Un detalle en el que generalmente casi nadie repara en cuanto a El exorcista, la película de culto dirigida por William Friedkin en 1973. Su potente banda sonora aplicada a esta historia de posesiones demoníacas y redenciones espirituales también incluye entre sus músicas no sólo la conocida composición de Mike Oldfield, sino que también esconde un tema, a priori, sorprendente. En concreto, en la secuencia en la que el padre Karras (Jason Miller) se cita en un bar del campus de Georgetown con un compañero sacerdote para charlar de sus respectivos problemas de fe y angustia existencial, mientras lucha por llegar a su mesa con dos cervezas entre la gente que abarrota el local y después a lo largo de la conversación, suena el final de Ramblin’ man, el clásico de los Allman brothers.
La elección de esta canción, aunque sólo se escuche un breve fragmento, no parece en nada gratuita. Su título, la referencia al hombre enrevesado, laberíntico, confuso, no hace sino aludir directamente (un aspecto, el de lo subliminal, que está muy cuidado en los guiones de las mejores películas norteamericanas de siempre) al contenido de la compleja naturaleza interna del padre Karras, a sus dudas, sus crisis y su desorientación vital. Un aspecto capital para entender la evolución del personaje durante la película y el por qué del desenlace final en lo que a él atañe.
No había reparaado en la inclusión de esa canción, Alfredo. Muy buen tema.
No es fácil captarlo porque empieza a sonar a partir de más de la mitad de canción, y si no conoces la larga coda final, casi ni se reconoce. Curiosamente es una canción que suele cumplir esa función (sonar de fondo en secuencias que tienen lugar en bares) en películas de los setenta y ochenta. Aparece exactamente igual en «Cuando Harry encontró a Sally», por ejemplo.
Si es que tienes un ojo… bueno, un oído.
En realidad tengo dos, Carlos.
No hace mucho que volví a ver esta película y también la novela.Como el cine es memoria recordé el impacto de su estreno,la cartelera en la fachada,era enorme.Antes cuando se estrenaban las películas,el cartel cubría todo el edificio.Impactante.Por muy mal que se hable sobre la década de los 70,creo que fue la última gran década del cine.
Un abrazo.
Bueno, la década de los setenta fue mala en su conjunto porque fue el periodo de la regresión, de la amputación de ambiciones y caminos nuevos, cuando al cine americano se le obligó a volver atrás justo cuando pretendía saltar a la madurez. Y claro, eso devino en la peor década del cine, los ochenta, aunque, por este orden, le siguen los noventa y los dos mil.
Abrazos.