Esta obra de Richard Fleischer no es sólo la mejor película sobre vikingos que se ha filmado nunca; probablemente también es una de las mejores películas que se han hecho jamás sobre la Edad Media (junto con El señor de la guerra de Franklin J. Shaffner y Robin y Marian de Richard Lester). Un guión espléndido (de Calder Willingham y Dale Wasserman), una magnífica fotografía (del futuro director Jack Cardiff), una dirección sobresaliente, una estupenda labor de ambientación y unos intérpretes soberbios (Kirk Douglas, Tony Curtis, Janet Leigh y, sobre todo, un inmenso Ernest Borgnine) dan forma a un largometraje que contiene momentos e imágenes bellísimos, evocadores, llenos de fuerza y sensibilidad, como la «danza» de los guerreros sobre los remos del drakkar, o los que se ofrecen a continuación. Casi dos horas repletas de tesoros, acompañadas por la memorable partitura musical de Mario Nascimbene.
A mí me gusta esta película y creo que hay que rescatar la figura de Richard Fleischer, porque francamente tiene películas estupendas. Tocó muchos géneros, no todos con fortuna, claro, pero ya te digo, es un directo a rescatar. Y, respecto a lo que dices al principio de tu post, me ha hecho pensar es esa porquería de películas que realizó en palurdo de John McTiernan en 1999 con el título El guerrero nº 13, con el malagueño Banderas y el egipcio Omar Sharif. Te lo cuento porque está basada en una de las novelas de vikingos más grandes que he leído nunca: Los devoradores de cadáveres, de Michael Crichton. Hoy, esta generación venera a McTiernan por haber tenido tanto roce con Bruce Willis, Schwarzenegger y otro depredadores de pacotilla.
Abrazos
Cierto. A mí me gustó mucho, por ejemplo, «Atraco al furgón blindado», o «Impulso criminal», o «El Don ha muerto», o «Cuando el destino nos alcance». Hasta «Viaje alucinante», y eso que es una flipada, con Donald Pleasence (eso sí, sin Carmen Sevilla…).
Es cierto lo que comentas de la película de Banderas: nefasta. No leí en su día la novela porque vi primero la película, pero si me la recomiendas, allá que voy…
Ay, cómo te pasas con McTiernan, que si palurdo, que si pacotilla… Hombre, cualquiera diría que te lo has cruzado algún día disfrazado de cangrejo…
Abrazos
Jo, cómo apetece volver a verla. He disfrutado con las escenas… Hace tiempo que no le hago una visita y eso que la ponen en ocasiones en televisión. Ay, los vikingos, el último entierro vikingo que visioné fue en Nuestro último verano en Escocia. Y, sí, tiene razón Francisco, Richard Fleischer es un cineasta a descubrir. Yo estos dos últimos años le he redescubierto con Testigo accidental y con Impulso criminal.
Beso
Hildy
Pues sí, ahora, haciendo memoria, creo que «El estrangulador de Boston» también es suya. Y una muy flojica de la que hablé por aquí, «Ashanti», sobre el tráfico de esclavos en África, basada en una novela de A. Vázquez Figueroa. En fin, que como dice Paco, ha tocado de todo y, aunque no siempre bien, vale la pena recuperarlo (también, creo que es suya la versión de «20.000 leguas de viaje submarino» en la que Kirk Douglas se disfraza de Wally…).
Besos
¡Viaje alucinante! Luego vino Isaac Asimov y escribió una novela de este guion, es decir, lo más estúpido que puede hacer un escritor: novelizar una película. Creo que también lo dijo el viejo Woody. Y no te metas con Pleasence y mucho menos con Sevilla, quiero decir, Carmen, que no veas lo has llegado a reírte a costa de ellos. La novela de Crichton es magnífica, lo malo es que todas las ediciones que puedas encontrar llevan en la portada el careto del malagueño y el título de la película. Yo tengo la primera edición con prólogo de Fernando Savater y de cuya portada hay un puto vikingo pelirrojo con un casco con cuernos y unos mostachos que te cagas, es decir, nada que ver con ese hombre que ahora que se acercan las malditas navidades, podemos ver en las cajas de colonia.
Más abrazos.
Es que me parto con tus comentarios, Paco… Ay, acabo de tener un cruce de líneas: me imagino a Woody con un casco con cuernos, y a Pleasence con una peluca pelirroja, los dos con Carmen Sevilla…
Qué pena, en efecto, eso de que vendan novelas con las cubiertas colonizadas por las imágenes de las películas, en especial con la del tipo este… No es el primer caso. Por ejemplo, en mi edición de «L. A. Confidential», el careto de la portada es la Kim Basinger. Hombre, no es lo mismo que Banderas, pero aun así creo que no procede…
Abrazos
Y esa película dirigida por Tinto Brass donde el hombre homenajea a Los señores del acero de Paul Verhoeven, y ya puestos, ponemos a Tyrion Lannister, el enano de Juego de tronos, completamente empalmado dispuesto a introducirla en cualquier agujero que se le ponga delante. “Un enano empalmado es como un botijo alzado en pleno verano en mitad de un olivar”, solía decir un primo de mi padre, por cierto, malagueño de pura cepa.
