El 7 de diciembre del próximo año se cumplen setenta del ataque japonés a Pearl Harbour, que supuso la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y la inclinación de la balanza hacia los enemigos del Eje, pero nosotros, para no seguir la corriente en plan oveja del rebaño, nos acordamos hoy. Dejando de lado la más que probable verdad histórica, el hecho de que los norteamericanos conocían el plan de ataque y dejaron morir a alrededor de tres mil de sus compatriotas para conseguir que la población se tornara favorable a la intervención en una guerra que no quería mientras el Gobierno ponía a salvo en California lo mejor de su flota y dejaba que bombardearan los saldos, el cine se ha ocupado en distintas ocasiones de este episodio histórico.
Sin mencionar la horrorosa versión de Michael Bay, que apareció en nuestra tienda de los horrores con gran merecimiento, y rechazando la visión propagandística, falsa y victimista que Roosevelt acuñó sobre el acontecimiento al bautizarlo como «el día de la infamia», la mejor crónica de los hechos fue la filmada por Richard Fleischer, Kinki Fukasaku y Toshio Masuda, Tora! Tora! Tora! (1970), que reproduce con gran meticulosidad no exenta de enorme y efectiva espectacularidad los prolegómenos políticos y militares del evento y a la vez invita a reflexionar acerca de por qué los Estados Unidos, siempre que intervienen en una guerra, disfrazan sus verdaderas intenciones como respuesta legítima a un ataque que ellos mismos no han dejado de intentar provocar ni un segundo, cuando no se lo inventan directamente o lo cuentan al revés (la guerra de Cuba y el hundimiento del Maine, la Primera Guerra Mundial y el hundimiento del Lusitania, la guerra de Corea, el incidente del golfo de Tomkin que motivó la intervención militar americana en Vietnam, la Primera Guerra del Golfo, la invasión de Afganistán e Irak tras el 11-S; demasiadas coincidencias en el modus operandi para que todo sea casualidad, ¿no?).
La película, resultando más que apreciable, no llegó a ser lo excelente que hubiera podido llegar a ser si Akira Kurosawa, que intentaba hacer cine fuera del Japón que ya no quería saber nada de él como director, no hubiera sido despedido. Parte del material que el cineasta japonés rodó se ha podido ver este año en ediciones especiales en homenaje al gran maestro nipón. Pensar en Tora! Tora! Tora! siempre será imaginar la película que no pudo ser.
No conozco la peli, compa Alfredo (el cine bélico, en general, no se cuenta entre mis devociones más fervorosas, aunque intento ir viendo cositas poco a poco…), pero no te puedo discutir las apreciaciones sobre Kurosawa, un señor cuya exquisitez rodando hubiera dotado de lustre hasta a un spot del Cola-Cao… En cuanto a tus apuntes sobre el modus operandi del imperio, chapó, maestro, así funciona la cosa.
Un fuerte abrazo y buena semana.
No se trata tanto de una película bélica, Manuel, como de una crónica histórica.
En relación al imperio, a mí lo que más me sorprende de la gente sobre el asunto de Wikileaks es que se sorprendan. EE.UU., como tal imperio, actúa y opina así desde que existe como Estado. Hace unas semanas se publicaron -«desclasificaron», se dice, cuando la cosa se hace con cuentagotas y omitiendo lo que no interesa que se sepa nunca- documentos sobre la participación de USA en el golpe de Chile de 1973. ¿Qué ha variado en la política de EE.UU. hacia el exterior desde 1776 hasta hoy? Nada. A mí lo que me llama la atención de Wikileaks es que no aporta nada que no sepamos ya.
Abrazos.
Querido escalones, tomo nota, otra que me he perdido…, cuando deje de llorar, retomaré la lista de «pendientes», que empieza a crecer y crecer.
Abrazos,
No me preguntes el porqué pero esta película siempre me ha dado una pereza…, y tal es la pereza que me ha provocado que nunca la he visto. Quizá deba corregir esa pereza y enfrentarme un día a ella. Yo siempre relaciono Pearl Harbour en el cine con De aquí a la eternidad. Y hace apenas unos días vi por primera vez No eran imprescindibles una película que no conocía de Ford que muestra la vida cotidiana de uno grupo de soldados poco antes del ataque a Pearl Harbour y cómo sus vidas se ven afectadas después del ataque… Me llamó la atención por ese cuidado de Ford de mostrar más la cotidianiedad de la vida militar que la heroicidad.
