En esta simpática comedia romántica filmada por Stephen Frears en 2000 y basada en la novela de Nick Hornby, John Cusack da vida a Rob, propietario de una tienda de discos de Chicago que, además de relatarnos en clave de lista de éxitos sus más sonados fracasos amorosos, se mete a productor de un grupo de fanáticos del monopatín que intentan chorizarle elepés -con muy buen gusto, por cierto- en su tienda de vinilos de coleccionista.
Casi al final de la película, en la gala de presentación del disco en la que va a actuar como telonero el grupo de uno de sus empleados, el histriónico Barry (Jack Black), tan radical que llega a echar de la tienda a cualquiera que se atreve a preguntar por cualquier bodrio comercial de radiofórmula, Rob, recién reconciliado con su chica, se teme lo peor: las excentricidades de Barry y los continuos cambios de nombre del grupo, a cual más absurdo y ridículo, le dan tan mala espina que cuando suena la primera canción, una versión de Let’s get in on de Marvin Gaye, se queda boquiabierto hasta que no puede evitar sumarse a las entusiastas palmas y bailes de la concurrencia. Una película ligera y agradable, mucho más que el triste final de este genio del soul.
Y de propina, otro tema de los muchos que aparecen en la película (incluido su autor, en una aparición que emula la de Bogart en el clásico de Woody Allen Sueños de un seductor): The river, de Bruce Springsteen.
Dos perlas musicales… y es que a mi Bruce…, Ay, Bruce, y en concreto The River… me emociona. La verdad es que me encanta rescatar momentos musicales cinematográficos que me hacen ser más feliz. Son pequeñas pildoras medicinales. Alta fidelidad tenía varios.
Regalo uno. Hay una película del año 2000 que se llamaba A dúo de Bruce Patrolw sobre el mundo norteamericano de los circuitos de karaoke (¡tela marinera!) y se forman varios curiosos dúos. El mejor sin duda es el formado por Paul Giamatti y Andre Braugher que en una de sus actuaciones juntos te hacen saltar las lágrimas de placer al interpretar una preciosa versión de Try a little tenderness.
Besos y gracias por estos momentos musicales dominicales
Ay, ay, Bruce
Hildy
Estupendos temas y simpática película. Cusack hace de Cusack muy bien.
Sí, recuerdo esa película, Hildy. Ahí lo que me falla es la música, que no es muy propia de mí…
Besos
Si duda, Roberto, Cusack supo producirse una película a la medida.
Muy bien Alfredo. Lo cierto es que la única razón por la cual ví esta película fue por la pequeña aparición de Bruce Springsteen en un sueño que tiene el protagonista. Después me encontré con una comedia bastante divertida y muy simpática como tú dices. La canción de Marvin Gaye pone los pelos de punta y más cuando conoces la vida que acarreó el pobre. Me gusta la versión que has incluido de The river. Es justo del año pasado pero la interpreta tan bien como siempre. Un abrazo.
Me gustó la novela y también la película.Me encanta esas personas que persisten en esas viejas tiendas,como los libreros de viejo.En su tiempo me gustaba Springsteen,hoy me he vuelto más clasicón,es decir,más moderno.Y respecto a Cusack francamente estaba muy bien.
Un fuerte abrazo,amigo.
Es de esas películas que permiten tomarse a broma que tienen muy poco o nada de risible.
Abrazos.
De acuerdo contigo, Francisco. La verdad es que sólo pueden persistir si hay público que comparta ese amor por otra manera de hacer las cosas, imperfecta sin duda, más lenta, más artesanal, pero auténtica.
Abrazos.
La noevla es una delicia, y la peli de lo más maja. Cusack, dentro de ese perfil tan reconocible en él, borda el personaje
La verdad es que se ajusta al personaje como un guante. Cusack ha ido un poco en picado desde entonces; con esa cara de torta que se le está poniendo y esa entrega al cine más comercial y conservador, poco a poco va perdiendo encanto y ganando en practicidad.
Esta comedia se me escapó y no entiendo como todavía no la he visto, porque pasaría horas en una tienda rodeado de vinilos, así que voy a tener que adelantarla en ls lista, que ya se está haciendo demasiado larga, Alfredo, y justo se han acabado las vacaciones…. jajaja…
Saludos.
Bueno, no es un aspecto, el del coleccionismo, que en la película vaya más allá de unas cuantas conversaciones para mostrar el distinto carácter de los personajes en la tienda. Luego ya va por otro lado. Quizá en ese aspecto disfrutaras más del libro.
Saludos.
La verdad es que fuí más atraida por John Cusack, que siempre me ha encantado (y que ahora parece algo perdido) que por la música, pero salí cantando y con ganas de bailar.
De bailar con Cusack, imagino…