dicho que Tarantino no se estudirá en ninguna escuela. Ahora mismo estoy haciendo un trabajo sobre él, es uno de los directores de cine de autor actual que se incluye en el temario…
    A mi el cine de Tarantino siempre me ha gustado (exceptuando Death proof) y creo que además de un buen guionísta, es un director que sabe aprovechar recursos. es cierto que en algunas de sus obras prevalece la forma ante el fondo,pero es que la forma es tan excelente que creo que hace que la película merezca la pena, como es Kill Bill.
    visualmente me parece magnífico en la mayoría de sus películas, y en el cine creo que es importante el guión, pero se deberían de contar más amenudo las cosas con imagenes, medir cada plano, cada movimiento de cámara, y creo que Tarantino eso lo tiene.
    Pienso que en la mayoría de las ocasiones hace cine de calidad, aunque no a gusto de todos….
    De todas formas no deja indiferente a nadie, que eso es muy importante, porque si esto no fuera así, yo no estaría escribiendo aquí, ni nadie lo hubiera hecho, porque este artículo no existiría…
    un saludo.

    1. Bueno, Rebe, menos gracia tiene que se incluya en el temario a Tarantino, y no a otros directores de más mérito.
      No comparto tus apreciaciones sobre la forma de su cine, al menos no como valoración general. Tiene grandes momentos, sí, pero también graves carencias y defectos. No hay más que ver «Malditos bastardos».
      En cuanto a las relaciones de guión e imágenes, ambas cosas van de la mano; el guión no sólo es algo literario, al contrario, el guión técnico avanza ya buena parte de la forma final, aunque, hasta que uno no llega al lugar de filmación, todo está abierto a los cambios, a las novedades.
      Por último, no dejar indiferente no es un valor añadido, aunque mucha gente piense así.
      Saludos.

  62. Vaya, Tony. Pues nada, un poquito de diarrea igual no te viene mal.
    Quizá puedas decirme qué hay de pretencioso en lo que digo. O a lo mejor no lo sabes, te ha molestado porque eres un fan irracional de Tarantino y no sabes por qué. O te avergüenza que alguien diga que lo que te gusta no vale nada y te sientes ofendido. Pues es tu problema, chaval.

  63. Pues, hombre, este tipo que «todavía no ha dado la medida de lo que es capaz de hacer poniéndose a destilar licores propios» lleva en su haber, de momento, la sexta mejor película de la historia del Cine (Pulp Fiction) según IMDb, película que realizó a la edad de 31 años. Así que casi menos mal que no… Bromas aparte, es evidente que Tarantino perdió el norte debido a la crisis existencial de caballo que vivió a mitad de la treintena, y que desde entonces no ha vuelto a ser el mismo y está funcionando al «ralentí». Pero no se puede negar ni el incomensurable, casi apabullante, talento que demuestra en de Resevour Dogs, Pulp Fiction y Jackie Brown ni que incluso sus peores películas (Death Proof, a mi juicio) esconden perlas de brillantez absolutamente inimitables.

    1. Estimado Santi: la lista de imdb es una lista en la que vota «cualquiera» según le sale de las tripas. Refleja gustos de la gente que vota -de la que no se enuncia en ningún momento sobre qué criterios o con qué preparación previa parten para juzgar-, nada más, sin ningún rigor crítico, y al mismo tiempo que retrata eso, gustos, revela carencias. Su ignorancia de algunas de las grandes obras maestras es vergonzosa, especialmente en cuanto a cine de fuera de Estados Unidos. Por otro lado, denota que la gente vota más «mediáticamente», es decir, conforme a las modas y a la repercusión publicitaria de según qué productos (es la única explicación al hecho de que esa lista incluya ciertos títulos, decenas de ellos, que jamás entrarían en ninguna clasificación seria), Tarantino incluido, que sobre la base de la calidad sin más.
      Dicho esto, en el resto de tu comentario vienes a decir lo mismo que digo yo, excepto alguna cosa (que diría Rajoy), y que es precisamente lo que viene a defender el artículo: que esas perlas de brillantez, que no dudo de que están presentes, en muchos casos no son «absolutamente inimitables», sino que Tarantino las ha imitado, copiado, fusilado, adaptado, «homenajeado», como quieras llamarlo, y que los imitados, copiados, fusilados, adaptados u «homenajeados» van desde Kubrick a Huston, de Hemingway a Siegel, de Siodmak a Chandler.
      Saludos

      1. Hombre… Evidentemente, Imdb no es la Biblia, y yo mismo he visto con estos ojitos notas medias a ñordos de campeonato que dan grima, pero tambien el «pueblo ignorante» (como yo, sin ir más lejos) tiene derecho al voto, y eso de ponerse elitista es peligroso y sueles acabar a la larga trasquilado. Yo te aseguro que soy bastante europeo (para ser español, que siempre es un handicap en eso) y he visto todo tipo de cine de toda las nacionalidades y pelajes. Y tengo graves problemas para encontar una película mejor que Pulp Fiction realizada en el último cuarto de siglo. De hecho, no se me ocurre ninguna salvo quizás (cuestión de gustos) alguna perla de Von Trier o Lynch. Eso sí, admito sugerencias.

