Aquí somos muy de Robert Mitchum, el gran cachondo del cine clásico de Hollywood. Ahora que parece que el verano ya ha venido para quedarse, lo celebramos echando mano de uno de los «clásicos» de este fenomenal actor y excelso intérprete de música tropical, Jean & Dinah. Temazo.
¡¡¡Marchando una de veranito alegre y con ritmo!!! Y con el actor de los ojos tristes y el hoyuelo perfecto… Robert Mitchum, forever.
Beso
Hildy
😀
Un grande. Un tipo genial. «Solo tengo dos maneras de actuar, con caballo y sin caballo». Un tío grande.
Besos
Que tal Alfredo!
Me encanta ese punto canalla que tiene…jeje
Por cierto, me estaba acordando de esas fotos de Mitchum entre rejas, habia sido por un asunto de posesión de marihuana, no?…
Venga, saludos y a disfrutar del veranito, eso si, con buen cine.
Correcto. Un episodio bastante poco importante, teniendo en cuenta de dónde venía Hollywood, y que el actor se negó a ocultar o a minimizar. La verdad es que parecía importarle un bledo ir a la trena unos pocos días por tal minucia. En fin, que es de mis favoritos, con un sentido del humor que es pura alegría de vivir, eso sí, desde el hieratismo.
Buen verano para ti también.
Este tipo es mucho tipo. Este tipo inspira para escribir. Escribir de cine es escribir sobre este tipo. Cuando en el cine desapareció esta clase de tipo el cine se esfumó, o ya no se puede escribir de cine si no quedan tipos como este tipo. Una vez escribí (también se lo he dejado al amigo Josep, que también acaba de escribir sobre este tipo).
Mirada soñolienta de párpados entrecerrados y mueca despectiva en los labios, a causa de los cuales las damas corrían el riesgo de desmayarse. El porte cansino y el comportamiento frío y desapasionado que parecen indicar que se trataba de un actor demasiado cansado o desinteresado como para poner nervio o vida a sus películas. Pero los personajes zarandeados por la vida y de vuelta de todo que solía encarnar eran hombres a la que numerosas noches de peligro y en vela han contribuido a alertar, hombres que conocen la necesidad angustiosa de la espera… de retornos constantes al pasado y con la experta mano de Mitchum, siempre un cigarrillo. Y en el extremo del cigarrillo, una cerilla. Y en el humo, el recuerdo.
No se puede escribir de cine sin tipos como estos.
Abrazos mil.
Este tipo es un tipo genial, querido Paco. Uno de esos grandes tipos que uno desea conocer y observar en todo momento. Hay una entrevista, ya mayor, con esas horrendas gafas ochenteras, en que contesta a la periodista todo el rato con monosílabos cortantes y sarcásticos. La última pregunta es «¿qué es para usted el sentido del humor?», y Mitchum contesta: «lo es todo». Y entonces se le ilumina la cara, sonríe y sus ojos chispean traviesos. Le ha estado vacilando toda la entrevista, nada de mala leche o de mal humor; puro vacile. Pero qué grande es. En otra de las preguntas la periodista se ha referido a su particular forma de andar: «solo intentaba meter tripa». Qué grande.
«Solo tengo dos formas de actuar, con caballo y sin caballo». Pero qué grande.
Abrazos