– ¿Te apetece tomar un café?
– ¿Ahora, en Nochebuena…? No. Me pone nerviosa. Me iré a casa, a dormir.
– ¿Te acompaño?
– … No. Gracias… Eh… Oye… ¿No irás a enamorarte de mí, verdad? Quiero decir que no empezarás a soñar conmigo y a despertarte sudoroso y a mirarme como si fuera una princesa cuando eructo.
– Lo dudo.
– Sería muy incómodo, trabajando juntos.
– Date prisa. Se te consume el cigarrillo.
The fabulous Baker Boys. Steve Kloves (1989).