El cine sobre grupos de amigos constituye por sí mismo prácticamente un subgénero, ya sea en el drama o en la comedia. El cine italiano, en particular, manifiesta cierta predilección por las historias sobre hombres ya más que maduros que buscan en la pandilla, en la cuadrilla de amigos de toda la vida, un oasis en el que prolongar la adolescencia y escapar de las penurias e insatisfacciones de la vida adulta. En el caso de esta corrosiva obra del maestro Monicelli, el instrumento de la eterna juventud son las bromas pesadas, de las que las víctimas son siempre otros, a veces incluso desconocidos.
Esto también nos lo ha quitado el AVE…
Son como niños! Una buena
ostiazurra en el … u otras alternativas de ocio.Hay gente que no quiere crecer… salvo a lo ancho… 😀
Esta escena siempre, siempre, me arranca carcajadas: «¿pero qué haces, papá?» Es desternillante.
Luego ya viene la dureza, pero esta escena, para partirse la caja…. XDD
Un abrazo.
Claro, luego estas historias tienen su contrapunto amargo, porque no se puede ser un niño eternamente. Pero algunos de los momentos cómicos son gloriosos, como este.
Abrazos
¡No la he visto! Y cómo me gustan las películas sobre grupos de amigos… Efectivamente son un gran subgénero.
Besos
Hildy
Muuuuy recomendable, querida Hildy. No la dejes pasar. Mira, Semana Santa es un buen momento 😉
Besos