JERRY: Oiga, ¿cómo lo hacen los conejos?
SAM: Igual que los elefantes.
JERRY: Ah, claro. ¿Y por qué no había venido usted antes a verme?
SAM: Porque no sabía que tenías una madre tan guapa.
JERRY: Si ella le parece guapa, tendría que ver mi tirachinas…
SAM: A lo mejor vuelvo mañana.
JERRY: ¿Cuándo es mañana?
SAM: El día después de hoy.
JERRY: Eso es ayer, el mañana de hoy.
SAM: Lo fue.
JERRY: ¿Cuándo fue el ayer de mañana, señor Marlowe?
SAM: Hoy.
JERRY: Ah, claro. Ayer.
The trouble with Harry. Alfred Hitchcock (1955).
Esta es una peli que nunca he aprendido a apreciar. Tendré que insistir, ¿no? Seguro que merece la pena.
Es que, Noe, dentro de la filmografía de Hitchcock es realmente atípica. Relaja bastante algunos de los ingredientes habituales y el humor negro va esta vez más ligado a los diálogos que a lo visual. Por eso no suele estar reconocida como lo mejor del maestro y el público no la apreció demasiado. Y sin embargo, es una pequeña joya que se revaloriza con el tiempo.
Estupendo diálogo. Me ha dado ganas de volverla a ver.
Lo cierto es que apenas la recuerdo (mi cabeza está fatal…).
Sólo se puede mantener una conversación así con un niño pequeño…, hablar con ellos es toda una experiencia, vivir otras lógicas…
Hace siglos que no veo esta película. Recuerdo escenas. Y recuerdo que me sorprendió gratamente.
Besos
Hildy
Me estoy liando con lo de mañana/ayer, y, siendo hoy jueves laborable, la duda no es trivial. En resumen, ¿cuando será sábado?
Menos mal ha quedado claro como lo hacen los conejos y los elefantes.
Ahora, lo de la madre guapa y el tirachinas … ¡zas!, en toda la boca.
😆
Pues fíjate nunca me ha interesado mucho esta peli. Aunque leyendo el texto me han entrado ganas de verla. Menuda crío!
Kisses,
Marta
Quizá, Roberto, es que, a diferencia de otras películas de Hitch, no posee imágenes impactantes o momentos de emoción y suspense desbocados. Es más bien una comedia (negra) costumbrista.
Dímelo a mí, Hildy, que mi sobrina me deja K.O. a todas horas…
Besos.
Celebes, el sábado es el penúltimo día antes de cada lunes…
Es que hay niños muy agudos, y muy malos (y a Hitchcock le gusta disfrazarse de niño malo para decir cosas que estarían mal en un señor mayor).
Pues Marta, cierto que no es lo mejor de Hitchcock, pero de ahí a que no interese… Eso sí, no es el rollo habitual del maestro.
Besos.
me atrajo su pregunta. Pensé: «me va a dar el resultado del acertijo»…resulta que sólo se trata de esa peli tan rara (la hizo realmente A.H.?) más para oír que para ver…
La tengo totalmente olvidada… Curiosamente ayer ví «El hombre que sabía demasiado». Suelo olvidar las menos conocidas de Hitchcock pero la veré.
Yo me he liado… mal diálogo para leerlo después de un examen… sólo me he enterado de lo de los conejos XD (aunque yo hubiera contestado que depende si el «conejo» es de cuatro patas o de dos XD).
Besos.
Rosa.
Pues sí, la hizo A.H., amigo Dante, aunque como pasatiempo. Pero no está tan mal, ya quisieran otros directores que sus películas más flojas fueran así…
Hombre, Dana, si hace poco elogiabas las virtudes de Shirley MacLaine tienes que verla. Ésta fue su debut.
O antes, Rosa, igual da. De todos modos, tu observación no es propia de una señorita, que lo sepas.
Besos.
Jajajaja!!! Esque la señorita pasó todos los veranos de su infancia con sus primos varones, y terminó desarrollando cierta habilidad para según qué tipo de chascarrillos.
El crecer viendo a Miki Nadal o Los Morancos no ayuda precisamente XD
Si hay diálogos como el que pones ,me gustaría verla.
La veré.
Saludicos.
¿Que no está tan mal? ¿A que te quitan el nombre por blasfemo?
Una comedia negra divertidísima, una verdadera gozada: estupendo Edmund Gwen y fantástica Shirlery McLaine en su primer trabajo.
De vez en cuando me la pongo para levantar el ánimo, diciendo para mis adentros: no puede ser que un humor como ése haya desaparecido de la pantalla….
El diálogo, por cierto, deslumbrante por su sencillez y efectividad.
Y sí, ya me dan ganas de volver a verla…. 🙂
Saludos.
Es oir hablar de Hitchcock y allí que acudo rauda. Siempre me ha parecido una película muy interesante por lo atípica precisamente en su filmografía. Un divertimento en el que como dices, Shirley Maclaine esta en el esplendor de sus veinte años. Una pequeña joya.
Un abrazo
He aquí un estúpido pero sencillo cuentecito, que igual ayuda a entender lo que creo que le pasó y le pasa a esta peli. Dice así:
Un día, a un pintor que sólo pintaba cucarachas -unas cucarachas preciosas, las mejores cucarachas pintadas del mundo, por cierto- le dio por pintar una libélula. A él le pareció que le había quedado ideal de la muerte, pero muchos de sus hasta entonces enfervorizados admiradores, se mostraron algo tibios con el nuevo motivo.
Fin.
Alfredo gracias por hacerme recordar que hasta los Hitchcock «menores» son una maravilla.
🙂 Cómo amo el cine de este tipo…
Ay, Rosa, qué referentes…
Besos.
Pues no hay muchos, Carmen, pero vale la pena, sobre todo cuando no hablan (el lenguaje gestual es magnífico).
Saludos.
Pues me lo tendría merecido, Josep. Efectivamente, como dice Raúl más adelante, el «problema» es cierto cambio de registro. La película es encantadoramente sencilla y sutil, pero no posee la fuerza visual de otras.
Y el humor, ah, el humor, dónde habrá ido a parar…
Saludos.
Exacto, Alma, un divertimento, un entretenimiento (sobre todo para Hitch mientras esperaba hacer otra cosa) que, por supuesto, al ser del maestro, supera con creces las mediocridades actuales.
Abrazos.
Muy bien descrito, Raúl, exactamente eso. Claro que el protagonista tampoco ayuda mucho; Forsythe no es precisamente un actor solvente y memorable. Con otro protagonista masculino quizá la película hubiera tenido mejor suerte en la memoria colectiva.
Gracias a vos por tener tan buen gusto. Que hoy en día hay cada uno por ahí…
Con ese diálogo… otra que me apunto y que engrosa la filmografía por visionar.
Abrazos
Pues la verdad es que el diálogo transcurre como prolegómeno intrascendente de un momento importante: cuando se conocen el pintor y la chica. Pero el niño tiene su guasa…
Abrazos.
Un diálogo digno de Beckett o Ionesco.El absurdo en Hitch,tema no lo suficientemente estudiado en su cine,entre otras cosas.
Un fuerte abrazo.
Pues es verdad, Francisco, simpre al quite… A veces utiliza el absurdo como vehículo de humor, pero también como coartada para las debilidades de sus MacGuffin (todo un absurdo en sí mismo). Una cosa para examinar, sí.
Abrazos.