Diálogos de celuloide – Cromwell

oliver

Es curioso, señor Ayton. Todo el que se lanza a una guerra cree que Dios está de su parte y Dios debe de preguntarse a menudo quién es el que está con Él.

Cromwell. Ken Hughes (1970).

31 comentarios sobre “Diálogos de celuloide – Cromwell

  1. Muy buena película, y también otra más reciente sobre el mismo tema, «Matar a un rey». Y yo creo que Dios sí que está con todos los bandos, menos si uno es ateo; el error es creer que sólo está con uno.

  2. Genial frase. Se supone que Dios no tomaría parte en ninguna guerra de ningún bando sino en la paz de todos los bandos. Lo de la Guerra Santa hace tiempo que lo dejaron los cristianos, ahora lo retomaron los magrebíes, o los musulmanes o como quiera que s eles llame…

  3. Yo creo, José Ángel, que dios está contra todos los bandos menos los ateos…

    Marcos, si dios toma parte en guerras o no, como insinúa la frase, no es cosa suya, sino del hombre. Dios siempre ha participado en guerras. «Nuestro dios» el Yahvé del Antiguo Testamento, es cruel, asesino, vengativo y criminal. Basta leer un poco para darse cuenta. Los hombres hicieron a dios a su imagen y semejanza, y no al revés. Y en cuanto a lo que comentas de los musulmanes y demás, eso significa que aprenden rápido. Han tenido maestros que les enseñen (y que usan los mismos pretextos para acabar con ellos).

  4. Pues pocos deben de estar con Él, porque últimamente todos, unos más que otros, andamos metidos en alguna guerra. Si no es de forma directa, indirectamente.
    Un abrazo.

  5. Todavía me acuerdo de la sensación que causó esa película en su estreno: para los bachilleres adolescentes de la época, una clase magistral de una dialéctica inmersa en los tejemanejes políticos que aquí no se estilaban, una lucha de poder impensable.

    Puede que imagináramos más de lo que veíamos, porque no he vuelto a verla; pero tanto en esta como en las anteriores Becket y Un Hombre para la Eternidad los británicos supieron cultivar muy bien el aprecio por una cinematografía que, aparte de entretener, daba muestras de su monarquía parlamentaria, todas ellas dotadas de espléndidos diálogos representados por unos intérpretes ya legendarios.

    Tengo que hacerme con esa tríada para revisarla con calma.

    Saludos.

  6. Bueno Lucía, lamentablemente, si echamos cuentas, pocos momentos de paz hemos tenido desde que al primer mono se le ocurrió echar de la charca de agua a sus enemigos con un golpe de hueso de tapir… Y así hasta hoy.
    Un abrazo.

    Noe, de todos modos un dios debe de estar loco (valga el título de la película) por definición. Si no no se puede ser dios y estar a gusto siéndolo.

    Josep, era un cine británico que en los setenta dejó de existir con el New Cinema. Aquellas películas de aventuras, sus cintas históricas, su cine bélico, sus comedias costumbristas, sus películas de detectives. Todo eso se marchó y ahora nos queda… Guy Ritchie…
    Saludos.

    Entrenómadas, ya sabía yo que no te cae simpático (a mí tampoco).
    Besos.

  7. Bueno, cine historicista británico. Grandes vestuarios, mejores localizaciones, despliegue técnico y humano abundante, magníficos y sólidos actores, estupendos diálogos y buenas dosis de rigor histórico. Nada magistral, pero muy eficiente para cualquier rato (largo) disponible.

  8. Amigo Chesús, se habla muy poco de algunos genocidios devastadores que han pasado desapercibidos: Palestina, la América indígena, los armenios, y por supuesto, Irlanda.
    Lamentablemente esta frase de Cromwell no era suya, sino de su personaje en la película. Estaba claro que él, no es que pensara que dios (el dios del Antiguo Testamento, cruel y salvaje, como decía por ahí arriba) estuviera de su parte, sino que se sentía encarnación de dios. Un tipo abominable.
    Un abrazo.

  9. Muy buena reflexión. Sobre las guerras, en fin creo que «vence las guerras quien vende más armas». También dijo alguien que las guerras son pobres contra pobres luchando por los privilegios de los ricos, y algo de eso hay. Humanamente es desolador que tras miles de años de se supone que civilización aún hayan guerras. El ser humano tropieza más de dos veces con la misma piedra. Aún seguimos en la edad de piedra, tirándonos piedras. Es que de verdad, Alfredo, a menudo me da asco pertenecer a la raza humana. Un saludo.

  10. Pues sí. Más lo sería puesta en la boca de un personaje que no fuera Cromwell, precisamente. El puritanismo es el camino más corto para apartarse de dios.

