Mis escenas favoritas: Doctor Zhivago (David Lean, 1965)

Una de las varias clases prácticas sobre el comunismo que contiene esta obra maestra de David Lean, basada en la novela de Boris Pasternak. Una secuencia con múltiples rostros reconocibles, de cinematografías diversas, que encajan muy bien todos juntos bajo el sello de Hollywood.

14 comentarios sobre “Mis escenas favoritas: Doctor Zhivago (David Lean, 1965)

  1. Esta secuencia es para un secundario, muy secundario de Doctor Zhivago… Klaus Kinski…, que lleva su tormento a todos sus personajes por mínimos que sean. Es una película de David Lean que siempre descubre sorpresas en cada uno de sus visionados, y es de esas producciones que no pueden separarse de su banda sonora. Un montón de momentos se quedan grabados en la memoria, y luego en cada visionado recupera los matices y detalles. Y tienes razón la galería de rostros es inabarcable, pero como dices todos encajan.

    Beso
    Hildy

    1. Volví a verla hace poco y sigue subyugando por completo. Posee algunos instantes emotivos, sí, pero también, en particular en su comienzo (la primera hora, aproximadamente), de un buen puñado de lecciones de cine, soluciones plásticas con una inmensa carga narrativa, con un valor dramático innegable que contribuyen a crear este estado emocional tan intenso que recorre la película sin perder pulso, que ya es mérito. Con todo, ¿cuál es mi personaje favorito? Komarovski (Rod Steiger), pura supervivencia, el trepa con más talento, en el antiguo y en el nuevo régimen. Pura filosofía de lo que son la política y el poder.

      Besos

  2. ¿Y cómo hacer Comunismo, o Anarco-Comunismo, que era la idea original? Yo no puedo dejar de admirar a Lenin, Trotsky y los otros líderes revolucionarios, (vale, a Stalin no lo incluiré porque supongo que dejó pruebas evidentes de inhumanidad, más que los dos anteriormente mencionados; al menos éstos intentaron adaptarse para detener la hambruna con la Nueva Política Económica, lo que quiero creer que demuestra que, de alguna manera, tenían un ideal más o menos humanitario, por encima del georgiano), porque intentaron hacer algo nuevo, y se atrevieron a ello, con todas las consecuencias, desde luego…Y si los hombres no somos capaces de hacer Comunismo Científico, menos aún somos de hacerlo Libertario.
    Pero claro, Holliwood no pueden hacer concesiones al Comunismo Bolchevique, (aunque esto lo afirmo sin haber visto la peli porque la supongo anticomunista, sin objetividad para lo bueno que pudieran hacer los mandos revolucionarios).
    carlos

    1. Bueno, Carlos, no creo que la implantación de una dictadura, del tipo que sea, ni siquiera acogiéndose (de boquilla, al menos) a los valores más encomiables, merezca medias tintas. Stalin era detestable por ciertas cosas, y Lenin y Trotski, por otras (y, en ciertas cuestiones, por las mismas). Y el zar y compañía, otro tanto. Personalmente, a mí el adjetivo «humanitario» me cuesta mucho asimilarlo ligado a ninguno de ellos, y, por tanto, los rechazo por igual. Finalmente, como toda ideología, pensada en abstracto, el comunismo no tiene en cuenta la verdadera naturaleza del ser humano y, como choca con la realidad, no tiene otra manera de imponerse que la dictadura y el terror, como fue el caso.

      En cuanto a tu último párrafo… Te sorprenderías las cosas que ha hecho Hollywood. Días de gloria, por ejemplo, o Estrella del Norte, películas pro-soviéticas durante la II GM (eso cambió, claro). En cuanto a Zhivago, recuerda que se basa en una novela que David Lean respeta en lo esencial; no es especialmente anticomunista, más allá de que, en efecto, sí retrata acertadamente la verdadera naturaleza de las personas y de los acontecimientos, y por tanto no maquilla el comunismo.

  3. Ya sabes que es fácil hablar a toro pasado…je,je,je
    Y, sin embargo, si se ha de hacer algo para salvar el planeta durante un poco más de tiempo, habrá que hacer Comunismo económicoen plan «científico», aunque no sea divertido. O reducir la Humanidad en un 75% para que pueda seguir con el consumismo capitalista otro poco más de tiempo…
    carlos

    1. Bueno, bueno, eso es una «boutade». Tú piensa, por ejemplo, que el comunismo económico conlleva, inevitablemente, la pobreza inmediata de la mayoría. El capitalismo ralentiza ese proceso de empobrecimiento y lo ciñe a un espectro social más reducido, aunque creciente si nos acogemos al neoliberalismo, es decir, un resultado casi similar. Habrá que inventar otra cosa…

      1. Pues pareces a tu «admirado» Churchill con esa primera parte de tu respuesta…je,je. De todos modos, todo da igual, qyr no hay otro futuro para la Humanidad que la suerte en la exploración espacial.

