Magnífica composición de James Horner para esta popular película de Jean-Jacques Annaud, adaptación de la novela de Umberto Eco, que refleja adecuadamente la áspera y sombría Edad Media que fotografía el gran Tonino Delli Colli. Ya hemos dicho en más de una ocasión que solo el final (no todo, sino el de la trama paralela que afecta al inquisidor Bernardo Gui) lastra la película e impide una valoración todavía mayor de sus grandes méritos, y que además es, probablemente, la película con más feos por metro cuadrado de celuloide de la historia del cine… La música de Horner se cuenta entre sus virtudes.
Totalmente de acuerdo, además de ser la mejor novela de Eco y la mejor película de Annaud. Annaud le atrae mucho la pestilencia humana: “En busca del fuego” y la horrible “El oso”. Después de tantos hedores se fue siete años al Tíbet y se aireó a base de bien. “… además es, probablemente, la película con más feos por metro cuadrado de celuloide de la historia del cine.” Ahí tenemos al gran Ron Perlman. A los maquilladores le encantan este actor porque no hay que hacerle nada en la cara, ni tan siquiera gastar una mota de polvo de maquillaje. Los que no creen que existió el Neandertal, el bueno de Perlman demuestra con creces, no solo que existió de verdad, sino que sigue existiendo todavía. Sin embargo, el siguiente eslabón de la cadena evolutiva es el Cromañón, reflejado a la perfección por Michel Lonsdale. Más sofisticado, pero todavía con espesas cejas y caminar simiesco.
“El nombre de la rosa” es una magnifica novela y siempre recomiendo el librito de los apéndices de este libro donde el autor cuenta sus andanzas y desventuras a la hora de alambicar esta obra maestra que tanto tiene que ver con Conan Doyle y Sherlock Holmes. Por algo el fray se apellida Baskerville. Y la película… un gran documento fílmico de la evolución humana con personajes reales.
Un abrazo y buen finde, amigo mío.
Cierto, tan holmesiana como borgiana (de Jorge Luis, no de César Borgia…). A Annaud le pierde el empeño por «hollywoodizar» sus películas. Le ocurre aquí, con el final designado para Bernardo Gui, que traiciona en parte el tema central de la novela de Eco (la Iglesia nunca pierde), y también en Enemigo a las puertas, su epopeya de la batalla de Stalingrado y el francotirador Vasily Záitsev.
Abrazos, y buen finde.
Se da la curiosidad que leí la novela dos veces bastante antes de ver la película: me la regalaron en versión catalán y en versión castellano y me gustó tanto a la primera que repetí y volví a disfrutarla.
Quizás por ello la película me pareció horrenda y no he vuelto a verla desde entonces.
Siento mucha curiosidad por ver, eso sí, la serie italiana en la que Rupert Everett hace de Bernardo Gui y John Turturro de Guillermo de Baskerville; espero que los italianos sepan defender el honor de Eco con más solvencia.
Y tienes razón: la banda sonora, buena. Probablemente, lo mejor de la pieza.
Un abrazo.
A mí me pasó lo mismo: tenía solo diez años cuando se estrenó, y no leí la novela por vez primera hasta los dieciséis o diecisiete. La película nos la proyectaron poco después en el instituto.
No conozco la serie (esa me la apunto, aunque no veo series ni por equivocación), pero la película no me parece para nada horrenda. Cierto es que poda demasiado y que descentra el tema de la novela porque lo vuelca todo en la acción y el suspense. Pero claro, no hablamos de Tarkovski, sino de Annaud.
Abrazos