Besos
Hildy
Bueno Gema, yo no la incluiría como «pendiente», la verdad. Si da la casualidad, vale, pero no de propio.
Abrazos
Efectivamente, Hildy, la peli de Ford huye de las grandes alharacas, es más de andar por casa, con esa impronta de western de personajes de vuelta de todo. En cuanto a ésta, tiene que ser uno muy amante de la historia, creo yo, para disfrutarla. No la colocaría probablemente en una lista de prioridades.
Besos.
«La película que nunca pudo ser…», muy bueno. No la he visto. Lo único que he visto de los hechos precedentes a Pearl Harbor es «De aquíui a la eternidad»… ¡ya ves tú qué realista!. Abrazos.
Pues a mí me parece una maravilla de película, está entre mis favoritas de la II GM, sobre todo la parte japonesa. Es, como bien dices, una crónica histórica, muy escrupulosa, documentada y neutral, que refleja la incapacidad de Estados Unidos para prevenir un ataque que a muchos no les pilló por sorpresa. La entrada de los aviones japoneses a la bahía es espectacular.
Saludos
Pero qué hizo Kurosawa para que no lo quisieran en su tierra? ¿Por política? ¿Por el modo «occidentalista», si es que era así, de hacer sus pelis? ¿Por qué?
Creo que no tuvo que ver nada de eso, ni por política ni por diferencia de criterios. Al parecer Kurosawa atravesaba entonces por una fuerte depresión y no estaba en su mejor momento. De hecho, intentó suicidarse poco después. Dicen que el rodaje de Dersu Uzala le sirvió de terapia.
tampoco yo amo el cine «de guerra»
tengo en casa suficientes batallas
necesito una comedia urgente
Bueno, Marcos, no muy realista, más bien romántica y emocional, pero sin duda la mejor.
Abrazos
Kaplan, yo es que de guerra tengo pocas favoritas. Si la batalla no viene acompañada de algo más… En cuanto a Kurosawa, sus depresiones, siempre presentes, se agravaron con el poco éxito de algunas de sus películas y la dificultad de encontrar productores en Japón. Pero el mal, fuera el que fuese, siempre estuvo ahí.
Saludos.
Billy Wilder nunca falla, amigo Dante. Prueba «Bésame, tonto»; el otro día me hizo un pequeño milagro.
Abrazos.
Sobre Tora, idem, idem sólo tengo palabras entusiastas. Pocas películas bélicas se han rodado con tanta minuciosidad. Aún hoy en día me pasma lo creíbles que quedaron las escenas del ataque. Si parece que lo hicieron de nuevo para poder filmarlo. Porque lo de M.Bay, aún con tecnología mucho más sofisticada, es un churrete.
Pero en cuanto a… «el hecho de que los norteamericanos conocían el plan de ataque y dejaron morir a alrededor de tres mil de sus compatriotas…» Mmmm. Hace años te habría dicho que sí. Pero cada vez asumo posturas más y más escépticas, y huyo de las tesis conspiratorias.
Concretando: es plausible que en Washington asumieran la probabilidad de que Japón lanzara un ataque justo tras la declaración de guerra. Había precedentes. Aparte de que el embargo al que estaba sometido planteaba un dilema a Japón. O abandonar sus planes expansionistas o lanzar un órdago a la grande. La opción B era la más creíble (y la más criminal).
Pero de ahí a saberse que el ataque sería contra Pearl Harbor, hasta donde yo llego no hay pruebas materiales. En cuanto a las circunstanciales (que nunca son suficientes) las tanto en favor de esa teoría, como en su contra (creo yo, que incluso más en su contra).
Idem sobre el Maine. Fue un pretexto, pero también un accidente, no hay pruebas de que fuera provocado.
Idem lo del Lusitania. Fue un pretexto, pero nada más que eso.
