Mis escenas favoritas – Ben-Hur (William Wyler, 1959)

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Nos sumamos a la cita anual con el cine de romanos retomando uno de los momentos emocionalmente más intensos de Ben-Hur, remake que William Wyler dirigió en 1959 a partir de la novela de Lewis Wallace y del precedente cinematográfico de Fred Niblo (1925), el reencuentro de Judah Ben-Hur (Charlton Heston, el actor con peor juego de pies de la historia del cine; nótese que nunca filmó una escena en la que apareciera bailando o siguiendo mínimamente cualquier cosa parecida al ritmo…) y su antiguo amigo Messala (el malogrado Stephen Boyd) después de que este le enviara a galeras (un chiste de galeras: ‘¡Remeros! Os traigo dos noticias, una buena y una mala, ¿cuál queréis primero?’ / ‘¡¡¡La buenaaaa!!!’ / ‘Por fin podéis cambiaros de calzoncillos’ / ‘¡¡Bieeeeeen…!!’ ¿Y la malaaaa…?’ / ‘Tú con ese de allí, tú con aquel de allá, tú con el que tienes al lado…’).

Algunos han querido ver en esta accidentada relación algo más que amistad, o bien una amistad situada en las coordenadas en las que muchas veces ésta era entendida en las culturas orientales -y no tan orientales- durante la Edad Antigua, es decir, las relaciones homosexuales, algo más que probable desde el punto de vista estrictamente histórico por más que les chirríe a los sacristones de hoy en día que se rasgarían las vestiduras si el peplum clásico reflejara las costumbres tal y como eran en aquella época sin paso previo por censura política alguna. Sin inclinarnos expresamente por una u otra interpretación cinematográfica de la relación Judah-Messala, lo que sí es cierto es que, emocional y psicológicamente, la construcción de los personajes y su posterior evolución recíproca pueden encajar perfectamente dentro de ese subtexto homosexual. En todo caso, esa interpretación contribuiría a enriquecer todavía más el poliédrico juego de sentimientos, odios y rencores que consume a ambos personajes.

14 comentarios sobre “Mis escenas favoritas – Ben-Hur (William Wyler, 1959)

  1. Totalmente de acuerdo.Aunque no soy nada dado al cine bíblico ni al histórico,siempre acartonado y diseñado para las masas.Pero reconozco el valor de Ben-Hur en la historia del cine.Es inolvidable esa espectacular carrera de cuádrigas cuando el digital todavía estaba por ser inventado para las tonterías venideras, (anota Gladiator de Scott). William Wyler es otro de los gigantes del cine y todoterreno para la gloria de nosotros (joder,esto me ha salido en plan bíblico). Un tipo que te hacía un gran western,como un gran filme postbélico, como un romance en Roma, o para engrandecer aún más a la Bette Davis o una historia de un tipo que encierra a una mujer en un cuartucho y que colecciona mariposas,si,El coleccionista,película convertida hoy en culto.

    Por cierto, ¿qué te parece el empacho de estrenos de películas bíblicas: Noé, o históricas como Pompeya? Cuando veo el tráiler por la tele me parece el anuncio de un videojuego y después me doy cuenta que no.

    Abrazos

    1. Pues me parece que es otro de los síntomas de regresión, a todos los niveles, que padecemos. Obviamente, el fiasco financiero va a ser de aúpa, así que creo que nos libraremos de que se convierta en moda. Y en cuanto al cine bíblico, curiosamente opino lo mismo que de La Biblia: como historia de ficción, no tiene igual, pero como parten de la fe, y no de la razón, de la cultura o de la inteligencia, pues no pasan de ser mera anécdota.

      Abrazos

      1. Por cierto, que Wyler también ha sido denostado durante décadas por su, decían, falta de personalidad… Fíjate tú. Suelen ser los mismos que aplauden «Gladiator», toma ya.
        Más abrazos

  2. Tengo un cuaderno muy gordo y gastado donde he ido coleccionando críticas estúpidas. Y leídas ahora resultan sorprendentes.Es lo que digo respecto a las valoraciones precipitadas y los juicios basados en la mala fe, en el poco conocimiento,que es lo que más abunda en este perro mundo. Hitchcock siempre fue para los sesudos un tipo que no sabía hacer cine. Ford era un facha. Nicholas Ray un incompetente. Wyler (como bien dices) le faltaba personalidad. La lista se hace interminable. Y, curiosamente, cuando hoy se estrena una película, en la cartelera viene un montón de frases escuetas de procedencia sospechosa donde se suele decir: «Obra maestra». «Los espectadores están de enhorabuena». «Magistral». «Espectacular», etc. Casi nunca viene firmado por el tipo que lo ha escrito sino por la revista y punto. No son tontos,saben que de esa manera yo no los voy a meter en mi libreta a falta de identidad, y hablando de identidad, hoy el público goza con esas gafas en 3D y qué guapos que están los jodio.

