Recuperamos este anuncio ya que, por culpa sin duda de un ataque tecnológico apache en toda regla, debimos cancelar la emisión por problemas técnicos. Retomaremos la proyección con su coloquio el próximo martes 16 de octubre.
Recurrimos a la famosa (y un pelín ridícula) escena de baile de la Marcha de San Patricio de Fort Apache (John Ford, 1948) para invitar a nuestros queridos escalones a la 4ª sesión del III Ciclo Libros Filmados, organizado por la Asociación Aragonesa de Escritores en colaboración con FNAC Zaragoza-Plaza de España.
Fort Apache es mucho más que una simple película del Oeste. Es la obra de un poeta de la imagen, del mejor y más importante cronista cinematográfico de la historia norteamericana. Es la crónica de cómo las comunidades necesitan de las ficciones -de las mentiras- para fabricar mitos, leyendas, ritos y costumbres que aseguren su supervivencia en el tiempo. Es el testimonio de cómo se inventan y manipulan acontecimientos para santificar convencionalismos como la religión, la nación, la comunidad, el destino común. Es la prueba en imágenes de ese infalible axioma que encuentra su mejor expresión en esa otra gran obra maestra de Ford, El hombre que mató a Liberty Valance (1962): cuando los hechos se convierten en leyenda, imprime la leyenda.
III Ciclo Libros Filmados, organizado por la Asociación Aragonesa de Escritores y FNAC Zaragoza-Plaza de España.
4ª sesión. Martes, 16 de octubre de 2012: Fort Apache (John Ford, 1948), basada en los relatos de la caballería de James Warner Bellah, particularmente en Masacre (1947).
– 18:00 h.: proyección
– 20:10 h.: coloquio, «conmigo mismo»
La frase del director del periódico de Shinbone es impagable, lapidaria, la hostia. Vamos.
Como la peli de la que váis a hablar.
Ésta es de las que sí he visto del maestro, compa Alfredo, y, cómo no, admirable. Nada, que ustedes lo disfruten (que seguro que sí…).
Un fuerte abrazo y buena semana.
Y muy vigente, amigo Raúl, hoy en día. Basta con sustituir «leyenda» por «fabulación». Hay periódicos y pseudoperiodistas que se ganan la vida con eso.
Gracias, Manuel. Daremos buena cuenta de ella, seguro. Igual te descubríamos algún nuevo punto de vista, que me la he trabajado mucho…
Abrazos
Marchando! 😉
Eso me hubiera gustado a mí, Celebes, marchar junto al público por la sala en plan Fort Apache… Pero se nos escacharró el invento, se nos fastidió la copia que proyectábamos y tuvimos que suspender. Vamos, lo que se llama un «western interruptus». Ni a Custer le pasaron esas cosas…
Vaya! Lo siento.
Bueno,está bien también.Cuando era niño e iba al cine muchas veces la película se quemaba y tenían que encender la luces y esperar un poco.Cuando vi Persona de Bergman en un dvd me pasó lo mismo y me sentí feliz,pero luego formaba parte de la película.
Un fuerte abrazo.
Pues sí, no pasa nada, ya nos desquitaremos. En «Persona» es un efecto curioso, ocurre dos veces, si mal no recuerdo, y posee una significación muy importante ver cómo se desintegra una película: casi casi es una metáfora de nuestro mundo de hoy.
Abrazos
Ja, ja, ja… yo Hildy me siento pelín ridícula por haber disfrutado de lo lindo de la escena propuesta… y además me doy cuenta de cómo anda en olvido Fort Apache en mi mente.
¡Auguro un éxito inenarrable con la proyección de la película y un coloquio posterior de lo más apatecible que será rico en matices y miradas!
Beso
Hildy
En fin, Hildy, luego se meten con la canción del verano; pues anda que esto…
Fíjate que yo me conformo con que podamos ver la película entera…
Besos
Ahí nos veremos, entonces. Ya tenía ganas de volver a asistir a «Libros filmados» Un abrazo.
Bueno, no cantes victoria todavía; aguardemos a que la proyección termine entera…
Ya sabes que cuento contigo para alguna edición, en cuanto podamos poner alguna película que te apetezca, que lo sepas. Te debo una y ya hace casi casi un año…
Abrazos
Una escena de cualquier película del tuerto genial es una joya,es un poema.No es una rendija que nos conduce a los horizontes de grandeza,ni ojo de cerradura.Nada de eso.Cada escena,cada fotograma es como John Wayne entrando en la casa de la siempre bella Maureen O’Hara (mira que es guapa,joder) en El hombre tranquilo.Es una ráfaga de emoción hoy perdida.
Lo digo:estamos sumergidos en el western.
Un fuerte abrazo
Completamente, Paco. Un simple plano general de Ford es cualquier cosa menos simple. Prodigioso en la planificación, capaz como él solo de compatibilizar el visionado general con los matices particulares, la amplitud con el detalle, el espectáculo con el lirismo y la sensibilidad más íntimos. Un puñetero genio.
Abrazos
La película no se estropeó. Luego Alredo, como siempre, dio una lección magistral sobre el western, John Ford y un montón de anécdotas de cine que siempre es un lujazo poder escuchar en vivo y en directo.
Saludicos
Gracias, Carmen; luego ya te doy los 20 euros que acordamos…
Saludos