Ya dijimos en algún momento que Pajares y Esteso saldrían por aquí, y nosotros con las cosas serias, es decir, con las coñas, no bromeamos ni un pelo del que no tenemos. De las tres películas que Mariano Ozores rodó en 1981 (¡¡¡ tres el mismo año !!!), sin duda Todos al suelo, inmejorable título para resumir aquel año, es sin duda la más lograda, muy por encima de las otras dos, Los chulos y Los liantes (qué gran capacidad la de Ozores para la selección de títulos). Facundo, Aniceto, Pedro y Bernardo intentan salir de la miseria a lo grande, con un atraco en toda regla que les proporcione los millones que van a descansar durante una escala de veinticuatro horas en una sucursal del Banco Mistral.
Uno de los mejores momentos de la película es el inicio del atraco, «poesía» pura. Una prueba más de que la calidad objetiva de una película (no nos vamos a engañar: en este caso, poca, muy poca) no tiene nada que ver con el gusto personal, y que no todo tiene por qué ser comerse la cabeza.
«Mis escenas favoritas» Uncategorized jajajaja… y tan «uncategorized». Qué capacidad que tenía Antonio Ozores para hablar mucho sin decir nada… pero, claro, eso lo aprendió muy bien de su hermano José Luis, a mi modesto entender, un artistazo. Pajares y Esteso han hecho muchas tonterías pero he de reconocer que, cuando se lo proponían, tenían su gracia (sobretodo Pajares). Lo malo es que se lo proponían muy pocas veces. Sea como sea el video no tiene desperdicio y me he reído un rato.
Ya me has hecho reir por la mañana. Que pareja!
La inclusión de esta escena no es más que una gamberrada sin advertencia previa con el fin de romper esta catarata de solemnidades que llevábamos todas seguidas. Algo para desengrasar antes de continuar…
Esa era la idea, Gabriel, reírnos antes de que podamos preguntarnos qué narices está haciendo esta escena aquí. Menudo par.
Soberbio atrevimiento.
Voy a seguir con lo imprevisto, diciendo que, si le quitas el sonido «Dabadabadá» y la gestualidad innecesaria (no en el contexto, sino desde los cánones interpretativos) y teatral de los actores, la escena bien la podríaa haber firmado el mismisimo Tarantino.
Sigo con la sonrisa en la boca.
Pues sí, Raúl. Al fin y al cabo, bueno y malo, todo es cine. A Tarantino estas cosas le gustarían, sin duda. Como descubra algún día las películas de Ozores ya veo una versión violenta (física y verbalmente) con Jack Black como Esteso y Adam Sandler como Pajares, eso sí, con muchos tiros y tacos de por medio.
Pajares y Esteso… qué risas me echaba con ellos de chaval… y bien mirado a veces tenían gracia los condenados. Saludos.
Yo creo que vi «Los bingueros». Quizás haya sido ésta una de las pocas factorys, si no la única (bueno, no que está Almodóvar), del cine español. Bueno para la industria, sin duda.
Puede ques sea de las únicas veces que he soportado a esta pareja, en esta pelicula. Hace reir.
A mi no es que me haga mucha gracia este tipo de cine.Debo de tener un sentido del humor algo atrofiado.Eso no quita que esta escena en particular sea magica,(no mágica).De todas maneras,como dices tu,bueno o malo,todo es cine.Y en eso estamos,¿no?Saludicos
La descabellada idea no tiene desperdicio; déjame romper una lanza en favor de esos pajarracos que hacían cine sin esperar más ganancia que la que producía la taquilla.
Cine palomitero en estado puro, como las miles de películas que este año pasado, sin ir más lejos, se estrenaron tanto en las pantallas como en las televisiones por cable y gasolineras con armarios de dvd de todos los U.S.A.
Esos imbéciles de personajes, con una buena mano en la batura y unos mejores intérpretes, hoy saldrían en todas las televisiones del orbe junto al tipejo ese de las zarpas surgientes de los nudillos.
Si es que uno se ríe aún no queriendo. Lo malo es que, al cuarto de hora, ya te has cansado de tanta sandez.
Pero ver a esos atracadores es un acto de fe en el surrealismo más carpetovetónico jamás filmado… 🙂
Saludos.
Me encantan las medias esas con el lazo rosa que lleva el Pajares, oye, hay que estar elegante en todas las situaciones.
Besos.
Sólo de vez en cuando, Sam, pero recuerdo golpes tremendos de carcajadas.
Saludos.
Pues no sé si es tan bueno, Noe, para la industria. Para los Ozores y compañía sí que lo fue, no les fue nada mal, de hecho.
Puede ser, Antonio, la verdad es que la gran mayoría de las películas y las escenas eran subproductos difícilmente digeribles. Eso sí, con momentos estelares.
A mí tampoco, Carmen, excepto en su contexto adecuado: buena compañía, con fines meramente de entretenimiento, y sin pensar demasiado.
