Un golpe de platillos, la clave del misterio de esta película de Alfred Hitchcock, un autoremake de su previo filme de mediados de los años treinta, escondida en la partitura de The storm clouds, de Arthur Benjamin. Nubarrones de tormenta… y de plomo.
¡Todavía no he visto la de Peter Lorre!, la versión de los años 30!
Beso
Hildy
Bueno, tiene su encanto, como muchas de las otras peliculitas de Hitchcock de los años 30, a medio camino entre el suspense, el humor y la puesta en escena artesanal pero muy ingeniosa. Y bueno, casi todo el argumento está ahí.
Besos