La actriz de los ojos más bellos del teatro, la televisión y el cine de los setenta, además de escritora. Yo anduve enamoriscado de ella y hasta me compraba sus libros que no están nada mal.
Ay, Emma…
Los hábitos del incendiario que yo tenía,
El hombre que se quiso matar
por Tu pierna creciente, falda menguante.
Española en París,
Bajo El techo de cristal,
Y nosotros Condenados a vivir
Por ser Demasiado bonita para ser honesta.
¿El espanto surgió de la tumba? No, solo
cuando te vestiste de gallina Caponata,
Al otro lado del espejo que es la televisión,
La mujer con botas rojas recortando
Tigres de papel.
Tú y yo Solos en la madrugada, mientras que
Mambrú se fue a la guerra, y todos hacemos
Algún día un Viaje a ninguna parte.
Emma, mi Emma,
El mar y el tiempo,
te has ido y yo aquí como
El rey pasmado.
Te has ido para siempre, ay,
ya sabes lo enamorado que estuve
en mi juventud perdida, y ahora ya podría ser
El abuelo.
La actriz de los ojos más bellos del teatro, la televisión y el cine de los setenta, además de escritora. Yo anduve enamoriscado de ella y hasta me compraba sus libros que no están nada mal.
Ay, Emma…
Los hábitos del incendiario que yo tenía,
El hombre que se quiso matar
por Tu pierna creciente, falda menguante.
Española en París,
Bajo El techo de cristal,
Y nosotros Condenados a vivir
Por ser Demasiado bonita para ser honesta.
¿El espanto surgió de la tumba? No, solo
cuando te vestiste de gallina Caponata,
Al otro lado del espejo que es la televisión,
La mujer con botas rojas recortando
Tigres de papel.
Tú y yo Solos en la madrugada, mientras que
Mambrú se fue a la guerra, y todos hacemos
Algún día un Viaje a ninguna parte.
Emma, mi Emma,
El mar y el tiempo,
te has ido y yo aquí como
El rey pasmado.
Te has ido para siempre, ay,
ya sabes lo enamorado que estuve
en mi juventud perdida, y ahora ya podría ser
El abuelo.
Descansa en paz.
Fuerte abrazo.
Despedida marca de la casa, Paco.
¿Qué tal el ventilador…?
Abrazos
Vaya, no me había enterado. Como dice en su columna Luis Alegre, parece que no quería molestar ni muerta. D. E. P.
Efectivamente, la cosa, al parecer, venía de largo, pero con discreción total. Hemos vivido una repentina crisis de bajas al inicio del verano.