Música para una banda sonora vital – Intrusos (I)

Tradicionalmente, el cine, en su versión más comercialmente alimenticia, ha servido como vehículo de promoción de no pocas figuras musicales que, salvo contadas excepciones, jamás han conseguido lograr en el la pantalla el mismo grado de solvencia, calidad y reconocimiento que, presuntamente, han obtenido en sus carreras en la música. Frank Sinatra, Dean Martin o Bing Crosby, por citar tres casos excelsos, son excepciones muy excepcionales, valga la redundancia, pero lo habitual es que las películas «con cantante famoso» se parezcan más a los bodrios protagonizados por Elvis Presley o, en España, por Raphel, Rocío Dúrcal, El Dúo Dinámico, Manolo Escobar, Peret y compañía, o bien a excesos pop-psicodélicos como las apariciones cinematográficas de Mick Jagger o David Bowie en sus esplendorosas etapas de los 70.

Con el tiempo, en plena conmoción por la excesiva -y casi siempre perniciosa- influencia de los videoclips y de sus estéticas, carencias, vicios, abusos y perversiones en el lenguaje cinematográfico, el camino se ha tornado de ida y vuelta, y no pocas veces descubrimos a directores de cine a los mandos de videoclips de tal o cual grupo, de la misma forma que actores famosos o rostros conocidos se dejan caer por esas breves piezas promocionales de los discos de moda.

Así, Alan Rickman, espléndido actor británico conocido para el gran público por las sandeces de Harry Potter pero con una larga carrera en el cine, iniciada a finales de los 80 con su Hans Gruber de La jungla de cristal (Die hard, John McTienan, 1988), y que contiene títulos como Ciudadano Bob Roberts (Bob Roberts, Tim Robbins, 1992), Sentido y sensibilidad (Sense and sensibility, Ang Lee, 1995), Michael Collins (Neil Jordan, 1996), Love actually (Richard Curtis, 2003), El perfume: historia de un asesino (Das Parfum, Die Geschichte eines Mörders, Tom Tykwer, 2006), Sweeny Todd (Tim Burton, 2007) o Robin Hood, príncipe de los ladrones (Robin Hood: Prince of thieves, Kevin Reynolds, 1991), en la que compone un fenomenal sheriff de Nottingham que reúne en un solo personaje a todos los actores y caracterizaciones que le han dado vida en cada una de las anteriores versiones de esa historia, incluido el «malvado» tigre de la versión Disney… Especialmente memorables son sus duetos con Emma Thompson en la pantalla, actriz con la que ha repetido en varias ocasiones, y cuyo testimonio más desconocido es la oculta El beso de Judas (Judas kiss, Sebastian Gutierrez, 1999), en la que ambos encarnan a unos personajes que no tienen desperdicio, con un brillantísimo cruce de diálogos que rescata de la nada un rutinario y previsible thriller erótico.

Pues bien, Alan Rickman, en su mejor etapa profesional, aceptó acompañar a la vocalista y compositora de los escoceses Texas, Sharleen Spiteri, en el clip de In demand (2000), en el que se marcan un tango muy sui generis en una gasolinera…

11 comentarios sobre “Música para una banda sonora vital – Intrusos (I)

  1. Mucho mejor así que de mago.Me gustan más los feos con cierto «sex appeal»,que los guapos sosos,sosos,sosos…
    Me gusta el viaje en coche,me gusta el tango,aunque sea en una gasolinera,me gusta el tema musical.No me gusta el final.
    Saludicos

  2. Buenos días, compa Alfredo, y por partes, que diría Jack el Destripador…

    – Tema de fondo: curioso e interesante tema el que abordas hoy, éste de las pelis con ‘infiltrado’, o ‘a la mayor gloria de…’, tanto da sea la Pantoja o la recientemente finada Whitney Houston. A él le dediqué uno de los primeros artículos que colgué en la red, hace ya más de diez años, y que se titulaba ‘Películas con bichito’ (el bichito era el artista de marras). La verdad es que siempre me llamaron la atención.

    – El videoclip: conocía la coplilla, pero no el clip. Y la verdad es que más parece un anuncio de bebidas para el cubateo que una pieza de promoción musical; solo falta la botella del ‘desinfectante’ en el último plano… Por cierto, a Alan Rickman, con toda seguridad, nunca le va a faltar curro en alguna peli, buena, regular o mala; pero ganándose la vida en un antro tanguero del barrio de la Boca, pues me parece a mí que iba a ser que no, ¿no crees…?

