Hoy, en “Algunos buenos libros (I)” de la Revista Leer:
Descubrimos a Alfredo Moreno hace un año en la presentación, en la librería La Buena Vida de Madrid, del libro colectivo sobre Méliès editado por Libros del Innombrable. A Moreno correspondió aquella tarde explicar breve y eficazmente la figura del polifacético pionero del cine, inventor de su artesanía (aplicación de su condición de ilusionista), del pacto implícito, del shock latente, de la intriga al fin. Su elocuencia nos llevó a su blog, 39escalones, que es un alarde de conocimiento sin asomo de pedantería. También a su novela Cartago Cinema. Llega ahora Hermosas mentiras (Limbo Errante), que es una caprichosa historia del cine a partir de una serie de catas temáticas establecidas por Moreno. Un libro erudito y ambicioso que merece toda la atención de los amantes del cine que van quedando, y que casi siempre gustan de prolongar en la lectura el placer recibido de la pantalla. Pasión paralela e irresistible. Los libros de cine siguen enganchando, quizá porque, como dice Moreno en el prefacio de su libro, «escribir de cine es hablar de la vida, es jugar a explicarnos a nosotros mismos».
HERMOSAS MENTIRAS
Tópicos y clichés en el cine
Alfredo Moreno
Limbo Errante
Qué emoción, mi querido Alfredo, qué emoción…
¡Cómo me están llamando esas Hermosas mentiras!
Por cierto, ayer vi en preestreno The old man and the gun… ¡qué bien se ha despedido Redford de su personaje cinematográfico! Qué bien me lo pasé.
Beso
Hildy
¡Cáspita! Pues tomo nota. No esperaba yo gran cosa de esa, pero apuntada queda…
Besos!!
Me alegro a medias…porque tu blog lleva muchos años siendo referencia, y siempre aparece al teclear un título,… y debería ser mucho más conocido.
Gracias, Carlos. Bueno, Hacemos lo que podemos, y por gusto. Lo que venga por añadidura, bienvenido sea.
Lo que llegamos a necesitar el bue cine y los buenos libros que hablan de él. Últimamente leo más libros de cine que asistir a esas salas del demonio donde proyectan insultos a la inteligencia y a la emoción. Hoy la mentira es ir al cine. Ya no quedan, apenas salas, y los centros comerciales lo ha engullido todo, y allí se proyecta lo que interesa que vea el espectador engendrante de hijos, votantes de partidos agresivamente subnormales… y paro ya que me pongo de mala uva. Lo mejor: un sillón cómodo y un buen libro de cine, no sé, el de John Ford de Peter Bogdanovich o Billy Wilder, Nadie es perfecto de Hellmuth Karasek, El cine según Hitchcock, de Truffaut, o Hermosas mentiras, de Alfredo Moreno.
Más abrazos
En todas las mesas de las bodas o de las celebraciones colectivas hay un tonto: si a los cinco minutos no te has dado cuenta de quién es, el tonto eres tú. Así me siento yo mezclado con estos grandes en la misma frase…
Abrazos