De la guerra de Corea callo porque lo ignoro.
De la 1ª guerra del Golfo, el detonante fue la invasión de Kuwait. Que yo sepa Irak la invadió por iniciativa propia. A partir de ahí la respuesta por parte de la coalición fue legítima y proporcionada. Aunque no me engaño; hay muchas otras motivaciones detrás no tan honestas.
Lo de la invasión de Irak y Afganistán sí fue una vergüenza. Pero no por ello me creo que lo de las Torres Gemelas fue una operación encubierta de la CIA, para justificar lo que vino después.
Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias (Marcello Truzzi).
Lole, te recomiendo que te pongas al día con las últimas investigaciones al respecto. No se trata de teorías conspiranoicas, sino de un patrón repetido históricamente, con pretextos, sí, pero que con la información disponible hubieran podido evitarse privando así de las justificaciones que vender a la opinión pública. Ten en cuenta una cosa: lo mismo que no se ha aireado demasiado a la opinión pública -porque a Estados Unidos nunca le ha interesado- que Saddam consultó a Washington antes de invadir Kuwait -se dijo en los meses posteriores a la primera guerra y ya nunca se ha dicho- y que éstos no le negaron el permiso, lo mismo se controla aún a día de hoy lo que se hace público sobre Pearl Harbor. El dato del ataque era conocido: ¿torpeza? ¿Incompetencia? ¿Pretexto?
«Blanco y en botella: leche» (refranero popular)
Centrándonos en Pearl Harbor, ¿tienes algún enlace sobre esas últimas investigaciones?
Porque estoy de acuerdo en que el ataque fue usado (descaradamente) para unir a la opinión pública en el belicismo, que en otras circunstancias habría sido más complicado.
Pero de ahí a que sabían con cierto grado de detalle dónde iba a atacar Japón y que se dieron órdenes (o se omitieron las mismas) para recibir el ataque con la guardia baja, hasta ahí no llego, salvo que haya evidencias y no meras teorías conspiranoicas. Y desde luego, eso de que los portaviones no estaban allí en el momento del ataque, prueba circunstancial que se suele esgrimir, no se sostiene.
«El dato del ataque era conocido: ¿torpeza? ¿Incompetencia? ¿Pretexto?»
Desde luego, no es lo mismo que las autoridades norteamericanas, a partir de los datos que poseían (los que fueran), actuaran con torpeza o incompetencia, que con premeditación.
Te aclaro una cosa, 39 escalones. Llevo varios años leyendo tus críticas y sospecho que ideológicamente somos de la misma cuerda (lo digo para evitar suspicacias). Pero ya no creo ciertas cosas, aunque me resulten atractivas por motivos ideológicos. Necesito algo más tangible.
Pues no, lo siento, se trata de un libro publicado, no de una página web. Además fue un préstamo, pero puedo intentar averiguarlo sin te interesa.
El argumento iba en la línea siguiente: habiendo tenido conocimiento los americanos con carácter previo del ataque japonés a Hawai (cosa que, por cierto, aparece en la película), habiendo a su vez enviado a los portaaviones y a los buques más importantes de la flota del Pacífico a un lugar seguro (en concreto, California: ¿le das más crédito a una «casualidad» salvadora que a una coincidencia a todas luces extraña a la vista de las órdenes de partida y de las fechas en que éstas se produjeron? Me temo que el indicio, que no prueba, es mucho más que circunstancial), los americanos se dejaron hacer, eso sí, sorprendidos por una virulencia y un número de víctimas que no esperaban. Roosevelt ya tenía su guerra con la opinión pública a favor, y lo que es más importante, sin que los poderosos lobbies filonazis pudieran oponerse a este clima popular con su propaganda subvencionada como hasta entonces. De todos modos sólo es un libro con una teoría no oficial. No esperes de la historia oficial que confirme una versión no oficial ni que ofrezca evidencias en su contra. Al menos hasta que los documentos de la época que quedan por desclasificarse se hagan públicos. Ten en cuenta que son muchas las «conspiraciones» que sólo eran imaginaciones de la propaganda antiamericana hasta que los propios documentos las confirmaron. Chile, por ejemplo.