Y sí, odio esas ediciones que aprovechan el tirón del éxito de una película para volver a reeditar las novelas que tenían en sus primeras ediciones portadas más decentes. Los editores no se dan cuenta lo mucho que envejecen esos libros en las librerías de segunda mano. Esos libros no los quiere descubrir las nuevas generaciones precisamente por las cubiertas. El otro día, sin más, vi en una librería de viejo la novela Bailando con lobos de Michael Blake, y en la portada estaba Kevin, Kevin Costner en un color convertido en rancio, gastado. Me dio esa sensación que puede tener un arqueólogo de tercera al descubrir un cepillo de dientes romano en vez de Las minas del rey Salomón. En fin.
Más abrazos.
Me temo que los libros de Juego de tronos llevan el mismo camino. Dentro de diez años, nadie se acordará de semejante majadería (aguanté un capítulo y medio de la serie, y de los libros, en cuanto vi que el tipo se parecía a Chanquete, pasé olímpicamente).
Creo que la peor película que se ha hecho nunca sobre vikingos es esta: https://39escalones.wordpress.com/2013/02/22/la-tienda-de-los-horrores-el-nordico/
Abrazos
«La película es mala, mala. Pero requetemala. No sólo brilla por su ausencia cualquier ejercicio de ambientación mínimamente digno, sino que las localizaciones no pueden ser más inadecuadas. Un Canadá tropical viene complementado por una dirección artística, pésima no, lo siguiente. A las armas de pega, el barquito vikingo de cartón que más parece una carroza para el Orgullo Gay llena de locazas con trenzas y faldita, las barbas y pelucas postizas de algunos guerreros, y los indios uniformados de pieles y mocasines todos iguales…» Ja ja ja ja. A mí no me gustaba ni la serie de dibujos animados de Vicky El Vikingo y ya ni te cuento de la película que realizaron de ese maldito personaje en 2009 por el alemán Michael Herbig; es lo más subnormal que he visto nunca. Los vikingos tienen algo que parece no funcionar demasiado en el cine. De niño me gustó mucho la película verniana La isla del fin del mundo, pero me defraudó cuando entraron los vikingos en acción. Robert E. Howard fue un brillante escritor de fantasía épico y creador de Conan, entre otras grandes historias, pero cuando tocaba lo «vikingo» ya salía el mostacho pelirrojo, las faldas y las rodillas llenas de roña. El tópico de comer de una manera guarra y los espetones, en fin, me voy ya que me parece que hoy te estoy dando demasiado la tabarra, amigo.
Más abrazos
Pero que manía con irse… ¿Otra vez anda Doc por ahí…?
Esta película es un engendro difícilmente explicable. De ahí que, ahora que lo pienso, decir que «Los vikingos» es la mejor película de vikingos, pues tampoco tiene mucho mérito, visto lo visto. Recuerdo haber visto, de chaval, una película, creo que islandesa, de vikingos en la que un tipo, a lo Conan, se enfrentaba en una playa con tres guerreros que iban por él, y los abatía lanzándoles proyectiles metálicos con las manos, como dagas o algo así. No recuerdo nada más, pero me gustó.
Las palabras Vicky el vikingo deberían estar proscritas de cualquier diccionario.
Abrazos
Qué pedazo de colección de escenas tiene este peliculón de aventuras. Desde el principio hasta el final, con dos personajazos protagonistas antitéticos y, caramba, tullidos ambos. El vigor y la potencia de esta obra pocas lo alcanzan.
Por cierto, a la cinta a la que te refieres en el comentario anterior creo que es ‘Cuando los cuervos vuelan (Ojo por ojo)’, que es otra relectura más de ‘Yojimbo’ y parte de una trilogía islandesa de vikingos que se completa con ‘La sombra del cuervo’ y ‘El vikingo blanco’.
¡¡Gracias!! Efectivamente, va por ahí. No sé exactamente qué parte vi, pero tiene que ser eso.
¡Ostras! Esta la ví de reestreno un par de ocasiones, en diferentes temporadas: ventajas de haber ido al cine de pueblo cuando las sesiones eran dobles y las buenas películas se reponían sin dificultad. Ésta en concreto era habitual, porque su inigualable brío deleita por igual a padres e hijos. O deleitaba, vaya.
La he visto a medias en alguna emisión televisiva, pero no era lo mismo. Ahora, con las nuevas pantallas más grandes, vuelve a apetecer.
Y es cierto: debe ser la mejor película de vikingos. Y creo que todos disfrutaron muchísimo en el rodaje. Se nota.
Un abrazo.
Creo que es la primera producción Bryna, la de Kirk Douglas, y se nota -para bien y para mal-. A mí una de las cosas que más me gustan es que, salvo Janet Leigh, no hay un solo personaje que caiga simpático, que no sea un tiparraco de cuidado.
Abrazos