Sublime momento en los altos de la catedral de Milán, tanto por el contenido dramático como por la forma en que se relaciona con el empleo del espacio, para esta maravillosa película de Luchino Visconti. Espléndido reparto (Alain Delon, Renato Salvatori, Annie Girardot, Katina Paxinou o Claudia Cardinale, entre muchos otros), música de Nino Rota y fotografía de Giuseppe Rotunno en una colosal obra maestra que, como todo clásico, pervive con toda la fuerza de su mensaje.
Mi querido Alfredo, ¡es una de esas películas que amo! Y Visconti un director del que creo que prácticamente he visto toda su filmografía… Bueno, siempre queda alguna en el tintero.
Beso
Hildy
Ay, esos amores… Visconti se lo merece.
Besos
Gracias a ti que he conocido esta película. La he subido a mi blog.
Hasta la fecha, la mejor película del cine italiano para una servidora. Desgarradora, tierna, hermosa, triste y durísima. Toda una sinfonía descrita por Visconti de la mejor manera posible. Con un Alain Delon que desprende una gran ternura, un Renato Salvatori visceral y genial pero, sobre todo, una Annie Girardot extraordinaria y doliente, protagonista absoluta de dos de las escenas más sobrecogedoras que se pueden contemplar en una pantalla y que no deben ser desveladas. En definitiva, una película magistral.
Saludos!!
Qué entusiasmo, Miriam… Tienes toda la razón. No sé si es la mejor, pero de las mejores. Y sobre un tema que permanece vigente, tal vez por siempre.
Gracias por tu comentario.
Saludos.