Partitura de Paul Buckmaster, basada en una pieza del argentino Astor Piazolla, que recoge toda la atmósfera de distopía y paranoia propia de esta intriga de futuro postapocalíptico, pandemias y viajes en el tiempo dirigida por Terry Gilliam en 1995 a partir del mediometraje La jetée de Chris Marker (1962).
… ¡Adoro esta película! La veo una y mil veces y siempre me envuelve… y en parte la culpa la tiene también su música.
Recuerdo incluso el día que la vi en un cine maravillosamente precioso de Madrid, desgraciadamente cerrado. Guauuu, qué sensaciones tuve.
(Ahí Brad Pitt no estaba nada envarado…, qué personaje).
Beso
Hildy
Mi querida Hildy, todo encaja como un puzle sideral: ese cine cerrado… ¿qué lugar más idóneo para ver esta película que contiene también cines cerrados? A mí me gusta mucho, y creo que es lo mejor que ha hecho Brad Pitt, de largo, en toda su carrera. Como le ocurre a otro, cuando hace de retardado, es cuando lo borda… 😀
Besos, y buen finde, mi querida Hildy.
Me gusta muchas cosas de las que hace el gamberro de Terry Gilliam. Poseo un libro de entrevistas que es una delicia: anécdotas, detalles, locuras, referencias cinematográficas, literarias, cómics, pinturas, poemas, esculturas y más y más locuras; maravillosas locuras. Es curioso lo de Brad Pitt. Precisamente me quedo con tres papeles de este guapo que nunca envejece. Tengo una amiga que le llama el «muñeco hinchablo» (no es un error mío, acabado en «o») y es verdad, a medida que va haciéndose mayor más parece un muñeco de esos que se compra a través de Internet, para el alivio de ciertas mujeres recelosas de los hombres que no se depilan y son algo brutos. ¿Por dónde iba? Ah, sí. Las tres películas de Pitt donde me gusta y hace de subnormal: la primera no recuerdo su título pero está producida, me parece, por Tarantino, donde hace el papel de colgado con gorro de lana negro y melenita. El otro en Doce monos y Quemar después de leer, donde también sale de retrasado y se lo cargan a mitad de la película.
Me parece que está a punto de rodarse Tamaño natural II, con el gran Michel Piccoli (con más de noventa tacos) que vive trastornado y apasionado (valga la redundancia) con un muñeco hinchablo, pero será Pitt al natural haciendo de muñequillo.
Abrazos y buen finde, amigo mío.
Jajajaja… Jajajaja…
Terry Gilliam posee un caudal de imaginación prácticamente inagotable. No me gusta todo lo que discurre, pero solo por discurrir tanto, ya tiene un buen punto a su favor.
Y Pitt, pues eso, lo has dicho muy bien. Tal vez te refieres a Snacth, cerdos y diamantes, del tonto de Guy Ritchie. Está bien ahí también. Me gustó también en la de los Coen, esa forma de parodiarse debería pertenecer a alguien inteligente, aunque por el resto de trayectoria no se deduce.
Abrazos múltiples.
Joder, tío. Por culpa de este comentario he empezado a escribir un artículo, más que merecido, de Michel Piccoli. Menudo actor, ahora que lo pienso. ¿Por qué Buñuel lo introdujo en tres de sus películas? todo empezó con Godard…
Más abrazos.
Jajajaja… ¡¡Me encanta!! Se merece un artículo… o varios.
Más abrazos.
¡No, en cuatro! Ya llevo medio texto y me he detenido un momento para seguir escribiendo aquí. Ahora me voy a hacer un café a la vez que me estoy partiendo el culo con aquella escena de Diario de una camarera cuando a Michel le da un calentón, porque la fea y fría de su mujer está en su laboratorio haciendo pócimas extrañas, y Michel mete en la cuadra, mirando hacia todos los lados, a la pobre Muni. No me extraña que en la fallida París-Tombuctú se le pusiera morcillón en el momento de su muerte, allí colgado. Todo estaba previsto desde El desprecio.
Ahora sí que me voy. Abrazos mil.
Jajajaja… Hazme/hazte un favor. Que el café sea carajillo…
Abrazos
Argentina desde el segundo 0,0
Absolutamente. Aunque en la peli bien poco/nada hay de ello.