No se trata de ideologías; se trata de que el imperio, tenga los colores que tenga, hable el idioma que hable y sea en el tiempo que sea, siempre actúa igual, y su verdad rara vez coincide con la verdad.
«habiendo tenido conocimiento los americanos con carácter previo del ataque japonés a Hawai (cosa que, por cierto, aparece en la película)»
De eso puedes documentarte en la wikipedia y en la peli
http://es.wikipedia.org/wiki/Ataque_a_Pearl_Harbor
Una colección de despropósitos e ineptitudes impidieron una puesta en alerta funcional de la base frente a lo que podría suceder. Desde tramitar la alerta por correo ordinario, malinterpretar por inexperiencia las señales de radar hasta juntar todos los aviones de la base en la pista para prevenir atentados (convirtiéndolos en blanco más fácil para un ataque aéreo).
Todas estas negligencias son habituales en un ejército burocratizado tras un periodo más o menos prolongado de paz. Precisamente los primeros meses de guerra suelen servir para arrinconar los oficiales que carecen de dotes organizativas para el combate.
«habiendo a su vez enviado a los portaaviones y a los buques más importantes de la flota del Pacífico a un lugar seguro (en concreto, California»
Eso es falso, o al menos, inexacto. Los 8 acorazados de la flota del Pacífico estaban en la rada (5 de los cuales quedaron parcial o totalmente inutilizados). De los tres portaaviones de la flota, uno estaba en California, y los otros dos estaban transportando aviones a las islas de Johnston y Midway. Uno de ellos llegó a Hawaii a las pocas horas del ataque. Como iba de vuelta su dotación aérea era la mínima, es decir, el CAP.
Por tanto, esos dos portaaviones no fueron puestos sobre seguro ante el inminente ataque, al contrario, se salvaron de chiripa. Si hubieran sido avistados por aviones japoneses, no habrían alcanzado puerto. Por eso, la frase de Halsey en la peli al llegar a puerto carece de sentido.
Mira, si yo hubiera estado en Washington con el mando y no tuviera escrúpulos, con esa supuesta información sobre el ataque, habría alertado la base, los cazas estarían esperando en el aire al primer indicio de radar, y la flota en el mar flanqueando la japonesa a la espera de que los incursores estuviesen de regreso repostando en las cubiertas, momento idóneo para devolver el golpe con máxima contundencia (como pasó en Midway).
A la opinión público podría vender la villanía de Japón lanzando ataques sorpresa sin previa declaración de guerra. Tendría igualmente mi «día de la infamia», aunque con muchas menos pérdidas.
Y no arriesgarme a empezar la guerra con la flota tullida.
Por eso, insisto, no hay que dejarse llevar por la tentación de apoyarse en pruebas meramente circunstanciales.
«No esperes de la historia oficial que confirme una versión no oficial ni que ofrezca evidencias en su contra.»
Esa línea de pensamiento tiende a la falacia lógica. No tengo pruebas porque me las ocultan. No puedo demostrar que me ocultan datos por motivos análogos. Lógica circular.
De ahí a creer que ya ha habido contactos gubernamentales con los extraterrestres, sólo hay un paso. Y no pretendo ser ofensivo con esta última frase.
Lo siento, pero no considero la Wikipedia una fuente válida. Por otro lado, sacar los portaaviones de Hawai a cualquier sitio sí era ponerlos sobre seguro, dado que obligaría a los japoneses a buscarlos -infructuosamente- dividiendo su fuerza de ataque y consiguiendo así que éste no fuera efectivo -menos aún de lo que lo fue-. Eso en ningún modo son indicios circunstanciales, sino pura lógica operativa.
Por otro lado, ¿desde cuándo ser escéptico con la historia oficial es abrazarse a la falacia? No se trata de negar la historia con la retórica, sino de poner en tela de juicio verdades inmutables que no son tales y que, a la vista de los actos del emisor y de su falsedad en circunstancias análogas, sumado a los indicios existentes, permiten dudar con toda legitimidad de que, una vez más, nos hayan contado las cosas como son. Si te fijas bien, la Historia está llena de Historia que no es más que una mentira, y casi siempre contada por vencedores que siempre buscaron legitimar su posición como víctimas. Ahí tienes el Cristianismo, por ejemplo. De él han copiado todos los demás.