Buena propuesta: esta gente tenía que haber hecho solo escenas sueltas, nada de películas largas. Podría hacerse una serie tipo Benny Hill con lo mejor (lo menos) y tirar lo peor (lo más). Eso sí, coincido contigo en una cosa: ahora se nos pretende vender lo mismo, o incluso peor, envuelto en papel de regalo. Antes se era menos hipócrita; por eso la gente los recuerda.
Saludos.
Eso es, Lucía, ya que uno delinque, que sea con estilo.
Besos.
Dios mío! menudo par de pájaros! tienen su gracia aunque estoy de acuerdo con Josep, a los 15 minutos te estas largando del cine…yo soy del 85 y me queda todo un poco ademano, no recuerdo reirme con Pajares (actuando).
Buena precisión, Braichy. En el 85 este par ya iba de capa caída, aunque aún duraron un poco más. Y duran, vamos, aunque en otro sentido menos gracioso.
Sus películas se alguilaban a granel, ibas al videoclub y no decías ningun título, pedías una del Esteso y Pajares y había sin duda mucho dónde elegir. Incluso se agotaban. País y habitantes del país….
Saludos
Para ser justos, digamos que el fenómeno no respondía a algo propiamente español. Al contrario, tenemos ejemplos del mismo tipo de cine en Alemania, Francia e Italia (sin que ellos tengan la excusa de cuarenta años de caverna para explotar en risas y cachos de carne al aire tras tanto reprimirse…), y con mucha diferencia el de aquí es el mejor. Ejem, el menos malo…
Saludos.
A mí me ha hecho reír, sobre todo eso de no poder hablar con la media XD. Siete Vidas hizo un gaga por el estilo en un capítulo, me pregunto si lo sacaron de aquí… hay que reconocer que tienen algo de entrañables…
Besos.
Rosa.
Pues seguramente lo fusilarían (las series españolas no destacan por su originalidad, como por casi nada en general). Me choca mucho que los veas como entrañables…
Besos.
Supongo que al cine también se acudiría para ver las señoritas en paños menores (y sin paños) que solían acompañarles. Bueno, era otro ingrediente junto a las carcajadas.
Que gran verdad! No siempre es necesario comerse la cabeza de mala manera, no es que sea lo que más me gusta pero si recuerdo reirme a lo grande de vez en cuando, tenían un aire familiar. Es decir te recordaban algun personaje de tu propia familia, pero lo mejor sín duda, eran esas músicas moviditas y pegadizas, como el hit de «40 grados a la sombra» DIOS.
Que gran verdad! No siempre es necesario comerse la cabeza de mala manera, no es que sea lo que más me gusta pero si recuerdo reirme a lo grande de vez en cuando, tenían un aire familiar. Es decir te recordaban algun personaje de tu propia familia, pero lo mejor sín duda, eran esas músicas moviditas y pegadizas, como el hit de «40 grados a la sombra» DIOS.
Pajares con la mujer embarazada y dice: «qué mierda de atraco» cuando ve al crío del otro, jajajaja. Si es que Mariano tenía cosas realmente auténticas, y con Antonio me parto, vaya solución que busca…
Tengo por ahí cada película grabada de esta época que son… «joyitas»
Me da pena ver cómo han terminado dos de los mejores actores cómicos que hemos tenido en España…
Tengo buenos recuerdos de alguno de sus filmes (Yo hice a Roque III) aunque yo era un enano.
Saludos, Alfredo.
Bueno, yo sólo los he visto en escenas sueltas… pero a mí me lo parecen, un poco.
Besos.
Rosa.
Pues sí, Carlos, y no era un ingrediente menor. Aunque visto ahora resulta más bien triste.
Oh, las músicas, Yutokitumi…: «soy currante y tiro p’alante…» Auténticos mega-hits.
Todos guardamos cadáveres en el armario y tesoros inconfesables en nuestras videotecas (sin ir más lejos, yo tengo una copia de «Chicago», de Marshall, qué hay más inconfesable que eso…).
Pues sí, Alberto, sobre todo porque al menos Pajares demostró con creces que ahí había mucho más actor de lo que estos productos dejaban ver. Una pena que él se haya terminado pareciendo cada vez más a sus personajes.
Saludos.
¿Has visto a Esteso, Rosa, cantando el Bellotero Rock? Si después de eso sigue pareciéndote entrañable, vale.
Besos.
A mí me sucede lo mismo,por ejemplo con Makinavaja de Carlos Suárez e interpretada por Andrés Pajares y Jesús Bonilla;película cutre,pero con momentos que no puedes evitar unas carcajada.Pajares es un gran actor,no hay más que ver la película de Carlos Saura ¡Ay,Carmela! o el de Maki.
Un fuerte abrazo.
Así es, Francisco. Lástima que se quedara a mitad de giro en su carrera. Supongo que el ambiente no artístico a su alrededor algo tuvo que ver.
Abrazos.