        Y afirmar que Tarantino se limita a copiar «en muchos casos» el trabajo de otros autores es no haber prestado a su cine (en especial a su realización) el respeto que merece y simplificar groseramente, Y es que, por poner un ejemplo, sólamente en el plano-secuencia de dos minutos que persigue a Uma Thurman desde la barra del bar al aseo en Kill-Bill hay ya más pericia técnica y sentido de lo visual que el mostrado por casi todos los directores supuestamente plagiados por él en toda su carrera (con la única clara excepción de Kubick).

        ¿Copia/homenajea Tarantino a Godart en la escena del baile de Pulp Fictión? Por supuesto. La diferencia es que lo que en Bande a Part resulta «simpatico» a secas, en manos de Tarantino es mágico y trasciende. Esa es clave: Tarantino no sólo copia, mejora el original y lo trasciende.

  64. Bueno, Santi, la explicación «elitista» y la apelación a la «ignorancia de la masa» la has hecho tú, no yo. Yo me he limitado a explicar el funcionamiento de las votaciones de imdb sin hacer juicios de valor, señalando la evidencia que hace que los resultados de esa lista -como de todas las listas colectivas- sean los que son. Yo no he interpretado nada ni he acusado a nadie de nada. Me basta con decir que para mí la lista de imdb no es un referente de nada.
    Yo no tengo especial dificultad en encontrar películas de la misma calidad, o incluso superior, que «Pulp fiction». Sin ir más lejos, «Match point», de Woody Allen, o «Another Year», de Mike Leigh, «Sin perdón» de Eastwood (has dicho un cuarto de siglo), o la iraní «Una separación». Cuestión de gustos, al final, pero eso de que «Pulp fiction» es la panacea (y que conste que para mí roza o entra de lleno en la obra maestra como mínimo) no es una verdad absoluta.

    En cuanto al juicio de valor sobre sus maestros, sí me parece una simplificación grosera. Me basta con decir que sin Godard, Huston, Kubrick, o incluso sin Hemingway, no habría Tarantino, mientras que todos ellos han existido sin él. En cuanto a la pericia técnica de esa secuencia… ¿De veras no la has visto antes? ¿Seguro? No sé quién ve el cine sin atención y respeto, la verdad.

    Por lo que respecta a tu último inciso, que es una expresión de gustos, no tengo nada que decir. Sobre que «Tarantino mejora el original y lo trasciende», no lo dirás ni por «Atraco perfecto» ni por «La jungla de asfalto», claro. Y si lo dices, entonces volvemos a lo de la atención y el respeto.

    Está claro que eres un fan; no eres el primero que me afea mi forma de relativizar el «genio» de Tarantino. Discutir en este caso es ocioso. Me limito a ser objetivo y señalar puntos fuertes y débiles de su cine. Y Tarantino me da la razón, siendo que su última gran película digna de tal nombre ya tiene 16 años…

  65. Descalificarme diciendo que soy un «fan» es casi tan objetivo como si yo optase por descalificarte a ti diciendo que eres un hater: sería un infantilismo ridículo en el que ni tu ni yo vamos a caer, pues somos gente educada manteniendo una conversación enriquecedora. Aunque, ciertamente, no me gusta la sugerencia que esconde el término de que soy incapaz de ser objetivo. Vamos por partes:

    Sobre tu lista alternativa, nada que decir: son tus gustos y me parecen muy respetables (y sensatos). Solo añadiré que salvo la irani que no he visto ( y por supuesto, me apunto), el resto, en mi consideración personal e intransferible- siendo magnificas, no me parecen superiores. Aunque, ¿cómo comparar un limón y una castaña?

    En cuanto al plano secuencia de Kill-Bill, he visto realizar ejercicios similares de estilo al propio Kubrick (al que idolatro) a De palma y, por supuesto, al señor Welles que recuerde ahora mismo a bocajarro, pero, evidentemente, no son exactamente lo mismo, y cada plano secuencia, más allá de sus influencias, es una pieza de artesanía en si misma. Si ahora resulta ( y no me sorprendería) que es una copia exacta fotograma a fotograma de alguna película que ignoro, no dudes en iluminarme.

