4 comentarios sobre “El glamour de Hollywood

  1. El cine nos ha influenciado más que todo el resto de la historia de todas las artes, amigo mío. La manera de vestir, de caminar, de como ir peinando, de comportarnos, de bailar, de hablar, de escribir, de imaginar, de soñar, de matar, de robar, de ser más listos y de ser más tontos, de viajar, de sentarnos, de comer, de silbar, de tirarse un pedo, de ver las cosas de otra manera, de fumar, de beber, de cómo ligar, de como pelear, de como amenazar, de como escupir. Cuando vi El fuera de la ley me hizo mucha gracia los negros escupitajos del viejo Clint sobre la cabeza de aquel pobre chucho sarnoso. Me atiborré de regaliz e iba en busca de perros para escupirles en la cabeza. Pero estoy hablando de antes, cuando el cine tenía una enorme influencia, es decir, cuando era solo la única influencia. Aquí en España, con la dictadura, tuvimos que ver el mundo exterior a través de esa ventana maravillosa que es el cine. El espectador de ahora no es capaz de imaginar lo que podía hacer el cine. Gable se quitó un día la camisa y descubrieron que no llevaba camiseta y el mercado cayó en redondo. Luego vino James Dean con su inmaculada camiseta blanca y volvió otra vez a activarse el mercado. Marlon Brando en Un tranvía llamado deseo la llevaba que daba asco y también se puso de moda. Lo que hemos aprendido, amigo mío, con el cine. Sin él seríamos todos unos analfabetos. Y para ir acabando, solo te diré que aprendí hacer el nudo de la corbata gracias a Cary Grant en un película donde nos lo explica paso a paso. ¿Para qué quieres saber hacer el nudo de la corbata si nunca llevas corbata? Te preguntarás. Antes solía ir a las bodas de mis amigos y me he encontrado en situaciones donde uno u otro no sabía hacer el nudo y yo allí todo chulo les enseñaba «nudo windsor doble». Luego sus novias querían salir conmigo, o casarse. Y cómo mojar un donut en el café. Fue Gable en Sucedió una noche. ¿Que es fácil? Nanai de la china, amigo. Hoy se pueden ver a perfectos paletos y paletas mojando esas rosquillas industriales que dan asco. Dejan el plato como si hubieran comido allí patos. También ligué mucho cuando las chicas me veían mojar el donut en el café. Me pedían que me casara con ellas. Y fumaba y caminaba como Mitchum… y me desesperaba con resignación a lo Bogart en Casablanca… y….

    Abrazos, amigo mío.

    PD: El otro día vi el tráiler del remake de Los siete magníficos. Es como si hicieran un remake de Ciudadano Kane con JIm Carrey y dirigida por J.J. Abrams.
    Glamour, quién te ha visto y quién te ve.

    1. Un comentario impagable, mi querido Paco. Es decir, que este tampoco te lo pago…

      También nos ha enseñado a hablar, a pronunciar tacos, a insultar, a quejarnos… El cine es la mejor escuela, amigo. Ya lo cantaba Aute, toda la vida es cine.

      Fíjate que me apetece remojar unas rosquillas en leche bien fresquita…

      Abrazos

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