24 comentarios sobre “In memoriam – Elizabeth Taylor”
En el árbol de la vida,
la gata sobre el tejado de zinc,
a veces como una Mujercita,
a veces como una Cleopatra,
siempre Gigante,
Fuego de juventud.
Así con ellas;
Un lugar en el sol.
La última vez que vi París,también la vi a ella,
Castillos en la arena.
¿Quién teme a Virginia Woolf?
La mujer indomable.
Salvaje y peligrosa,bajo
Reflejos de un ojo dorado.
Una hora en la noche.Pacto con el diablo.
Miércoles de ceniza.
Bella entre las bellas. Maggie la gata.
(Lo de Charlie Sheen irá en broma ¿no?, un día de estos me tienes que explicar por qué demonios todo el mundo tiene que hablar de ese tipo).
Besos tristes.
Totalmente en broma, mi querida Inma. Supongo que todo el mundo habla de ese tío por la misma razón que en España se habla constantemente de la gentuza que se habla: porque es gilipollas.
Otra muestra de la decadencia de la especie, de la que la Taylor también fue un claro indicio a medida que cumplía años.
Besos
Era una hermosa gran actriz, Carlos. Y por si a alguien le quedara alguna duda, no hay más que ver «¿Quién teme a Virginia Woolf?». Lo que ocurre es que sí, en efecto, como sucede también ahora, el físico la condenó a hacer ciertas peliculas -sobre todo melodramas- en los que debía esforzarse al máximo para que sus interpretaciones destacaran por encima del físico. Y en un alto, altísimo, porcentaje de casos, lo conseguía.
Haces muy bien, Roberto, aunque ésta salía incluso en la prensa «seria», sea lo que sea eso.
Eso, eso, Carmen, como la Bette Davis pero en otro rollo…
Saludos
Bueno, sin pasarse, Marcos. El mejor homenaje para esta gente es hacer que sus películas no caigan en el olvido de estos tiempos atolondrados que nos consumen.
R.I.P.
Me quedo con la efeméride que se conmemora hoy. Tal día como hoy en 1930, nacieron dos monstruos grandísimos de esto nuestro. Uno en Beech Grove (Indiana) y el otro en Linares (Jaen).
Si me dieran a elegir para proyectar un homenaje del rostro de ojos violeta creo que sobre el fondo blanco vería En un lugar en el sol, La gata en el tejado de zinc y ¿Quién teme a Virginia Woolf?
Hace poco que la tenía muy presente. En el mes de enero me terminé el libro El amor y la furia que no sólo plasmaba su relación con Richard Burton sino su triste declive en un Hollywood que ya estaba cambiando y que no tenía sitio para una de las últimas estrellas que ‘fabricó’ el star system pero que ella supo imprimir su pizca personal.
Llevo ya un tiempo desengañado del cine actual y echando mano de los clásicos, del cine a partir de los años 50 y ciertamente no hay parangón.
Destacaría de entre ese cine, y hablando de Liz Taylor, «Un lugar en el sol» que supuso para nuestra protagonista, un punto de inflexión en su carrera. Donde comenzó a verse lo que esos ojos violeta podía llegar a transmitir. Y es que estamos ante una sublime obra del celuloide, que apenas ha envejecido y que marcó no sólo la carrera de la Taylor, sino también la de otra protagonista femenina: Shelley Winters. Acompañadas de un siempre correcto Montgomery Cliff que aquí está sublime.
En fin, una joya que alcanza cotas de obra maestra en comparación con el panorama actual, y el más perfecto tributo para recordar a la Gran Elizabeth.
En el árbol de la vida,
la gata sobre el tejado de zinc,
a veces como una Mujercita,
a veces como una Cleopatra,
siempre Gigante,
Fuego de juventud.
Así con ellas;
Un lugar en el sol.
La última vez que vi París,también la vi a ella,
Castillos en la arena.
¿Quién teme a Virginia Woolf?
La mujer indomable.
Salvaje y peligrosa,bajo
Reflejos de un ojo dorado.
Una hora en la noche.Pacto con el diablo.
Miércoles de ceniza.
Un abrazo,amigo.
la tristeza no tiene fin
maldito marzo!
Una estrella que se ha apagado definitivamente. D. E. P.
Se han cerrado los ojos violeta, mi querido Francisco.
Abrazos
Creo, amigo Dante, que su vida privada nunca estuvo a la altura de su repercusión en el cine. El star-system jugó en su contra.
La «suerte» que tiene esta gente es que serán recordados tal y como parecían, para siempre.
