Nueva entrega de la sección de cine en el programa La Torre de Babel, de Aragón Radio, la radio pública de Aragón, en este caso dedicada a cuatro películas que se encuentran entre lo mejor a la hora de reflejar la Edad Media en el cine, su espiritualidad, su orden social, sus conflictos bélicos o sus mitos y leyendas.
Efectivamente, como bien dices, la Edad Media no fue un período tan oscuro como la historiografía oficial nos pretende vender. Tuvo sus descubrimientos y el éxodo hacia Occidente por parte de los árabes, que fueron los grandes depositarios del saber antiguo (medicina, regadío y muchas cosas más), aportó su grano de arena. Cierto es que una de las tantas culturas peor y menos documentadas que tenemos es la visigoda. A día de hoy es, dentro del Medievo, de las más enigmáticas.
Maravillosas todas las películas que citas. Por cuestiones de memoria sentimental, una servidora vibra especialmente con Robin y Marian. Es un amor eterno el que siento por ella. Pocas me dejan con el corazón tan encogido.
Un beso.
Tiene luces y sombras, como cualquier otra época, pero me revienta especialmente esa percepción negativa, aunque sus motivos pueda tener. Particularmente, me impresiona contemplar los pocos restos de construcciones visigodas que quedan en su sitio. Hace un par de años, o más, estuve en Santa María de Wamba, que conserva un muro y una pila bautismal del siglo VI ubicadas en su espacio original (además de uno de los osarios más grandes de Europa, con cuatro mil calaveras y millares de huesos…). Me resultó especialmente emocionante.
Hay alguna que otra película «medieval» interesante, pero creo que estas captan magníficamente el clima, la estética o el pensamiento de mil años largos de esplendor y oscuridad.
Besos
Sé a qué te refieres. Yo experimento algo muy parecido cuando visito un yacimiento arqueológico o me abstraigo observando un vestigio del pasado. Es como contemplar siglos o milenios de historia y las gentes que los poblaron, sus vidas, sus costumbres… Hay algo muy cercano a la eternidad en todo ello y, a mí particularmente, me embarga una enorme emoción, esa emoción que supone el peso del pasado.
Besos.
Esos lugares tienen, desde luego, algo especial. Naturalmente, para quien es consciente, cosa cada vez menos frecuente.
Besos
Mi querido Alfredo, me falta El señor de la guerra, que no he visto. ¡Me la apunto! Y cómo me emociona siempre escuchar una de las declaraciones de amor más hermosas con esas palabras finales de Mariam a Robin: «Te amo más que a Dios». Los Vikingos forma parte de mis recuerdos de la infancia, y además está Kirk Douglas, que siempre ha sido motivo para mí para no perderme una película. Y, por último, recuerdo lo que me impactó Excalibur, y de adolescente la vi varias veces, pues fue una de las primeras que grabamos en casa en vhs… Algunas de esas cintas ¡tenían un tute de rebobinar una y otra vez!
Beso
Hildy
Ay, ese VHS de nuestras vidas… Cuánto provecho le sacamos (y algunos le seguimos sacando… Tengo un VHS montado junto al televisor, y otro en la recámara, sin estrenar, para cuando se me jorobe ese…).
Muy recomendable El señor de la guerra. Probablemente, la mejor película sobre la Edad Media. Puesta en escena, rituales paganos teñidos de incipiente cristianismo, un tratado sobre el feudalismo europeo… No te pierdas, si tienes ocasión, lo que Cirlot escribió al respecto. Brutal.
Besos
¡Tengo que escucharlo, que hecho de menos los programas radiofónicos!. ¿Y «El nombre de la rosa»? ¿o es de las que no te gustan por incidir en lo negativo de la Edad Media
Los hay viciosos…
No está incluida porque, en primer lugar, la película omite gran parte del contenido de pensamiento «medieval» presente en la novela, al reducir extremadamente en el montaje el meollo del relato, es decir, el encuentro entre los emisarios del Papa y los franciscanos y lo que de él se deduce sobre su época. En segundo lugar, por el final que se le da al personaje de Bernardo Gui (F. Murray Abraham), que es lamentable, una cuña hollywoodiense, una concesión comercial a la moral imperante que nada tiene que ver con la novela. En esta ganan los malos; en la película se empeñan en que ganen los buenos. Por eso no aparece citada.
Escuchado… Vaya, ya explicaste por qué no incluías El nombre de la rosa…siento haber insistido anteriormente. Y como no puedo escucharlo perfectamente, ¿el becario en El señor de la guerra es Esteven Spielberg? es que no se oye con claridad…
Efectivamente, el becario era Spielberg. Pasé por alto la cuestión porque, curiosidad aparte, no me interesa mucho ni iba con el tema del programa.
El nombre de la rosa aparecerá, sin duda, por otras causas (ya la mencioné en algún programa de la pasada temporada); volveremos sobre ella.