Diario Aragonés – Sin identidad

Título original: Unknown

Año: 2011

Nacionalidad: Estados Unidos

Dirección: Jaume Collet-Serra

Guión: Oliver Butcher y Stephen Cornwell, sobre la novela de Didier Van Cauwelaert

Música: John Ottman y Alexander Rudd

Fotografía: Flavio Martínez Labiano

Reparto: Liam Neeson, January Jones, Diane Kruger, Aidan Quinn, Frank Langella, Bruno Ganz, Sebastian Koch, Karl Markovics

Duración: 113 minutos

Sinopsis: Un científico americano que llega a Berlín acompañado de su esposa para impartir una conferencia en un congreso de biotecnología sufre un accidente de coche que le deja en coma durante cuatro días. Al despertar, comprueba angustiado que alguien ha usurpado su personalidad; incluso su esposa dice no conocerle. Acompañado de la taxista que conducía el vehículo accidentado, y con los servicios de un detective, antiguo agente de la policía secreta de la RDA, intenta descubrir qué sucede.

Comentario: Suele venderse como un éxito el hecho de que directores e intérpretes españoles gocen de éxito al otro lado del Atlántico (anglosajón). Durante años, los medios de comunicación, desde los generalistas a los especializados en la mercadotecnia publicitaria asociada al cine, se han deleitado y rebozado en informaciones edulcoradas y escasamente rigurosas en cuanto a los “triunfos” hispánicos en el cine confeccionado para las masas por los grandes estudios americanos o en las grandes producciones europeas y españolas con estrellas estadounidenses en el reparto. En una emulación del nacionalismo hispánico más casposo que se envolvía en los nombres de Sara Montiel o Carmen Sevilla como exóticos floreros en producciones de Hollywood, la presencia de Antonio Banderas en subproductos de aventuras y acción elaborados para mentes infantiles y taquillas fáciles, o la carrera de Penélope Cruz en América, basada fundamentalmente, además de la repercusión de sus trabajos para Almodóvar, tanto en su aparición en películas de tercera clase con poco o nulo valor artístico pero grandes dosis de difusión comercial y en su carrera por las páginas del amarilleo sensacionalista de los tabloides hollywoodienses, suelen erigirse en altavoces del supuesto éxito del cine y de los cineastas españoles en el extranjero, olvidando al mismo tiempo que fueron grandes como Fernando Rey y Francisco Rabal, por ejemplo, quienes sí gozaron de algo parecido a una carrera internacional avalada por el gran éxito de algunas de sus películas a nivel mundial, su contrastada calidad como intérpretes y la repercusión en el tiempo de los títulos en que participaron y de los trabajos que desempeñaron en ellos. La excepción a esta panoplia populachera y vacua parece ser Javier Bardem, el único de esta nueva horda de profesionales españoles cuya aceptación casi unánime como uno de los mejores y mayores exponentes de la actuación parece quedar justamente fuera de toda duda, a excepción de ciertos grupos mediáticos nacionales que minusvaloran su capacidad por motivos ajenos a su trabajo, en especial referidos a cuestiones políticas o ideológicas. O más bien a las de su madre [continuar leyendo]

9 comentarios sobre “Diario Aragonés – Sin identidad

  1. Es que se ve venir desde siete leguas,Alfredo.Por cierto,acabo de descubrir una novela magnífica del irlandés Alan Glynn Sin límites.Ha sido rescatada tras diez años de silencio.El director Neil Burger ha realizado una película basada en la novela.Desgraciadamente no le hace honor a la novela,pero creo que Sin límites supera en mucho a Sin identidad.Joder,todo empieza con «Sin».
    Un fuerte abrazo.

  2. Apuntada queda.
    La jodida moda de la dietética, «sin», «sin». Lo cual me recuerda un chiste de «Regreso al futuro»: cuando el tío ha viajado a los 50, se le ocurre pedir en un bar una Pepsi «sin»; pues bien, el camarero le responde: «¿Sin? ¿Sin qué? ¿Sin pagar?».
    Un abrazo.

  3. Vaya: conforme iba leyendo, me iba pareciendo una imitación barata de la de Polanski, que está bien pero tampoco mata para lo que se puede esperar del polaco-francés.

    Una pena y una confirmación, una vez más, que Liam Neeson está en plan currante-de-lo-que-sea para proveer el futuro de sus hijos a tutiplén, al punto que ya no me fío cuando aparece en los créditos.

    Lo de la emigración hispánica ¿o mejor diríamos carpetovetónica? a las américas lo has bordado, aunque para mí el amigo Bardem está sobrevaloradísimo piense como quiera pensar y sigue a leguas de alguien como Fernando Rey; ni directores, ni actores y menos aún actrices: parece que nadie se lo trabaja como antes, con talento y sudor.

    Eso sí: lo publicas a pecho descubierto en un periódico digital y luego te quejarás de los fanáticos….

    Un abrazo.

  4. Totalmente cierto lo de Neeson; quizá merecía más. Otro cine, otra época, quiero decir. Pero supongo que a casi todos los actores del panorama hollywoodiense actual, o al menos a los buenos, les ocurre igual.
    A mí Bardem, publicidad extra aparte, me parece un intérprete excelente, aunque con pequeños vicios y grandes metidas de pata que, en efecto, en nada le acercan a grandes como Rey o Rabal (el cual también tuvo metidas de pata tamaño industrial, pero…).
    No me dan miedo tales fanáticos: hay munición y argumentos de sobra para sostener el argumento expuesto; basta con ver las películas.
    Un abrazo.

  5. Vaya, compa Alfredo; ya había leído alguna que otra reseña que venía a poner a caldito a esta santa peli, pero pensaba que, en tu caso, y no estando el texto acogido a esa mansión de los «horrores» con la que tanto la gozamos tus lectores, pensé que te cortarías un pelo. Y, afortunadamente, no es así. La peli no la he visto, pero tu reflexión genérica sobre las carreras hollywoodienses de las gentes de nuestro cine (por cierto, no nombras a las que quizá vengan a constituir ahora mismo los dos ejemplos señeros de todos los vicios que señalas, como son Paz Vega y Elsa Pataky), y esa sobrevaloración cateta con que aquí les damos bola, la suscribo (hasta en los espacios en blanco). No le quito su mérito a lo que ha conseguido Banderas, que no es sencillo; pero no tiene nada que ver con criterios de apreciación cinematográfica, sino de estrategia industrial, creo…

    Un fuerte abrazo y buena semana.

  6. Tienes toda la razón, Manuel. Quiero pensar que mi olvido de estos dos floreros patrios tiene que ver con alguna íntima razón psicoanalítica que me impide reconocer en estos dos cachos de carne con ojos cualquier cosa cercana a una cualidad interpretativa mínima. Banderas, sin querer, nos ha dado la razón: despedir a su agente de toda la vida (en Hollywood), descontento por el tipo de guionies que llevaban (demasiado) tiempo llegándole, y empezar a buscarse las judías en otro lado (con Woody Allen, en una de sus películas más flojas hasta la fecha, eso sí, y retornando a papá Almodóvar) ha sido todo uno.
    Abrazos.

  7. Liam Neeson no me parece un muy buen actor, en sus peliculas suele ser muy plano y no transmite a penas nada al espectador. De todas formas el que el director sea español tiene su punto positivo, ademas de la aparicion de Diane Kruger. Y la historia me parece bastante interesante e intrigante.

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