El célebre John Barry pone la música de este clásico neonoir que elevó a Kathleen Turner a vamp oficial de los albores de la década de los ochenta. Una partitura que recoge la esencia tórrida, erótica y de fatalidad que reproduce esta historia criminal sobre pasiones incandescentes.
Si he de quedarme con dos bandas sonoras de Barry ésas serían ésta y la de Robin y Marian, muy por encima de la archifamosa de Memorias de África. Y si me dejaran elegir para reencarnarme en una mujer fatal en otra vida elegiría, sin dudarlo un instante, en la Turner de Fuego en el cuerpo. No se puede ser más sensual, ni tener más estilo, ni ser más embaucadora, ni más encantadora.
Mira que hay toda una galería de mujeres fatales que han impregnado el celuloide y fundido los plomos a más de un incauto que ha osado acercárseles… pues yo me sigo quedando con el personaje de ella. ¿Por qué? Pues porque al final se sale con la suya, jajaja.
Besos!
Ejem… Bueno, sí. Yo siempre he sido de Gloria Grahame, pero me vale. Ay, esas chicas fatales… Jane Greer retornando al pasado, entrando en esa cantina mexicana con ese vestido blanco… Y Gilda, agitando la melena y sonriendo… Y Ava, con Lancaster poniendo esa cara de panoli al reparar en ella… Qué chiquillas.
No sabría decir qué partitura de Barry me gusta más. Descartaría, eso sí, Memorias de África. Y no solo por la música; me parece una película profundamente reaccionaria dentro de su aparente belleza y sensibilidad. Una engañifa, vaya.
Besos (y bienvenida de vuelta; se te echaba de menos)
Es que me he pasado unos días de vacaciones, tostándome al sol… jejeje.
Jolín, chico, cómo coincidimos. A mí es que Memorias de África me produce urticaria y esa blandenguería pues, en fin, qué quieres que te diga, huyo de ella como alma que lleva el diablo.
Ya sabes que me va lo negro, los tipos duros y las mujeres con aristas. Si antes no mencioné a la Grahame (mi actriz favorita por excelencia) es porque sus personajes acababan como acababan. Si no….
Besos!
Claro, por eso te tuestas, porque te va lo negro…
Memorias de África es de esas películas tan tramposas en lo emocional que camuflan todo lo demás. Y se da igualmente la paradoja de que una película centrada en una mujer buena, sensible y cariñosa con los nativos, resulta ser rotundamente racista. Ocurre lo mismo con aquella de Richard Attenborough sobre Steven Biko, Grita Libertad, que al final no iba sobre Steven Biko sino sobre el periodista blanco que escribía sobre él.
De todas formas, el mejor personaje de Memorias de África es el de Klaus Maria Brandauer, el barón Brör Blixen. Su vida sí que da para un peliculón; aquí sale muy devaluado, apenas un vividor borracho y mujeriego. Que lo era, pero a su funeral acudieron decenas de sus amantes y todas tuvieron palabras emotivísimas para él. Algo tendría…
Besos!
La verdad es que el personaje de Brandauer siempre fue, para mí, sumamente atractivo (por más que Redford estuviera en su mejor momento físico).Las causas: que no esconde sus intenciones y no impone al personaje de Streep una vida ascética cuando él tampoco la practica. Él sí que podría decirse que es un bon vivant y no Redford.
Respecto a la pareja protagónica, para mí no sale bien parada ya que el director busca que el espectador empatice con ellos de manera artera y yo no dejo de ver a unos personajes sumamente hipócritas.
Besos.
Además, Brör Blixen tiene una biografía mucho más interesante, si nos salimos del romanticismo meloso y del sentimintalismo exacerbado de la película. Claro, tendría otro tono, otra forma, otro enfoque, para mí mucho más interesante. De ahí que eche de menos la película que no pudo ser.
Es que es complicado vendernos la moto de estos personajes, teniendo en cuenta que son colonizadores que van de lo contrario. La película da para mucho en la exploración de un asunto que me interesa, que es la pervivencia de las estructuras mentales, económicas, culturales, de la colonización.
Besos
¡Un canto a las mujeres fatales!
Qué lista más larga de personajes inolvidables.
Efectivamente durante los años 80 ya algunas mujeres fatales se salían con la suya…
Qué buena es Fuego en el cuerpo…,
Beso
Hildy
PD: yo soy de las pedorras que todavía se deja engatusar por Memorias de África. Qué se le va a hacer, me gusta el cine de Sydney Pollack.
Jajajaja… Vaya confesión de pedorrez extrema, así, en bruto… Bueno, yo ya digo en la respuesta anterior por qué no me convence. Pollack me gusta cuando me gusta, y cuando no, pues no. Me gustaría que hubiera hecho la peli sobre Brör Blixen, y no sobre ella y el guaperas de Denys. Aparte de que cuando ves las fotos del Denys de verdad, pues… En fin.
Ay, esas chicas malas… Ya lo decía Mae West: «las chicas buenas van al cielo; las malas, a todas partes».
Besos