Cine en corto: El televisor (Narciso Ibáñez Serrador, 1974)

Hubo un tiempo en que el cine influía positivamente en la forma de concebir y ejecutar la ficción televisiva, a diferencia de hoy, en que es la mediocridad de la ficción televisiva la que poco a poco ha ido impregnando de vulgaridad la forma cinematográfica. Si en España hablamos de ficción en el cine y la televisión es obligado reparar en Narciso Ibáñez Serrador. El televisor es uno de los episodios de la época en color de la serie Historias para no dormir, y resulta de lo más ilustrativa y premonitoria de lo que aquel, en principio, inocente aparatito lleno de posibilidades de formación, información y entretenimiento ha termiando significando en nuestra vida «moderna».

17 comentarios sobre “Cine en corto: El televisor (Narciso Ibáñez Serrador, 1974)

  1. Y tan premonitorio… La de pesadillas que tuve con este episodio, teniendo en cuenta que lo vi siendo una cría de no más de 12 ó 13 añitos. El shock que me provocó fue considerable; pasé un par de noches en las que casi no pegué ojo, dándole al tarro.

    Lúcida, descarnada y con una magnífica interpretación de Narciso Ibáñez Menta. Recuerdo, con diáfana claridad (y te lo digo sin haberla revisado desde hace años), el momento en el que el protagonista relata lo que ve y lo que siente a través del tubo catódico: la guerra, el horror, la barbarie, la maldad y la mentira que el aparato televisivo retransmite y lleva dentro. Esto sí que es terror en estado puro. Hoy en día, ni aún queriendo (y ni disponiendo de los medios o recursos económicos suficientes), se es capaz de transmitir un sobrecogimiento semejante.

    Tengo la firme convicción de que, en el cine de terror, cuantos menos recursos económicos disponibles (y con un casting completamente exento de estrellas o actores de relumbrón – y, en caso de ser así, actores de talento incuestionable pero totalmente fuera del mundo del papel cuché y demás memeces), más creíble y verosímil será y, por tanto, mayor será la eficacia con que se transmite el argumento de la película.

    ¡Besos!

  2. Comparto ese punto de vista. El terror está dentro de la cabeza, no fuera. Se fabrica ahí, es ahí donde vive con mayor intensidad. De ahí se deriva la efectividad de historias como Otra vuelta de tuerca (novela), Suspense (película), La maldición de HIll House (novela), Repulsión (película), El resplandor (película), etc. Precisamente, de la exploración de los difusos y neblinosos límites entre lo que inventamos. imaginamos y terminamos por generar nosotros mismos y lo que viene de fuera, por una fuerza sobrenatural o extraterrestre. Esto segundo, por definición, suele acercarse más a la fantasía, a la ciencia ficción, incluso a la parodia… Y, en efecto, la presencia de rostros conocidos o la excesiva explotación circense de lo visual puede resultar (aunque no siempre) contraproducente. La excepción, el terror clásico, el gótico. ¿Por qué? Porque el terror nunca es un fin en sí mismo, sino un vehículo para hablar de otra cosa. ¿Dónde se resume más y mejor esto que estoy intentando describir tan torpemente? En Frankenstein, de Mary Shelley, o en la película Remando al viento, de Gonzalo Suárez. El terror de verdad está en nosotros y en ninguna otra parte.

    Besos

  3. ¿Describir torpemente? En absoluto. Lo explicas muy bien y con muchísima sensatez.

    Recuerdo un día, hace ya bastante tiempo, en que tuve una pesadilla, en la cual era yo la que trataba de matar (a saber por qué) a mi familia. No recuerdo nunca haber tenido un sueño semejante: la posibilidad de que sea uno mismo el que siembre el mal, y no sobre cualquiera sino, precisamente (y he aquí lo terrible), sobre la gente que quiere. De ahí que pelis tan, en principio, dispares a este género (tales como El padrino – ¿qué es sino lo que Michael Corleone trae a su família más que la desgracia o el sufrimiento y, en instancia última, la muerte de su propio hermano? – o Lunas de hiel – la degeneración de una relación y su posterior desintegración personal pocas veces se ha tratado con tanta dureza y sentido analítico).

    ¡Besos!

