Vidas de película – Samantha Eggar (1939)

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Samantha Eggar vino al mundo del cine, nominación al Óscar incluida,  con la espléndida El coleccionista (The collector, William Wyler, 1965), donde interpretaba a Miranda Grey, el objeto de (patológico) deseo del protagonista.

Antes de eso, Samantha había destacado como actriz de teatro, especialmente en un montaje de El sueño de una noche de verano que llamó la atención de un productor de películas que le ofreció un contrato. Su fulminante reconocimiento fue prácticamente flor de un día, puesto que en Hollywood encadenó una serie de películas mediocres cuyos títulos más significativos (cómo serán los demás…) son Apartamento para tres (Walk don’t run, Charles Walters, 1966), la última -y fallida- película de Cary Grant, con Jim Hutton (el padre de Timothy) completando el reparto, y la comedia musical animada -y animalada- El extravagante doctor Dolittle (Doctor Dolittle, Richard Fleischer, 1967), importante bodrio de dos horas y media.

Refugiada en la televisión, en los años setenta participó en Odio en las entrañas (The Molly Maguires, Martin Ritt, 1970) y en Cromosoma 3 (The brood, David Cronenberg, 1979), antes de un sano retiro anticipado. Entre 1964 y 1971 estuvo casada con el también actor Tom Stern.

 

3 comentarios sobre “Vidas de película – Samantha Eggar (1939)

  1. Guapa, desde luego, pero fue una actriz muy poco afortunada. Al menos El coleccionista se ha convertido en una película de culto y si quieres comprártela tienes que pedírsela a cualquier zombi de Fnac. La apunta en un ordenador y te dice que ya te llamarán. La Eggar tiene que comer, como todo el mundo, y sus últimas intervenciones son de pena. The Phantom, creo que es de 1996. Esta película se puede adquirir en los bazares chinos. Intervino en La cara del terror y descubrimos que esa cara era la de Johnny Deep. Y creo que anda por ahí una serie la mar de cutre titulada Commander in Chief del 2005 donde la pobre Eggar se la ve. Pero si me voy para atrás la recuerdo también en la malísima película El faro del fin del mundo y creo que tiene otra titulada Hércules (por cierto,¿ya has ido a ver la que está de estreno?). Y la exitosa de principio de los ochenta The Exterminator. Ah, dios mío, a veces pienso que he perdido demasiado tiempo viendo cosas como estas.

    Ayer vi un documental de la vida de Bette Davis. Nada que no se supiera ya pero la vi de mayor hablando, fumando y mirando a la cámara con esos ojos desafiantes, poco antes de morir en Francia.

    Abrazos mil.

  2. Chico, eres todo un experto en la decadencia de esta mujer… Qué nivel… «El faro del fin del mundo», una película española de lo más curiosa, aunque, en efecto, muy floja. Por cierto, yo conseguí «El coleccionista» con relativa facilidad…
    Abrazos

    Tumpitula, agobiarse es poco. Aunque hay ahí cierta duplicidad, porque no está tan claro que la chica quiera escaparse siempre…

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