    Más abrazos.

    1. Pues sí, chico. El otro día un pseudo-periódico digital aprovechaba el estreno de «Noé» para hacer un repaso por «los diez mejores papeles» de Russell Crowe en el cine. Yo me pregunté: ¿tiene tantos? Obviamente, cuando vi el reportaje, vi que no me equivocaba: «L.A. Confidential», «El dilema» y, en menor medida, «Master and Commander» y «La sombra del poder». El resto, pura morralla. Pues bien, el primer comentario del primer tipo que pasaba por allí fue: «Actorazo». Yo me pregunté: ¿este tío ha visto a Pepe Isbert o a Paco Rabal? ¿Habrá visto al Gordo de Minnesota o a Rober Ryan en «Encrudijada de odios»? Ay amigo, qué presente más triste…

      Más abrazos

  3. … Mi querido Alfredo, seguro que conoces de sobra la anécdota. Pero parece ser que uno de los guionistas no acreditados, el señor Gore Vidal convenció a William Wyler para que hablara con el hermoso Stephen Boyd para que se relacionara con el bello Heston como si estuviese enamorado, enamoradísimo… y así entender mejor todos su reacción de fiera rabiosa cuando Heston (que no se había enterado de nada) reaccionaba de manera fría, fría…

    Efectivamente nunca he entendido el poco amor hacia la obra cinematográfica de William Wyler que a mí personalmente me fascina: desde sus películas sociales de los años 30, hasta sus maravillosos melodramas con Bette Davis, sus escasas comedias, sus grandes megaproducciones o las más desconocidas (qué maravilla Carrie)… Cómo me gusta Wyler…

    Mis queridos niños, no os metáis con esa mole humana que es Russell Crowe… Yo desde que le vi aparecer en LA Confidencial le sigo de pantalla en pantalla. Y cuando hace esos héroes (entre los que incluyo Noé) entre bestia entre los bestias y hombre sensible que te desarma (difícil mezcla)… está que se saleeeee.

    Besos desde el arca de Noé (¡parece que hay tormenta!)
    Hildy

    1. Sí, sí, lo sé, pero se supone que William Wyler se opuso a hacerlo demasiado evidente, y que la cosa quedó circunscrita a Boyd.

      Lo siento, mi querida Hildy, no me creo a Crowe en ese tipo de personajes que mencionas. No es todo culpa suya, porque los guiones, por lo general, no dan para más. Pero no, no me lo creo.

      Besos

  4. Gore Vidal dijo en un reportaje que efectivamente cuando pensó esa historia, pensó en una relación homosexual. Pero tuvo que tratar de que Heston no se entere por que lo mataba literalmente jaja, fijate que el que actua mejor el papel como dice Hildy es Boyd, Hestos ni enterado…

  5. ¡Vaya! no he visto completa Marco Antonio y Cleopatra pero me la esperaba peor; sí hay cosas muy torpemente ejecutadas y escenas muy teatrales (aunque a mí no me disgusta mucho esto del teatro filmado) y ridículas pero no me aburre y creo que es bastante espectacular para lo que me esperaba de Heston como director.

    1. Está potable. Piensa, de todos modos, que todo parte de Shakespeare, y que por tanto, ameno, lo que se dice ameno, no es. Lo del teatro filmado… No me disgusta como espectador, aunque hay de todo. Las pelis de Mankiewicz, por ejemplo, son generalmente soberbias.

  6. Estoy flipando con el doblaje de Esther y el Rey, de la que vi ayer sólo un fragmento ayer porque me pareció un tostón mal hecho; se cuenta la historia del rey persa Asuero (o Jerjes, según leo en la Wiki), que está planeando la invasión de las polis griegas, y de la hebrea Esther pero llega un momento en que, de pronto, se pasa a llamarle Darío, y a explicar en los diálogos que ansía derrotar a Alejandro y sus macedonios…y luego vuelve a ser Asuero. Menos mal que cambié y pude ver, por primera vez entera y todo seguido, Ben Hur…¡qué diferencia cualitativa, por Yahvé!
    En cambio, hoy estoy gozando con un producto en apariencia menor como es «Una historia que comenzó hace dos mil años».

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