    Por último decir que tu argumento de que los «maestros» (por seguir con la terminología) de Tarantino le superan por la sencilla razon de que «sin Godard, Huston, Kubrick, o incluso sin Hemingway, no habría Tarantino» es un tanto tautologico y chusco. Evidentemente: Y sin el Hombre de Atapuerca no existiría Godard, y eso no lo convierte a los cavernicolas en precursores de la nouvelle vague: es cuestión simple ordenación de causas y efectos. Por otro lado, y de manera dialecticamente muy astuta, mencionas a Huston o Kubrick cuando yo mismo he reconocido que Kubrick es mejor realizador a Tarantino (y que, probablemente, ningún otro director en la historia del Cine) y Houston dista mucho de ser una de las influencias directa en su cine, que bebe de fuentes mucho menos clásicas (por lo general) y bastante más cercanas en el tiempo y a las que, efectivamente, ya ha superado en algunos aspectos, como De Palma, por ejemplo. En cuanto al sobrevaloradisimo y siempre pretencioso Godard, el mismo Tarantino dijo en su momento y sin darle la menor importancia que ya lo habia «sobrepasado». Sus razones tendría.

    1. No creo que llamar «fan» a alguien con respecto a algo (si no es Justin Bieber) sea descalificarlo. No me parece justificada esa subida a la parra, la verdad.

      Con respecto al resto, Welles, Kubrick (también Huston y Siodmak) o De Palma (maestro de la copia, el homenaje y el plagio, por cierto), me valen como ejemplo. Pero, volviendo a tu mención anterior: ¿por qué la toma de Tarantino tiene mayor pericia técnica y sentido de lo visual que ellos, o mejor dicho, que toda la carrera de ellos? Sin duda por tu apreciación personal, que no es la mía.

      Por último, no se trata de mera causalidad. No hablamos de simple sucesión vital, de herencia genética o cultural, sino de que de todo el espectro artístico y cinematográfico mundial, Tarantino escoge unos pocos ejemplos a los que toma como referencia, sigue y refríe. Recurrir a Atapuerca o a las amebas sí resulta chusco. Por otro lado, Huston no es ni mucho menos una referencia alejada de Tarantino, del mejor Tarantino (sus tres primeras películas, de hecho). Sólo hay que ver todo el episodio de Jules y Vincent con los muchachos en su piso para ver la huella de Huston -y de Hemingway, y de Siodmak- por todas partes. Si te parece poco que uno de los tramos más recordados de su mejor película deba tanto a tres referentes que tú niegas, en fin… Otro detalle: tampoco soy partidario de santificar a Kubrick: su importancia, que llega al extremo de cambiar el cine con sólo 16 películas, es proporcional a su capacidad para cagarla.

      Finalmente, lo que diga Tarantino de Godard me importa poco, más allá de «A band apart» (sus razones tendría para elegir el nombre). También dijo que «Lo que queda del día» de James Ivory es «una mierda». Francamente, la pose de «elitismo contracultureta» de Tarantino es de los rasgos más antipáticos que tiene, entre otros.

  66. Tarantino escribe buenos diálogos, es verdad; pero su contenido me parece intrascendente y, a veces, burdo. Es como el amigo ingenioso que todos hemos tenido; un ingenio de andar por casa, para echarte unas risas cuando vas de marcha, con la única pretensión de hacer reír, no siempre de la forma más refinada. En sus películas hay unos pocos indicios de cierto talento cinematográfico, como la manera en que, para crear tensión, dilata el tiempo con un plano secuencia en «Pulp Fiction»; aunque en este caso digo lo mismo: al final, su puesta en escena y su estilo de planificación, de ningún modo excepcionales a pesar de esos detalles, tienen pretensiones intrascendentes. Además, en algunos casos la violencia de sus películas resulta excesiva, y me acuerdo ahora de la secuencia animada de «Kill Bill». Esto último es simplemente hablar de gustos; me parece legítimo que los artistas representen la violencia y otros asuntos desagradables —como lo hicieron Homero, Goya y otros muchos, aunque los motivos de cada uno de ellos difieran y, en el caso de Homero, sólo fuesen legítimos en el contexto de la Grecia de su tiempo—; a mí la violencia excesiva no me gusta. En fin, recomendaría sus películas como una forma de desconectar y de divertirse un poco; pero no se las recomiendo a quienes busquen algo de profundidad.

    Y, definitivamente, el tío demuestra tener muy mal gusto si dice que «Lo que queda del día» es una mierda… XDDD Ojalá pelis como ésa fuesen las más taquilleras. Por cierto, no creo que sea una pose; él es así.

    1. Un comentario muy completo y riguroso. Yo, personalmente, creo que se despeñó voluntariamente tras el fracaso relativo de Jackie Brown. No hubo alabanzas a la medida de su ego y empezó a jugar al chico malo. Le está saliendo rentable (por el momento), pero creo que no le ha hecho ningún bien a su carrera. Iba para mucho más.