¿Y tampoco consideras los enlaces que alude la Wikipedia como fuentes no válidad?
¿Cuestionas válidad con el mismo criterio las fuentes del libro que te prestaron?
Los portaaviones que estaban en el mar durante el ataque no estaban lejos. Estaban en términos relativos ahí al lado. No es una buena táctica para ponerlos a salvo. Cumplían una misión que los ponía en varias de las posibles trayectorias de la flota de ataque japonesa en dirección a Hawaii (consulta un atlas si lo consideras).
Si el mando norteamericano hubiera considerado como probable el ataque habría sacado toda la flota hacia el continente, o bien, la habría guardado en la rada (como así estaban los acorazados). ¿Por qué los portaaviones sí estaban fuera y los acorazados no?
Pues esa falta de criterio uniforme es una prueba circunstancial de que sus destinos (unos aquí y otros allá) no estaban gobernados por el riesgo de recibir ataques.
Porque no me vale la idea de que los portaaviones era lo importante, mientras que los acorazados eran prescindibles, el cebo. En el año 1941 todavía se consideraba que la columna central de una flota era el acorazado. Fue la inminente experiencia del conflico el que enseñó que el rey de los mares era el portaviones.
Además, con la experiencia acumulada hasta ese momento, el lugar más seguro para un barco es la propia base. Pearl Harbor estaba considerada como muy segura, y su ataque desde Japón, inviable.
En cuanto al análisis en general de la Historia, también se sigue un proceso científico. Así pues, el escépticismo se aplica tanto para las versiones oficiales como para las teorías conspiranoicas.
Y en cuanto a falacias lógicas, considerar que todo lo que hace, por ejemplo, USA en tanto potencia hegemónica, se apoya en mentiras, por el hecho ser el malo (que lo es) de la película no es sino una falacia ad hominem.
No es que las considere no válidas, Lole. Wikipedia para mí no es una fuente seria; los enlaces pueden serlo o no, pero en ningún caso me merecen el mismo juicio que una publicación avalada por el nombre de un especialista académico en la materia, nada más. Déjame elegir qué fuentes me merecen mayor credibilidad. Precisamente el problema de Internet y las nuevas tecnologías es el exceso de información sin cribar.
Dejando de lado el tema de los portaaviones, que es un juicio valorativo, repito que yo no hablo de teorías conspiranoicas, sino de datos que permiten dudar de la versión oficial, nada más, y que expongo con la libertad que me proporciona el medio y con el aval de actuaciones similares provenientes de las mismas instituciones en casos análogos, nada más. No hablo de mentiras; hablo de escepticismo respecto a la verdad oficial. Y me parece que conociendo el percal del sujeto como lo conocemos -insisto, no se trata de que sea USA, sino de su condición de imperio global, exactamente igual que todos y cada uno de los casos históricos anteriores (especialmente el Imperio Británico, por cierto)-, no está de más dar cabida a todos esos argumentos que cuestionan esa oficialidad. La Segunda Guerra Mundial y el papel de Estados Unidos en ella se ha ceñido a cuestiones y valoraciones muy concretas que tradicionalmente dejan fuera aspectos espeluznantes que no se airean. Y eso es realmente lo preocupante: no las mentiras ad hominem, sino las verdades ad hominem.
En cualquier caso, es un gusto charrar de estas cosas desde un punto de vista ambicioso e inteligente, para variar.
Pues eso…. y hablando sólo de cine, que ya únicamente con que una película lleve por título «Tora, tora, tora» a un cinéfilo le ha de enganchar sí, o sí.
Sí, Raúl, lo malo es que es posible que, según a quién, las expectativas se le tuerzan. Y es que el cine con pretensiones de crónica histórica puede apasionar tanto como despertar animadversión, y si encima es bélico… Con todo, a mí me parece que vale varios visionados, aun sin Kurosawa de por medio.