    – Alan Rickman; hablando del susodicho, pues a mí es un actor que me gusta mucho, pero, en casa, a la que tiene loca, loca de verdad, es a mi mujer. En fin, así es la vida, una dura competencia, una lucha continua; por ahora, el que se sigue acostando todas las noches con ella, soy yo. Pero más me vale no bajar mucho la guardia…

    Un fuerte abrazo y buen domingo.

  3. Yo veo en Alan Rickman a un perfecto Sherlock Holmes,¿no te parece? Y no al histriónico Robert Downey Jr. Alan es otro de los grandes actores desaprovechados.Y Manolo Escobar,a ese sí que lo aprovecharon bien en la España casposa de porompomperos y carros perdidos,amigo.

    Un abrazo dominguero.

  4. … Vaya, vaya, vaya con Alan. ¡Qué tango se marcan! ¿No hubiera estado bien que hubieran puesto en un momento determinado la cara de los encargados de la gasolinera? No sé vamos yo me encuentro una escena así en una gasolinera… y mi cara o es de flipada o desternillante… ¿no?

    A veces no somos conscientes hasta que no miramos a otros de qué efecto estamos causando con nuestras acciones… ¿no os pasado? En alguna reunión de amigos, en alguna discusión o en algún momento de risas con pareja, amigo o familia… que de pronto mirando a otros eres consciente de la que se está armando…

    Besos
    Hildy

  5. ¿Y qué me dices entonces, Carmen, de Juan Tamariz…?
    Saludos

    Amigo Manuel:
    – las películas con «bicho» (te compro la categoría) suelen ser una trampa comercial casi siempre estéril; pocos, si hay alguno, de estos productos merece consideración
    – afortunadamente, Rickman tiene con qué ganarse la vida; aunque yo, de movimientos de pies, prefiero no opinar, porque no es lo mío
    – bien por tu mujer (y no sólo por Rickman…)
    Abrazos

    Pues tienes razón, Paco, hubiera dado muy buena percha en una versión canónica. Me temo que ya llegamos tarde, porque tiene sus añitos, aunque, en alguna de las últimas historias, con Holmes ya mayor… A Manolo Escobar yo lo hubiera puesto de Watson en el Holmes de Guy Ritchie…
    Abrazos

    Ay, Hildy, me temo que en una gasolinera todos los caretos vienen condicionados por lo que cuesta el litro de «súper»…
    Besos

  6. En Robin Hood se salvo por los pelos (así que limita tus parabienes), pero lo cierto es que la culpa no fue del todo suya, pues el personaje era caricaturesco.
    Hablando de cantantes/actores/actrices, yo recuerdo una peli en la que salía Marta Sánchez (la de Olé Olé).
    – Ah, perdón, que hablábamos de cantantes…
    – Ah, perdón, que hablábamos de actrices…

  7. Es que yo creo, Raúl, que fue la deliberada actuación de Rickman la que lo volvió caricaturesco y, honradamente, es lo mejor de la película.
    Sé de qué película, por llamarla así, hablas, ¿se llamaba «Supernova»?

  8. Se palpa la influencia cinematográfica. Recuerdo ahora el video que Brian De Palma dirigió para la canción «Dancing in the dark» de Bruce Springsteen, con una jovencísima Corteney Cox, antes de ser «friend» de nadie… Abrazos musicales.

    1. Bueno, no sé lo que se palpa… No me gusta ese vídeo de Springsteen. No me gusta la canción. No me gusta la Cox. Me gustaba todavía menos cuando se hizo llamar Cox-Arquette.
      Abrazos

  9. Creo que el amigo Alan pertenece por derecho propio a esa raza de actores británicos que siempre serán recordados por la enorma calidad de sus trabajos, aparezcan en el producto que sea, así que la idea de llamarlo para un videoclip musical no es mala en absoluto, pero he de manifestar mi asombro porque esa cantante, que no conocía, también realiza una buena interpretación, más allá de los típicos gestos pretendidamente sensuales con que nos regalan usualmente las cantantes: esta, además, mira, y la mirada con sentimiento es lo que pocos tienen. Igual Rickman le dio unas clases particulares antes de empezar…. 😉

    Un abrazo.

  10. Pues lo has clavado, Josep, porque a la amiga Sharleen (periodista, por cierto), que siempre ha sido muy fotogénica, le han ofrecido varias veces participar en películas -e incluso aparece en alguna rareza British de bajo presupuesto-. Lo más sonado fue lo de «Moulin Rouge», que no se concretó porque, si no recuerdo mal, coincidió con un embarazo suyo.
    Un abrazo

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