Jerry Fielding compone la música, de indudable aire mexicano, de esta monumental obra maestra de Sam Peckinpah. La golondrina es tal vez su fragmento más mítico, además del tema de apertura de la película.
Reflexiones desde un rollo de celuloide
Jerry Fielding compone la música, de indudable aire mexicano, de esta monumental obra maestra de Sam Peckinpah. La golondrina es tal vez su fragmento más mítico, además del tema de apertura de la película.
Y como soy así, sigo cantando mis amores, con ritmo musical. Si en la entrada anterior era Cotten, aquí ante un reparto masculino estelar maravilloso, mi corazón se queda al lado William Holden, otro de mis consentidos, con un montón de títulos que no me canso nunca de verlos. Tuvo una carrera larga con títulos imprescindibles. Fue despacito y con buena letra. No sabría quedarme con solo una película. Pero si en un reparto veo a Holden… ¡la repito o la veo seguro!
Beso
Hildy
Pues vuelvo a coincidir contigo, soy muy de Holden. Me cae bien, me resulta simpático. Además, es muy difícil que intervenga en una película floja o mala, al contrario, suele elevar con su presencia cualquier título, y los que son buenos, los hace estratosféricos.
Besos