  4. Veo queno he terminado la última frase. Quería decir, obviamente, de pelis como las que he citado, hagan se, siempre que las feo, me recorra un escalofrío por la espina dorsal.

    Besos!!

  5. Caray con la pesadilla, hala, matar a la familia, toma ya… Hazme un favor, no sueñes conmigo, por si acaso…

    Efectivamente, la tragedia nace cuando las acciones de Vito y Michael para «normalizar» a su familia en América, es decir, para aposentarla legalmente de pleno derecho, deben dar ese rodeo enorme por el mundo del crimen y la extorsión. La protección de la familia, el deseo de hacerla lo más convencional posible en el país de las oportunidades lleva dentro la semilla de la destrucción. Puro malditismo, fatalidad absoluta. Esa, y ninguna otra, es la razón que emparenta esta saga con el cine negro, por lo demás, tan distante en fondo y forma.

    Lo de feo no será por mí, grrr… Jajajaja, Seguro que te ha pillado en pleno escalofrío por la espina dorsal, y claro, así no hay quien escriba bien…

    Besos

  6. Tengo la sensación de que lo he visto. Tengo flashes en mi cabeza. Intentaré verlo. Y qué casualidad, la verdad, esta entrada. Tengo un libro que adquirí hace muy poco, me lo autorregalé, que se titula «El intruso electrónico. La TV y el espacio doméstico», que seguro terminaré haciendo de él una reseña. Su autor es Jorge Gorostiza, que además tiene un blog estupendo sobre cine y arquitectura. Y es curiosísimo, sobre cómo el televisor cambió el espacio doméstico y también el paisaje de las ciudades.

    Beso
    Hildy

    1. Interesantísimo tema, mi querida Hildy. Solo el hecho de cómo se cambian los muebles de orientación (especialmente la mesa y las sillas del comedor, los sillones…) para enfrentarse a la pantalla, es ya toda una revolución doméstica. Y si piensas en Orwell o en Bradbury, buf…

      Si no has visto este trabajo de Chicho, o no lo recuerdas, te recomiendo que lo veas sin demora. Esta televisión sí que tenía calidad.

      Besos

      1. Perdonad, chicos. Que no me había fijado en que Alfredo había colgado el vídeo de «El televisor» entero. Pero bueno, ya sabeis dónde están todos los demás…..

        Saludos.

    2. Creo Hildy, que desde hace unos años, si vas a la web de TVE ahí tienes colgados todos los episodios de «Historias para no dormir» de Chicho Ibañez Serrador, y supongo que este también. Me inforno que ya lo sabrás, pero te informo por si acaso. Yo lo sé, porque no mucho antes o después yo me gasté un pastón por conseguir la serie completa que, por cierto, estaba agotada, pero en un golpe de suerte el jefazo de «Vella Visión» encontró una caja de una edición especial con un envoltorio muy original con un estuche con hologramas (no sé si algún coleccionista está por ahí interesado) y me lo envió. Debía de ser por la época (poco antes o después) en la que los acabaron colgando todos de la web de TVE, pero yo no estaba informado…….
      Por cierto, si también estás interesada en esta temática de fantasía «fantacientífica» en la web de TVE también se puede ver al completo la magnífica serie «Historias del otro lado» de Jose Luis Garci. Lo digo para que te ahorres pasar por caja por «El Corte Inglés», que hace poco se vendía allí completa a doblón….

      Saludos a todos.

  7. Hola Alfredo!
    El talento de Narciso Ibañez Serrador nos proporciono cientos de horas de entretenimiento durante unos cuantos años. Recuerdo perfectamente esa cabezera, la de peliculas que descubri con aquel «Mis terrores favoritos».
    Por cierto, interesante el programa que le dedicaron en «Documentos/RNE» a la figura del maestro.
    http://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/documentos-rne-chicho-ibanez-serrador-maestro-del-entretenimiento-30-07-15/2778153/
    Saludos!

    1. Gracias, Fran, también por incluir el enlace. Al final, esto lo hacemos y lo enriquecemos entre todos.

      Es un personaje absolutamente imprescindible de nuestra cultura. Porque la televisión también lo es (o lo fue).

      ¡Saludos!

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