El gran Ennio Morricone pensó más en las mulas que en la mujer para componer el tema principal de Dos mulas y una mujer (Two mules for sister Sara, Don Siegel, 1970), en el que Clint Eastwood trasplanta a Hollywood su personaje de antihéroe desaseado, lacónico y fumador de sus westerns con Sergio Leone, y Shirley MacLaine le da oportunamente la réplica como monja desvalida en tierras mexicanas durante la ocupación de las tropas francesas de Napoleón III y la rebelión de los juaristas.
Memorable partitura, en todo caso.
Recuerdo con cariño esta película aunque hace mucho que no la he vuelto a ver…
Eastwood, McLaine, Morricone, Siegel… una buena fórmula.
He disfrutado de lo lindo con la banda sonora y las imágenes que me refrescaban la memoria (¡menuda bañera y baño memorable de ambos!
Todavía me falta por ver bastante filmografía de Siegel pero lo que llevo hasta ahora me dice que puedo descubrir cosas todavía muy interesantes y buenas del cineasta.
Besos
Hildy
Maravilloso Ennio Morricone.
Saludicos
Más que recomendable, desde luego, Hildy, la obra de Siegel. Con sus pifias, claro, pero con aciertos espectaculares. Y con un añadido: el cine de Eastwood, ya desde «Escalofrío en la noche» (en la que Siegel tiene un pequeño papel), no sería igual sin Don.
Besos
Pues sí, Carmen (a veces…).
Saludos
Y ahora suena la música del bueno de Ennio Morricone en los móviles,y mucho,de verdad.La he oído por los pasillos asépticos de la burocracia municipal y me imagino de inmediato saliendo por una esquina a Lee Van Cleef o al mejor Eastwood para poner orden en el desorden habitual de nuestra rutina kafkiana.Lo que me jode es que estos individuos que se «bajan» esta música,no tienen ni puñetera idea de Ennio ni de Leone.
Esta película me encanta pero creo que aquí la McLaine desempeña un papel que no le va. Cuando ves por primera vez la película,su rostro y manera de interpretar nos anticipa lo que es.Es decir,que sabemos más que el personaje de Eastwood.Shirley es la chica del Apartamento y la Irma,muy muy dulce,pero con sabor algo amargo.Esa es la actriz verdadera.Su rostro ya envejecido sí que dio grandes dotes de dulzura,esa fuerza del cariño,por ejemplo…Perdón,suena en la calle un móvil con la música de Ennio.Voy a ver… un momento… ¡Va! Se trataba de un tipo en pantalón pirata, en clancletas y un perro cagando.
Un fuerte abrazo,amigo. ¡Y suerte con los exámenes!
Creo que tienes razón, Paco, en lo del politono y en lo otro…
La película anticipa demasiado sobre la auténtica realidad de la monja, pero, curiosamente, el único que no se entera es Clint. Creo que ahí patina la cinta, porque se queda en una vía intermedia, ni pone a Eastwood contra las cuerdas teniendo que fingir que viaja con una auténtica monja, ni lleva el argumento santurrón a las últimas consecuencias. Pero tiene su gracia.
Cuidado con el tipo de las chancletas; seguramente es un zombi.
Abrazos, amigo. Tomo nota.
Morricone es un caso excepcional: fue el rey de las bandas sonoras en la época en la que el pop rock funcionaba y revolucionaba el panorama musical y lo consiguió en base a un estilo muy propio y una adecuación del mismo a la temática peliculera y a partir de entonces ha sabido satisfacer las demandas de tantos productores y directores que se ha convertido en un músico con una filmografía que empequeñece la de cualquier otro; si ahora, como dice Machuca, escuchamos politonos suyos por doquier, no puedo imaginarme lo que ocurriría si hubiese nacido, por ejemplo, en Cleveland….
Un abrazo.
Pues, efectivamente, Josep, habría que estudiar su influencia en el público a la hora de reconocer el mérito de las bandas sonoras en una película, y también en el cambio de perspectiva de la distribución y venta de la música de películas. Porque anda que no ha vendido discos, además…
Un abrazo