    Samu, supongo que es instintivo y que por eso, por mucho que se quiera racionalizar, no desaparecerá nunca. Si individualmente, en situaciones límite, enseguida echamos mano de la fuerza bruta, ¿cómo no vamos a hacerlo en grupo?
    Saludos.

    Nunca, Rosa.
    Besos.

  11. «Tristes guerras…» decía Miguel hernández. Cuánta sangre empapa la tierra que pisamos, la verdad. Siglos de sangre y fuego y seguimos en las mismas, aunque alguno cree que como no le salpica…
    Un abrazo

  12. la violencia es una opción, yo no lo veo tan instintivo, es más, en algunas guerras se ha tenido que forzar a mucha gente a ir a la guerra, no es que tuvieran un instinto violento sino que políticos y militares han utilizado a la gente como carne de cañón… en lo que estamos de acuerdo es en que parece que siempre habrán guerras, porque interesa que las haya. Un saludo.

  13. No Samuel, no trates de examinar la cuestión desde un punto de vista racional. La violencia, como todo lo instintivo, no lo es. Hasta cierto punto puede sujetarse, pero sólo hasta cierto punto.
    El mismo ejemplo que citas sirve: puede que el origen de una guerra se decida en altas instancias, pero quienes están en la guerra no combatirían si no llevaran el instinto en la sangre. Llámalo supervivencia, pero ésta, cuando hace falta, echa mano de la violencia. Recuerda la charca de monos en «2001». La forma de los conflictos ha cambiado, su raíz, no.
    Saludos.

  14. Recuerdo Cromwell al igual que un Hombre para la Eternidad cómo dos magníficas producciones cinematográficas.Era muy joven y por aquel entonces no analizaba la magnitud de las historias contadas.Desde el día en que un mono lanzó al aire aquel hueso de tapir(que maravillosa escena de 2001)al aire-Alfredo corrígeme si me equivoco-no vuelve a tocar tierra y ahí sigue en el aire y así seguimos los humanos,de guerra en guerra,de odio en odio.Y el fanatismo Religioso siempre o casi siempre por medio……

  15. Efectivamente, Carmen, no vuelve a tocar tierra, se convierte, por sustitución de plano, en una nave espacial que gira por el espacio al son de El Bello Danubio Azul… La cuestión de fondo es que el fanatismo religioso, las cuestiones políticas, étnicas o culturales siempre son pretextos: en esencia, nunca, nunca, nunca, por más que lo rebocen con otras cosas, hemos dejado de luchar por algo que no sea una charca.

  16. Es que, Carmen, tengo una suerte inmensa con los lectores habituales. No sólo hacéis comentarios muy agudos y certeros, sino que aprendo muchísimo con vosotros. Eso no tiene precio. Por eso escogí este nombre para el blog: si recuerdas, los escalones de la película eran personas, topos, gente de incógnito, encubierta, desconocida, pero que estaba ahí. Y tengo mucha suerte de que no seáis sólo 39.
    Un abrazo.

  17. ese instinto de la sangre, de todas formas, se fomenta interesadamente… quizá sea mi idealismo pero la existencia de guerras y de tan exageradas desigualdades sociales significa el fracaso de lo mejor del ser humano a costa del puño y la glotonería insaciable, que más que instintos humanos son tentaciones humanas y demonios humanos… lo fácil es el ojo por ojo, pero así el mundo se quedaría ciego como decía Gandhi. La violencia puede sujetarse hasta cierto punto, pero es más fácil no sujetarla, esa es mi crítica, que el ser humano a menudo escoge el camino fácil del puño en vez del difícil de la comprensión, el esfuerzo y la ternura. Es más fácil destruir que construir, odiar que intentar comprender, condenar que amar… A veces la violencia está justificada, pero sólo en defensa propia, y no suele ser lo que se ve normalmente, se ve gente incapaz de sujetarse, enfermos mentales patológicos con galones, sociedades enteras corrompidas por la belicosidad, casi siempre surgida del miedo. Gran parte de la violencia es una muestra de cobardía, toda esa gente con armas suelen ser gente cobarde que se esconden detrás de sus armas. La violencia existirá siempre, pero que sea cada vez más es una prueba de lo equivocada que están las sociedades, fomentando comportamientos violentos. La violencia, insisto que existe pero se puede fomentar y se fomenta. Podría fomentarse lo mejor del ser humano, pero eso cuesta más y no interesa. Es más cómodo fomentar el miedo, la ignorancia, la sumisión y la violencia. Así siempre, siglo tras siglo, pero yo tengo fe en lo bueno del ser humano. Un saludo.

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