Diálogos de celuloide – La ley del silencio

TERRY: Las hermanitas me molían a estacazos. Tenían este lema: «La letra, con sangre entra». Pero las fastidié bien.

EDIE: Quizá no supieran manejarte.

TERRY: ¿Cómo lo harías tú?

EDIE: Con algo más de paciencia y ternura. Si no se pone un poco de bondad, se fracasa.

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TERRY: ¿No ve que me pide que delate a mi propio hermano? Y Johnny Friendly solía llevarme al béisbol de pequeño…

PADRE BARRY: Dejémoslo; no puedo aconsejarte nada. Ha de pedírtelo tu propia conciencia.

TERRY: ¿Conciencia? ¿Conciencia? Si uno la oye se vuelve loco.

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On the waterfront. Elia Kazan (1954).

17 comentarios sobre “Diálogos de celuloide – La ley del silencio

  1. Ví la peli, hace no mucho, compa Alfredo, y lo cierto es que me impresionó en todos sus aspectos; no solo sus diálogos, cuidadísimos, y de los cuales son buena muestra éstos que transcribes hoy en tu blog, sino también en su ambientación y, sobre todo, en lo vigoroso de su ritmo narrativo, todo un ejemplo de manejo del tempo a la hora de contar historias. Altamente disfrutable, desde luego…

    Un fuerte abrazo y seguimos trasteando.

  2. Sí, Nyam65, la vi. Hay cosas que me gustaron (el planteamiento, el lenguaje visual, la fotografía, la construcción de personajes), y otras no tanto (la duración, el empeño de parecerse en algunos momentos a lo peor de Bollywood); pero en conjunto digamos que, al menos en parte, es lo que la sobrevalorada, sentimentaloide y tramposa «Slumdog millionaire» no es.

    Eran otras maneras, otras formas de escribir, dirigir, interpretar. La gente tenía la ambición de contar una buena historia y el público tenía la ambición de entenderla.
    Abrazos.

  3. ¡¡¡Dios, peliculón!!! Durante años y todavía en lugar predominante si alguna vez me preguntaran por una de las películas que me llevaría a una isla desierta sería sin duda La ley del silencio de Elia Kazan. La habré visto tropecientas mil veces y siempre me emociona hasta límites insospechados. Terry, Edie, el padre Barrie, el mafioso Johnie Friendly, Charlie… cada uno de los trabajadores de los muelles…, los actores que dan rostro a estos personajes, la banda sonora, la puesta en escena, las diversas lecturas de la película, los cientos de momentos que me vienen a la cabeza… Siempre siento un escalofrío y una emoción que no contengo en ese increíble diálogo en el taxi entre Terry y Charlie, los dos hermanos rindiendo cuentas con el pasado y el presente. Es una escena que une lo brutal y lo tierno. Marlon Brando y Rod Steiger (qué grande, el tío) están de quitarse el sombrero (si lo tuviera).

    Jo, Alfredo, es que me encanta.

    Besos
    Hildy

  4. ¡Qué bueno Rod Stairger!…bueno, y Brando, claro. Pedazo de película la que me has recordado hoy. Karl Malden, Lee J. Cobb (¡vaya secundarios!). Qué ganas de volverla a ver. Un abrazo.

  5. Ya veo ya, Hildy… Me encanta que te encante. Publicamos algo sobre ella por aquí hace ya bastante.
    Besos

    Rod Stairger, y también Rod Steiger… Y Brando sí. Y la dulce Eva Marie Saint, no olvidarse.
    Abrazos.

  6. No estaría mal que para justificar nuestras acciones supiéramos hacer obras de arte como hizo Kazan con ésta.
    Me impresiónó. Ahora mismo lo que más recuerdo de esta peli es el ambiente opresivo tan logrado de los muelles. Opresivo por el clima meteorológico y el clima humano.

  7. Más que justificarse, yo he terminado por pensar que Kazan se explica, que no tiene tanta intención de convencer, sino de exponer sus razones, contradictorias y controvertidas.
    Otra cinta que nunca envejecerá.

  8. Ay,Elia Cazan.Recuerdo hace muchos años cuando todavía me gustaban tanto sus películas,incluso Esplendor en la hierba.¿Sabías que una vez escribí una reseña de La ley del silencio para mi blog? Cazan no está bien visto y en su Oscar honorífico tuvo cierta polémica por lo que tú y yo ya sabemos.De todas maneras fue un gran escritor y un gran director,que és lo que importa.Todavía siguo defendiendo películas como Al este del Edén,Lazos humanos,La barrera invisible,Un tranvía llamado deseo,sobre todo Pánico en las calles con un Jack Palance magnífico y también El último magnate,esta última la revisioné hace un mes.
    Un fuerte abrazo.

  9. No tienes mal gusto eligiendo guiones, Alfredo: éste del dramaturgo Schulberg tiene su miga, sin duda, y bien merece la distinción que le dieron, porque sirve de buena base a un Kazan que no podía sustraerse a su raza de gran director escénico, lo que redunda en beneficio de sus actores.
    Precisamente voy a tener que darle un repasito algún día porque cuando la he visto en la tele -un par de ocasiones, hace ya tiempo- siempre me he quedado con malas vibraciones respecto al trabajo del joven Brando, para mí demasiado afectado.

    Un abrazo.

    1. Bueno, Josep, la elección no tiene mucho mérito; basta con acudir donde uno sabe que hay cositas güenas… Además, repasar estas cosas siempre es un gusto.
      En cuanto a Brando, yo aquí no le pongo objeción. Creo que cumple muy bien como joven desorientado, poseedor de un código de conducta y una naturaleza repletos de valores éticos y morales que sin embargo ha de dejarse someter por la tribu para sobrevivir en su medio. Creo que lo borda.
      Un abrazo.

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