Dean Martin interpretó That’s amore, uno de sus temas más populares, de aire italiano, en ¡Qué par de golfantes! (Norman Taurog, 1953), comedia de estúpido título español (la película se desarrolla en el mundo del golf) que Martin coprotagonizó junto a Jerry Lewis, su pareja artística de entonces, Donna Reed o Joseph Calleia. La canción obtuvo una nominación al Óscar.
Música para una banda sonora vital – That’s amore, de Dean Martin
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Todo un clásico, Alfredo. Me lo tomaré como arranque de fin de semana, como corresponde al momento… Un abrazo y buen fin de semana.
Es que los viernes 27 de mayo de 2016 nos ponemos siempre muy románticos…
Abrazos, y buen finde.
Ya sabes lo mucho que me gusta a mí el gran Dino. Su voz es maravillosa. Hasta diría que incluso el mismísimo Elvis copió de él su fraseo. Dino era grande, muy grande en todos los aspectos. A veces hacía malas películas porque él lo quería así. Valoraba más el buen rollo en los rodajes que la inmortalidad de otras grandes películas que rechazó porque vaticinaba sufrimiento. Sinatra lo necesitaba como contrapunto de su caótica vida. He leído libros sobre él, entrevistas de otros, directores que trabajaron con él, y nada, no he encontrado a nadie que hablara mal de él. Todo el mundo lo quería. Incluso el viejo zorro de Billy dijo que era una persona maravillosa. Ahí tenemos esa imagen de ambos que están como desafiándose. Simplemente, encantadora. Solo voy a mencionar dos películas: Río Bravo (está maravilloso), y Bésame, tonto, donde se interpreta así mismo pero sin comerse un rosco (en la vida real se los comía todos). En aquel tiempo ningún actor se hubiera atrevido a mofarse de él mismo, además siendo mentira. Fue el crooner más grande de todos los tiempos, cuando hoy nadie sabe lo que es un crooner. Fíjate tú en Michael Bublé o Robbi Williams; es que ni para limpiarle los zapatos a Dino. Recuerdo con cierta nostalgia cuando estuviste en casa y te enseñé como un crio mis discos de Dino. Siempre estoy comprando algo de él, porque, sobre todo, es auténtico y eso, amigo mío, ya no sabe uno dónde encontrarlo en los tiempos que nos toca vivir. Si tienes un buen equipo de música y te pones la magnífica canción Mi Rifle, My Pony, and Me, ten por seguro, que al día siguiente el primer vecino que te encuentres en el ascensor te preguntará por ella. A mí me ha pasado.
-Disculpa. Ayer escuché una canción preciosa. ¿De quién es?
-Déjalo estar, amigo. Entonces eran otros tiempos. Aquí el río Llobregat baja turbio y el mar ni lo acoge siquiera.
Mira, uno es así.
Buen finde, amigo. Y abrazos, claro.
Me acuerdo, me acuerdo. El pasado sábado tuve en mis manos un recopilatorio de ocho discos de Dino por apenas 10 euros. Llevaba mucho cine en la alforja para comprar, así que tuve que dejarlo porque no se puede tener todo (y porque mi equipo de CD está estropeado, claro…). Pero luego los busqué religiosamente en Spotify y los tengo puestos en bucle cada tarde.
Un gran tipo, uno de esos que caen simpáticos a la primera. Y qué grande está, por ejemplo, en Como un torrente. Es uno de esos tipos que sabían de qué iba la vida. Mis vecimos no creo que me pregunten por él. Están demasiado ocupados con Telecinco. De los presuntos crooners de hoy, ni hablamos. ¿Has oído algo del disco «crooner» del Bertín Osborne ese? Mierda es poco…
Cuidarse mucho, amigo. Abrazos fuertes.
¿Osborne? ¿Quién es ese? ¿No es el nombre que había estampado en esos toros gigantes que perfilaban allá en las cimas de los crepúsculos ibéricos? ¿No será ese que una vez publicó un disco donde salía vestido de ranchero junto a un caballo y de cuyo título era, precisamente, Rancheras? ¿No será ese tío que jugó en su casa al futbolín con un tal Rajoy que cuando habla se le ponen los ojos de vaca? ¿No será ese que anunciaba una marca de jamón? ¿Crooners? ¿No será ese tipo que empezó a dar la tabarra por allá los ochenta con una canción insoportable llamada Amor y cloacas mediterráneas? ¿Crooners?
Más abrazos.
Va a ser ese, sí… El que hace dúos cómicos con Arévalo…
Abrazos
Me encanta. La recuerdo de pelis y especialmente de un disco que me grabó un amigo llamado «Music to watch girls by» muy especial para mí porque empecé a transformar días tristes en soleados. Gracias!
A vos, siempre. Una voz muy muy especial.