Otro mito del cine que se nos ha ido. Cada vez quedan menos dioses del viejo Hollywood. ¿En quién vamos a creer ahora?
Besos
En Charlie Sheen…
Besos
¿Charlie Sheen? ¿Será por las experiencias místicas que tendrá cuando se meta todo tipo de sustancias en ese body?
Bella entre las bellas. Maggie la gata.
(Lo de Charlie Sheen irá en broma ¿no?, un día de estos me tienes que explicar por qué demonios todo el mundo tiene que hablar de ese tipo).
Besos tristes.
Totalmente en broma, mi querida Inma. Supongo que todo el mundo habla de ese tío por la misma razón que en España se habla constantemente de la gentuza que se habla: porque es gilipollas.
Otra muestra de la decadencia de la especie, de la que la Taylor también fue un claro indicio a medida que cumplía años.
Besos
Yo es que no la conocía…entonces ¿era una gran actriz ó más que nada era hermosa?
Quedarán sus películas (y yo la prensa rosa no la leo; sólo miro las estampas).
Unos ojos de un color casi imposible.
Bellísima.
Saludicos.
TOda una vida dedicada al cine, merece innumerable homenajes. Descanse en paz.
Era una hermosa gran actriz, Carlos. Y por si a alguien le quedara alguna duda, no hay más que ver «¿Quién teme a Virginia Woolf?». Lo que ocurre es que sí, en efecto, como sucede también ahora, el físico la condenó a hacer ciertas peliculas -sobre todo melodramas- en los que debía esforzarse al máximo para que sus interpretaciones destacaran por encima del físico. Y en un alto, altísimo, porcentaje de casos, lo conseguía.
Haces muy bien, Roberto, aunque ésta salía incluso en la prensa «seria», sea lo que sea eso.
Eso, eso, Carmen, como la Bette Davis pero en otro rollo…
Saludos
Bueno, sin pasarse, Marcos. El mejor homenaje para esta gente es hacer que sus películas no caigan en el olvido de estos tiempos atolondrados que nos consumen.
R.I.P.
Me quedo con la efeméride que se conmemora hoy. Tal día como hoy en 1930, nacieron dos monstruos grandísimos de esto nuestro. Uno en Beech Grove (Indiana) y el otro en Linares (Jaen).
Pues hasta allí no llego; el de Indiana será Houdini, pero el otro… No será Raphael…
Si me dieran a elegir para proyectar un homenaje del rostro de ojos violeta creo que sobre el fondo blanco vería En un lugar en el sol, La gata en el tejado de zinc y ¿Quién teme a Virginia Woolf?
Hace poco que la tenía muy presente. En el mes de enero me terminé el libro El amor y la furia que no sólo plasmaba su relación con Richard Burton sino su triste declive en un Hollywood que ya estaba cambiando y que no tenía sitio para una de las últimas estrellas que ‘fabricó’ el star system pero que ella supo imprimir su pizca personal.
Besos
Hildy
Creo que se ha hablado demasiado de los matrimonios de esta mujer, y demasiado poco de sus personajes.
Besos.
Rebecca (en ‘Ivanhoe’), entonces y por siempre.
Tal día como hoy, 24 de marzo, pero de 1930, nacieron Steve Mcqueen y Agustín González.
Lo firmo, Mauricio. Busqué esta foto deliberadamente.
Ah, claro, no podía ser Houdini, que en 1930 era ya talludito. Pero también nació un día como hoy, que lo he visto en Gúguel…
Qué tendrá el 24 de marzo para la cosa del espectáculo, qué tendrá…
Pues no sé, chico; más bien habría que pensar en qué pasa nueve meses atrás…
Llevo ya un tiempo desengañado del cine actual y echando mano de los clásicos, del cine a partir de los años 50 y ciertamente no hay parangón.
Destacaría de entre ese cine, y hablando de Liz Taylor, «Un lugar en el sol» que supuso para nuestra protagonista, un punto de inflexión en su carrera. Donde comenzó a verse lo que esos ojos violeta podía llegar a transmitir. Y es que estamos ante una sublime obra del celuloide, que apenas ha envejecido y que marcó no sólo la carrera de la Taylor, sino también la de otra protagonista femenina: Shelley Winters. Acompañadas de un siempre correcto Montgomery Cliff que aquí está sublime.
En fin, una joya que alcanza cotas de obra maestra en comparación con el panorama actual, y el más perfecto tributo para recordar a la Gran Elizabeth.