Cary Grant, «bastante perjudicado», en una divertida secuencia, repleta de amor maternal, de este clásico de acción, suspense y comedia que sirvió de arquitectura estilística (y algo más) para la saga James Bond.
Reflexiones desde un rollo de celuloide
Cary Grant, «bastante perjudicado», en una divertida secuencia, repleta de amor maternal, de este clásico de acción, suspense y comedia que sirvió de arquitectura estilística (y algo más) para la saga James Bond.