Dos momentos impagables de los muchos con que cuenta esta comedia de culto de los hermanos Coen que gira en torno a las tribulaciones de El Nota. Todo un personaje.
Reflexiones desde un rollo de celuloide
Dos momentos impagables de los muchos con que cuenta esta comedia de culto de los hermanos Coen que gira en torno a las tribulaciones de El Nota. Todo un personaje.
Siempre me acuerdo de las carcajadas que largamos en el cine (los únicos de todo el público) dos amigos y yo cuando Walter (John Goodman) quiere tirar las cenizas de Donny (Steve Buscemi) y por el viento le terminan cayendo en la cara a The Dude. Una película con mil (literalmente) escenas inolvidables.
La primera que ponés la recuerdo particularmente, además, por la música de Creedence.
Es un momento brutal de, en efecto, los muchos que tiene esta cinta. Fíjate que a mí, en principio, me cuesta entrar en el tipo de comedia que suelen hacer los Coen, es decir, la mera suma de personas frikis que se pongan a interaccionar entre ellas; me interesan más esos toques de comedia negra que salpican películas inicialmente más serias. Pero reconozco que este Lebowski es una pequeña debilidad, una película de culto personal y un referente continuo.
Y qué grande es Jeff Bridges. Cómo se mete en el papel de El Nota, de flipado de la vida. En los 90 hizo varios personajes (bueno, ya era bueno en los 70 y en los 80) que adoré: El Rey Pescador, el de Corazón roto y El Nota en esta película de los Coen, que curiosamente no es de mis favoritas de los hermanos, pero Bridges se sale. Hablando de los noventa, tengo que recuperar otra vez: Arlington Road, recuerdo que me dejó en el sitio cuando la vi en su momento, pero no he vuelto a verla.
Beso
Hildy
Sin duda, ha ido mejorando con la edad, como muchos otros, y en la medida en que le han dado cada vez más papeles para interpretar. Siempre es una presencia agradable pero ha ganado volumen y presencia con el tiempo. Y voz, sobre todo, voz. Aunque quien vea el cine doblado, por supuesto, ni se entera.
Besos