  4. Bueno, la miopía de Churchill en algunas cuestiones no quita para que alguna vez acertara. En cualquier caso, los libros de historia le dan la razón. En cuanto al futuro… Cada uno se engaña como quiere, ya sea un cielo «divino» o «laico». El futuro, la salvación… Simplemente, no existen.

  5. Llegó aquí con dolor de riñones. Qué viejo que estoy, leche. Echo en falta esos despertares empalmados. La cama parecía una tienda de campaña. Ahora, ya no. Voy al cuarto de baño y los problemas que tengo para orinar. He pedido día y hora para el urólogo. ¿Y qué coño tiene que ver todo esto con “Doctor Zhivago”? Ay, recuerdo cuando se proyectaba por la tele ese anuncio navideño de la lotería donde salía un calvo soplando en la nieve. ¿Lo recuerdas? Sí, hombre, aquel actor que, por contrato, tenía que pasarse el resto del año escondido para que naide, perdón, nadie lo viera. Pues bien, esa música del sketch publicitario que tanto animaba el ambiente era de la banda sonora de “Doctor Zhivago”, coño, o leñe, joder. Pero naide se dio cuenta. No me lo tomaba a mal, ni mucho menos; la gente joven se levanta empalmada de tal manera, que sus camas parecen tiendas de campaña y orinan la mar de bien.

    La gente hacía largas colas en las taquillas para ver “Doctor Zhivago” durante varios años sin interrupción. Quizá también se debió a la música, ya que el pegadizo tema central de balalaica compuesto por Maurice Jarre refleja muy bien la película en su totalidad: una ingenuidad inmensa al más alto nivel artesanal. Por cierto, me gustaría saber cuánta gente ha leído la obra de Borís Pasternak. Lo digo, porque se publicó, hace ya bastante tiempo, una magnífica edición especial en castellano sin el adulterio que sufrió la obra del pobre Borís en aquel país tan frío donde comen hamburguesas de carne de oso. Además, se reeditó el libro en bolsillo por cuatro duros. Ay, pero qué viejo me siento, tío. Si hoy hablo de Borís me salen que es genial la obra de Boris Izaguirre. Ya te digo, a ver qué me dice el urólogo respecto a todo esto. Y ya que estamos con el cine de David Lean… ¡qué gran tipo, joder! De vez en cuando me pongo “Lawrence de Arabia”, por cierto, ¿cuánta gente ha leído “Los siete pilares de la sabiduría” de T. E. Lawrence? El otro día vi un ejemplar en una librería de viejo por dos euros. ¿Por dónde iba? Ah, sí, que como me hago viejo, por las noches (los viejos dormimos muy poco) me pongo esa peli donde el desierto sirve también para reflejar el estado de ánimo del protagonista: si al principio de la película aún seduce romántico en tonos vivos amarillos, naranjas y rojos, con la creciente desilusión palidece en un blanco grisáceo calizo y acaba en un gris amarillento sucio.

    Abrazos mil.

    PD: Espero no perjudicar con mi comentario a las personas que creen en el futuro. A mí ya no me queda demasiado, sin embargo, queda todavía, mucho pasado por delante.

    1. Jejeje. Me gustará saber la opinión de tu urólogo sobre Doctor Zhivago… A mí el momento que más me gusta es cuando Lean hace coincidir la secuencia en que Komarovsky «fuerza» a Lara con la manifestación comunista, cómo la sangre derramada empapa la nieve blanca. Cómo se puede ser tan profundamente íntimo en una secuencia espectacular, donde la acción prima.

      En fin, la lotería ya no es lo mismo. Abrazos

    2. En estas cosas andaba yo pensando ayer, que si no tenemos remedio que si no hay futuro, Ya voy para vieja y la verdad aún no me resigno a despedirme de tener algun episodio salvaje antes de morir. de hecho tengo unos sueños super eroticos desde que como arandanos, o quizás sea la avena, no lo sé, en serio la vida onirica también cuenta, la política me parece super interesante porque no me interesa nada, no estaba equivocada cuando me instinto me decia que era una gran estupidez y que no teniamos remedio y sigo flipando como hay quien se mete en ese baile absurdo de filosofar para encontrar la forma de dominar el devenir de los pueblos, el libre almendrio, lo salvaje.

  6. Caramba con los arándanos y la avena…

    Pues la gente que se mete en eso de dominar a los demás, creo yo que es porque cree que no va a morirse nunca, o que las cosas siempre van a ser como él/ella los ha vivido o manipulado. Una idea bastante estúpida de la eternidad, que choca con la realidad efímera de las cosas. Una concepción absurda de trascendencia en un mundo que lo único que tiene asegurado es que tarde o temporano se irá al carajo.

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