Lo que yo te diga, que em quedo sin icónos culturales, como le recuerdo en películas catastróficas (como Meteoro) o en la serie de televisión «las calles de San Francisco», aunque para mi su mejor época es la que le unió al realizador Elia Kazan, y siempre estará en mi recuerdo ese Inspector Larrue de «Yo, confieso» de Alfred Hitchcock.
Qué grande. Mi descubrimiento de este actor va unido a mi gusto por la filmografía de Elia Kazan. Una de mis películas favoritas es La ley del silencio. Me enternece en Un tranvia llamado deseo y me divierte en su caricatura increible en esa farsa tremenda que es Baby Doll. Fue de esos secundarios imprescindibles que creaban personajes inolvidables.
Acaba de convertirse en sombra inmortal.
Besos
Hildy
Aunque ya retirado hace muchos años (algo lógico, dada su edad), en el recuerdo de todos queda como un profesional sólido y honesto, uno de esos actores de carácter a los que el físico no dio posibilidad de ser superstars, pero sí intérpretes de entidad. Ah, y ya firmo los 97 con los que se despide, que no está nada mal…
Un fuerte abrazo, compa Alfredo, desde la caldera del sur….
Pues sí: érase un gran secundario a una nariz pegado y habrá que dedicarle con calma un merecido homenaje (que ya se estaba fraguando, por otra parte).
En casa también le llamábamos «El Narizotas». Supongo que es inevitable con esa napia.
Me dio mucha pena cuando vi ayer la noticia en el telediario. Era de esos actores secundarios que a veces brillaban más que los protagonistas. Espléndida la secuencia de «Un tranvía llamado deseo» que mencionáis.
Besos
Uno de mis favoritos, Josep. Lo espero ansioso.
Saludos.
En efecto, Raúl, el hombre sensible que se sabe poco atractivo, o no lo suficiente, para aspirar a los sentimientos de una dama con clase, aunque sea venida a menos… Vamos, la historia de mi vida. Y ni siquiera tengo una nariz con personalidad…
Siempre ha sido un tipo solvente, muy sólido, perfecto en sus personajes, con un oficio y unas tablas que ya querrían muchos monigotes de hoy, más guapos, claro, pero que no tienen ni idea.
Besos.
Pues sí, Dante, estupendo. Mereció tener más de un protagonista.
Pues sí, lo estaba. Y también lo está, por ejemplo, Joan Fontaine, que es también nonagenaria y cuya muerte, seguramente, pasará casi tan desapercibida como la de este señor.
Abrazos.
Tienes razón, Noemí, que la repongan ya. Total, ahora mismo están poniendo series mucho peores, por más recientes que sean.
Uno de mis secundarios favoritos, como dice marta imprimía elegancia y buen hacer…Esa nariz y esa mirada inteligente quedarán para siempre en la historia del cine.Un abrazo grande Alfredo
Karl Malden es otro de los grandes actores secundarios de la historia del cine.Veo,según leo en los comentarios,que existen opiniones diversas respecto a sus mejores interpretaciones.A mí me gusta en El hombre de Alcatraz,como alcaide y en El rey del juego.
Dos extraordinarios papeles, cierto, Francisco. Y también he olvidado mencionar «El árbol del ahorcado». «El rey del juego» me la apunto; sé que te gusta mucho. Habrá que dedicarle un buen texto.
Abrazos.
El rey del juego es todo un filme de culto y McQueen está insuperable.Existe un duelo interpretativo entre él y el gran Edward G.Robinson.Robinson le dice:»Mientras yo viva tú serás un secundón.»Había mucha verdad en lo que decía y McQueen también lo sabía.Es la mejor película de Norman Jewinson.Tengo tantas cosas por escribir,Alfredo,que parece que nunca voy a llegar a todo lo que me gusta.Otro escrito que me espera el El buscavidas,otra de mis películas favoritas.
Como dicen por ahí arriba un actor secundario que a veces brillaba más que los protagonistas.Yo me veré ,Yo confieso, es la que tengo mas a mano ,en mi particular homenaje.
Hubiera sido un buen Cyrano.Recuerda su nariz un poco a la de Depardieu,aunque mas elegante.
Saludicos
Alfredo me refiero a su auténtica nariz ,no a la que le pusieron para Cyrano.
Quizá donde mas grande se le ve es en su papel de Obéix,me parece.
Saludicos.
Es que, Carmen, Depardieu es grande en todos los sentidos. Por eso su nariz, aunque grande, llama menos la atención.
Saludos.
Lo que yo te diga, que em quedo sin icónos culturales, como le recuerdo en películas catastróficas (como Meteoro) o en la serie de televisión «las calles de San Francisco», aunque para mi su mejor época es la que le unió al realizador Elia Kazan, y siempre estará en mi recuerdo ese Inspector Larrue de «Yo, confieso» de Alfred Hitchcock.
A mí me gusta especialmente en «El rostro impenetrable». Y su papel en «Un tranvía llamado deseo» es tremendo, de una sensibilidad desarmante.
Qué grande. Mi descubrimiento de este actor va unido a mi gusto por la filmografía de Elia Kazan. Una de mis películas favoritas es La ley del silencio. Me enternece en Un tranvia llamado deseo y me divierte en su caricatura increible en esa farsa tremenda que es Baby Doll. Fue de esos secundarios imprescindibles que creaban personajes inolvidables.
Acaba de convertirse en sombra inmortal.
Besos
Hildy
Yo de cría lo reconocía por la nariz. Me encanta.
Un tipo elegante, sobrio y cálido.
Pedazo de actor.