Pues muy interesante este artículo, y los comentarios y el debate surgidos del mismo. Y me parece muy acertada su visión de la «justificación», ante el pueblo, ante el mundo y ante Dios mismo, que hacen los políticos americanos, cada vez que se meten en un conflicto, apareciendo siempre como víctimas con legítimo derecho a defenderse.
Saludos,
Bueno, Celebes, todo va ligado a una doctrina ultraconservadora norteamericana que desde el siglo XIX se ha utilizado para justificar la expansión territorial y genocida de los Estados Unidos en Norteamérica a costa de los indios y de los mexicanos y la posterior puesta en práctica de modos y maneras imperialistas y violentas por medio mundo. Se trata del llamado «Destino Manifiesto», según el cual el pueblo americano viene a ser algo así como la elección de Dios a la hora de regir el rumbo del mundo. A la vista de ello es lógico que USA e Israel se entiendan tan bien, ¿no? Al menos hasta que se den cuenta de que pueblo elegido sólo puede haber uno. En teoría, claro.
Bueno, 39 escalones. Me alegro de que (como a mi) te haya gustado este pequeño debate.
Sólo un último apunte: el escepticismo es una calle de dos sentidos. Vale tanto para cuestionar las versiones oficiales, como las conspiracionistas.
Pués ,»Tora,tora,tora»,la tengo perdida en el recuerdo ,pero es un recuerdo bueno.Desde luego que la que se hizo no hace mucho de «Pearl Harbour»,no la he visto ,y estoy segura ,que no la veré.El cine bélico no es que sea de mi agrado pero recuerdo que «El día más largo»,por ejemplo ,me encantó.
Como recomiendas por ahí arriba me veré la de»Bésame,tonto»,yo también necesito más comedias que otra cosa y si viéndola ocurre algún milagro,pues todavía mejor…….
Saludicos.
Recuerdo haber visto Tora, Tora, Tora hace muuucho tiempo y me gustó bastante por la minuciosidad con que la rodaron, casi un documental, sin perder de vista el espectáculo de las imágenes.
Y tengo pendiente de ver Pearl Harbour, porque unos amigos me dijeron que había escenas de aviacón muy bien rodadas (somos simuvueleros) y lo que me estorba es tener que andar buscándolas, porque lo que he visto (tengo el dvd) me ha parecido un tostón.
Saludos.
Sé muy bien lo que significa, Lole, pero no pocas veces, casi siempre, las verdades oficiales son cuestión de fe. O lo que es lo mismo, de propaganda. Todo lo que sea cuestionarlas con fundamento y con sinceros intentos de rigor científico ha de ser bienvenido. Lo contrario es volver a los pastores y el rebaño, es decir, a un tiempo en el que no nos ha ido nada bien. Cuestionar, preguntar, formular alternativas e investigar son los baluartes de la libertad y de la democracia. Aunque al final conduzcan a un error demostrable.
Fíjate, Carmen, que no te veo yo enmedio de un bombardeo… Mucho mejor las comedias, dónde va a parar…
Saludos
A mí me gustó mucho la primera vez que la vi, Josep; luego ya no tanto. Pero mil millones de veces más que esa cosa de Michael Bay. No sé a qué escena de aviación se refieren, pero si se trata de las recreadas con videojuegos… Tostón mayúsculo, de verdad, pero igual te sirve para desfogarte poniendo a caldo algo…
Saludos.
Fíjate ,Alfredo ,me he visto en «BOMBARDEOS»de otra índole ,pero reales.Estos de ficción cinematográfica los llevo mejor porque yo no estoy ahí.
Saludicos. DE OTRA ÍNDOLE
Termina con, Saludicos.Lo ,DE OTRA ÍNDOLE SE ME HA CRUZAO.
Ya me imagino, Carmen, y ya lo siento…
Sólo puedo decir ¡fantástico!
Sobre la guerra del Vietnam,puedo decir que se han hecho muchas películas,pero ninguna todavía sobre esta guerra.Creo que le faltó una Casablanca.Lo mismo puedo decir con nuestra Guerra Civil.
Un fuerte abrazo,amigo.
Hombre, «Casablanca» es mucho «Casablanca»… Además no queda igual de glamouroso titular una peli así que «Alicante».
Abrazos.