Ya está disponible el nuevo número de Imán, revista de la Asociación Aragonesa de Escritores, en el que, entre otros interesantes contenidos que os invitamos a descubrir, se incluye un artículo, obra de quien escribe, que resume el tratamiento que Sherlock Holmes, y su ayudante, el doctor Watson, los inmortales personajes de Conan Doyle, han tenido a lo largo de la historia del cine y la televisión.
Rostros y rastros de Sherlock Holmes en la pantalla
Espléndido, espectacular repaso sobre uno de los personajes más fascinantes y atrayentes de la historia de la literatura mundial. ¿Por qué nos sigue fascinado este personaje? Pastiches (hace poco acaba de publicarse otra novela que no está nada mal sobre el detective más famoso de todos los tiempos, Arte en la sangre, de Bonnie Macbird), cómics, películas, series, dibujos animados, videojuegos, etc. Creo que es debido a un cúmulo de factores quizá algo ajenos al padre de la criatura. Primero: la época victoriana. Entorno que nos atrae ya en grado sumo: ciudad caótica, de humos de fábrica y niebla, pobreza, prostitución, carruajes misteriosos, época convulsa de grandes descubrimientos, ricos excéntricos, Jack el Destripador cuestionando todo esto. ¿Sabías que la policía de Scotland Yard por aquellos tiempos no sabían distinguir todavía la sangre de un pollo con la de un ser humano? El espiritismo estaba de moda… y la reina Victoria que duró más que Matusalén. Su reinado duró más de sesenta años. Todos estos componentes son fascinantes, amigo. Claro, luego vino el puto amo e inventó a Sherlock Holmes, el 221b de Baker Street, a Watson, a la señora Hudson, los irregulares, Microft, etc. Incluso existe un libro maravilloso titulado Sherlock Holmes de Bake Street escrito por uno de los más entendidos en el tema. El libro es una biografía del mismísimo Sherlock. Con la obra de Conan Doyle se han tomado unas licencias de la cual no empatizo para nada. Creo que no se debería nunca salir del canon y aún y así dentro de él tiene cabida lo maravilloso. Pero no quiero dar aquí la tabarra, que ya sabes que me pierde este tema. Cuando uno vuelve a leer todas las historias de Sherlock me da por pensar que el detective (asesor sería lo correcto) era joven (se jubiló antes de cumplir los cincuenta) y el cien siempre se ha empeñado en ponerlo viejo. A Watson también. Y, una cosa más, leí la novela de Mitch Cullin, Mr. Holmes que después Bill Condon llevaría a la pantalla con un excelente Ian McKellen, pero no me gustó mucho. Aquí se habla del enamoramiento de Sherlock, pero no se menciona para nada a Irene Adler «la mujer».
Y me voy ya que si no esto se puede alargar y el espacio «Dejar un comentario» no da para mucho más.
Fuerte abrazo.
¡Gracias! Viniendo de un holmesiano de pro como tú, es todo un halago…
Ay, Scotland Yard… Debido a las novelas de misterio aquí los tenemos por unos fenómenos, pero en el mundillo anglosajón suelen representar la torpeza y la improvisación, y no sin razón. Pienso en el gran Stephen Fry de Gosford Park o, mucho antes, esa joya oculta de John Ford que es Gideon’s day (no me acuerdo ahora del título español, creo que Un crimen por hora o algo así).
Y qué decir de Holmes. Pues que siempre es un buen sitio para volver y quedarse un buen rato.
Abrazos
Reconozco que tengo tremendamente abandonados tanto a Sherlock Holmes como a Watson, tanto literaria como cinematográficamente.
Uno de mis mejores recuerdos de los dos es precisamente una ficción cinematográfica, El secreto de la pirámide, que recrea la adolescencia de ambos.
Beso
Hildy
Pues esa suerte tienes, poder adentrarte sin prisas en el mundillo de esta gente, con tantos goces a tu alcance para disfrutar. A mí El secreto de la pirámide, aun con todas sus innovaciones y añadidos, me gustó bastante. Es un ejercicio de imaginación más que respetuoso.
Besos
Me voy a arriesgar, conociéndote un poquico, a preguntarte si no sientes alguna simpatía, aunque sea una poca, por Colombo de Peter Falk…
¿Por qué no iba a tenerla? Gran actor. Gran personaje. Serie muy envejecida, eso sí.
Uf, qué alivio…bueno, a mí me gustan las antigüedades…je,je