CASANOVA: ¿Por qué por una vez no renunciar a este insulso viaje al infierno y viajar al paraíso?, ¿eh? Una meta salvaría su alma. El justo precio para aquel que hasta el final ha sido esclavo de los placeres terrenales. ¡Dejadle salvar su alma!
LORENZO DA PONTE: No. Don Giovanni asume su responsabilidad. De otro modo sería un hipócrita. Vos mismo lo predicabais: «un instante de vida terrenal vale más que toda la eternidad».
CASANOVA: ¿Yo he dicho eso?…, bueno, no importa. ¿Por qué entregarle al fuego eterno? ¿Tal vez porque me reconocéis en él y queréis condenarme?
DA PONTE: No, Giacomo, soy yo quien me reconozco en Don Giovanni.
CASANOVA: De ser así, su caída sería también la vuestra.
DA PONTE: Solo de una parte de mi vida, esa parte de la que quiero liberarme.
Io, Don Giovanni (Carlos Saura, 2o09).
¿Se puede producir un diálogo cinematográfico entre AMADEUS de Milos Forman y la película de Saura? Te lo pregunto porque no he visto IO, DON GIOVANNI… Ya sabes de mi creencia de que las películas hablan entre sí.
Besos
Hildy
Difícilmente, me temo. Si acaso, un intercambio de bel canto. El gran déficit, para mí, de «Amadeus», es la ausencia de personajes como Da Ponte o Casanova de la vida de Mozart. Saura compensa esas ausencias, pero le puede el esteticismo, la narrativa plomiza, el barroquismo deliberado. A mí hay algunos de esos vicios que me gustan (mezcla la historia de la creación de la ópera con las representaciones de la ópera misma, utilizando los mismos actores para los personajes equivalentes de una y otra), pero en general me parece, como todos los musicales de Saura, un ejercicio de pedantería.
Besos