Kisses agobiadicos,
Marta
Aunque ya retirado hace muchos años (algo lógico, dada su edad), en el recuerdo de todos queda como un profesional sólido y honesto, uno de esos actores de carácter a los que el físico no dio posibilidad de ser superstars, pero sí intérpretes de entidad. Ah, y ya firmo los 97 con los que se despide, que no está nada mal…
Un fuerte abrazo, compa Alfredo, desde la caldera del sur….
¿La ha palmado? Ni me he enterado.
Sí, su mejor papel, «La Ley del silencio» al margen, el que hizo en «El rostro impenetrable»
Probablemente, Marta, uno de los mejores «secundarios» de todos los tiempos.
Besos.
También los firmo yo, amigo Manuel.
Un abrazo desde la caldera del Ebro (que poco se lleva con el sur…).
Raúl,¿y esa escena con Vivian Leigh en Un tranvía llamado deseo? Sensacional.
Eterna nariz… de hecho en mi casa se le conoce como «el narizotas». Me quedo con «El rostro impenetrable».
Curiosa la coincidencia: narizotas, rostro impenetrable…
Pues sí: érase un gran secundario a una nariz pegado y habrá que dedicarle con calma un merecido homenaje (que ya se estaba fraguando, por otra parte).
Saludos.
Pues sí, es cierto.
Me cago en la leche, cómo de áctiva y trabajadora está últimanente la parca.
pd.- Muy buena la secuencia a la que te refieres.
En casa también le llamábamos «El Narizotas». Supongo que es inevitable con esa napia.
Me dio mucha pena cuando vi ayer la noticia en el telediario. Era de esos actores secundarios que a veces brillaban más que los protagonistas. Espléndida la secuencia de «Un tranvía llamado deseo» que mencionáis.
Besos
Uno de mis favoritos, Josep. Lo espero ansioso.
Saludos.
En efecto, Raúl, el hombre sensible que se sabe poco atractivo, o no lo suficiente, para aspirar a los sentimientos de una dama con clase, aunque sea venida a menos… Vamos, la historia de mi vida. Y ni siquiera tengo una nariz con personalidad…
Siempre ha sido un tipo solvente, muy sólido, perfecto en sus personajes, con un oficio y unas tablas que ya querrían muchos monigotes de hoy, más guapos, claro, pero que no tienen ni idea.
Besos.
Ay, Hildy, que casi me olvido de ti… Había olvidado ese papel de Baby Doll. Menos mal que estabas tú para recordarlo.
Besos.
otra pena, penita, pena
querible narizotas
magnífico actor
es increible…todavía estaba vivo?…abrazos.
Una antiestrella para reivindicar a gritos. Y que repongan «Las calles de San Francisco» ¡ya!
Noventa y siete tacos, ¡pfffiu!
Pues sí, Dante, estupendo. Mereció tener más de un protagonista.
Pues sí, lo estaba. Y también lo está, por ejemplo, Joan Fontaine, que es también nonagenaria y cuya muerte, seguramente, pasará casi tan desapercibida como la de este señor.
Abrazos.
Tienes razón, Noemí, que la repongan ya. Total, ahora mismo están poniendo series mucho peores, por más recientes que sean.
Uno de mis secundarios favoritos, como dice marta imprimía elegancia y buen hacer…Esa nariz y esa mirada inteligente quedarán para siempre en la historia del cine.Un abrazo grande Alfredo
Un Cyrano del cine, así es, Marisa.
Un abrazo.
Karl Malden es otro de los grandes actores secundarios de la historia del cine.Veo,según leo en los comentarios,que existen opiniones diversas respecto a sus mejores interpretaciones.A mí me gusta en El hombre de Alcatraz,como alcaide y en El rey del juego.
Un fuerte abrazo.
Dos extraordinarios papeles, cierto, Francisco. Y también he olvidado mencionar «El árbol del ahorcado». «El rey del juego» me la apunto; sé que te gusta mucho. Habrá que dedicarle un buen texto.
Abrazos.
El rey del juego es todo un filme de culto y McQueen está insuperable.Existe un duelo interpretativo entre él y el gran Edward G.Robinson.Robinson le dice:»Mientras yo viva tú serás un secundón.»Había mucha verdad en lo que decía y McQueen también lo sabía.Es la mejor película de Norman Jewinson.Tengo tantas cosas por escribir,Alfredo,que parece que nunca voy a llegar a todo lo que me gusta.Otro escrito que me espera el El buscavidas,otra de mis películas favoritas.
Fuerte abrazo.
Espero esos escritos, Francisco. Siempre abren nuevas perspectivas; aprendo un montón. Estoy de acuerdo, es lo mejor de Jewison.
Abrazos.
Un actor característico con un característico físico que puede le perjudicara pero que le permitió demostrar lo que era, un actorazo.
Saludos
Pues sí, Alma, su físico le privó de un protagonismo que por calidad sí merecía.
Saludos.
Como dicen por ahí arriba un actor secundario que a veces brillaba más que los protagonistas.Yo me veré ,Yo confieso, es la que tengo mas a mano ,en mi particular homenaje.
Hubiera sido un buen Cyrano.Recuerda su nariz un poco a la de Depardieu,aunque mas elegante.
Saludicos
Sobre todo, Carmen, porque su nariz es de verdad, no necesitaba implantes o extensiones narigudas.
Saludos.
Alfredo me refiero a su auténtica nariz ,no a la que le pusieron para Cyrano.
Quizá donde mas grande se le ve es en su papel de Obéix,me parece.
Saludicos.
Es que, Carmen, Depardieu es grande en todos los sentidos. Por eso su nariz, aunque grande, llama menos la atención.
Saludos.