  67. Efectivamente, un director inflado por la crítica y, por ende, el público. Cuanto más cine clásico veo más me doy cuenta que este tipo es un copión oportunista. Le alaba únicamente el hecho de que ama el cine, y eso se nota, pero ni lo respeta todo lo que debiera, ni mucho menos lo siente. Bueno sí, lo «siente» a su manera, por medio de la ultraviolencia y la chabacanería.Digo todo esto, después de 79 comentarios por una razón.
    Se ha hablado de que «Pulp fiction» no es novedosa (of course) porque, por ejemplo, «La condesa descalza» cuenta con una misma secuencia desde dos puntos de pista. Pues bien, ayer tuve el grandísimo privilegio de encontrarme en youtube con una película argentina de los años 50 que cuenta no con dos sino con hasta cinco puntos de vista diferentes -y, ejem, uno de ellos … (bueno, no diré nada, habrás de verla) -.
    Su título es «Rosaura a las 10». ¿Te suena? Si has visto «Los peces rojos» de Nieves Conde y te ha gustado es obligatorio ver ésta. Es una auténtica joya. Todavía no quepo en sí de gozo. Descubro por internet (sólo en un par de páginas, puesto que la deben conocer los cinéfilos del país, ya sabes la distribución…) que está considerada como la mejor película del cine argentino. Ahí es nada. Otra película para difundir, comentar con los amigos y que la gente la conozca, ¿no te parece?

    Saludos!!

    1. Correcto, gran película, toda una sorpresa. Sin embargo, yo me remonto a Rashomon (Akira Kurosawa, 1950), en la que se cuentan las cosas desde múltiples puntos de vista diferentes, incluyendo el del más allá, a través de una médium. Tarantino hace pulp cinematográfico, y eso se nota. Bebe de fuentes muy buenas, y por tanto a veces el resultado es muy bueno. La pose de chico malo hace que a menudo este resultado se vea perjudicado por su ego insufrible.

      Saludos, y gracias, como siempre.

  68. A mí es un director que me gusta bastante, pero reconozco que está un poco inflado. Aunque peores son las copias de el como el Británico Guy Ritchie que es como Tarantino pero en malo jeje. Ni sustancia en los personajes ni nada. Ese si que hace películas para menores de 13 y mayores de 21 jaja. O the Boondocks Saints donde Willem Dafoe se transforma en Nicolás Cage y 2 inútiles matan gente por ser angeles del cielo o algo así… Que cosa más mala por favor.

    El problema que le veo es que desde Kill Bill ha abusado demasiado de lo mismo. Por darte un ejemplo en muchas de sus películas siempre varios personajes se ponen a hablar como por 15 minutos y después se terminan matando a tiros porque… Que se yo. Se inspira mucho y sin ofender en cine basura o serie B que no lo ve ni su madre pero lo junta también con cosas más elaboradas y sale lo que sale.
    Concuerdo con que su mejor película en Tiempos Violentos, después de Perros de Reserva. Ambas tienen cosas muy buenas. Para resumir mi opinion: Kill Bill es divertida pero no hay nada aparte de eso y la 2 me pareció algo tostón, demasiado seria y densa que no es lo suyo la verdad. Bastardo sin Gloria no está mal, pero no entendí muy bien que quiso hacer, si algo serio o algo para entretener. Lo mejor: Cristopher Waltz que le roba a todas las escenas a Brad Pitt, que en mi opinión es un actor que le quedan grandes muchos papeles.
    Django está algo mejor: algo larga y Jamie Foxx no está a la altura sin contar el final espantoso donde el desubicado pone rap en un western. Pero me pareció algo distinto a lo que suele ofrecer.
    Después de ahí no he visto más.
    De el me gustan mucho la forma de contar las historias, algunos diálogos y esos personajes unicos (Vincent Vega, el sr lobo, el señor rosa, etc) pero otras cosas no. Sus filmes son muy largos, abusa mucho de violencia que no viene a veces al caso y su cine tiene algo de serie b (que no soy fan aclaro) que me desagrada pero es un cineasta que sin ser original tiene algo.
    A Jackie Brown no la he visto. Dicen que es buena. Pero no puedo (lo se, es una manía estúpida) con Robert Foster, dicen que con su cara trasmite pero a mí me recuerda a Seagal, sin ofender. Es uno de esos pocos actores que simplemente no puedo soportar en pantalla.

    Saludos.

    1. Cierto, Guy Ritchie es un horror. Solo sabe filmar una misma película, que ha hecho tres o cuatro veces. El resto, es una morralla insufrible.

      Particularmente, creo que a Tarantino le ocurre igual, aunque es mejor. Tres buenas películas, las tres primeras, hasta Jackie Brown. El resto, prescindible.

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