En estos tiempos de persecución inquisitorial, recuperamos uno de los más hilarantes momentos de esta magnífica comedia-homenaje bergmaniana de Woody Allen, todo un tributo a Fresas salvajes (Smultronstället, Ingmar Bergman, 1957) justo en el año en que se cumplía su 40º aniversario.
Qué ganas de volver a verla, mi querido Alfredo. No la recuerdo apenas, la verdad. Me ha encantado esta secuencia. Y qué divertida está Kirstie Alley, una actriz que ha sido muy desaprovechada.
Apetece reírse en estos días… porque hay tanto por lo que llorar, que un escape no viene mal. Siempre se ha dicho que el humor es un arma poderosa.
Beso
Hildy
Lo es, lo es, mi querida Hildy. Yo, a mi manera, estos días no salgo del cine. No se me ocurre nada mejor con que pasar el tiempo mientras llega lo peor y podemos vislumbrar una salida.
Cuídate. Besos