Take Me Home, Country Roads, clásico del malogrado John Denver (fallecido a los 53 años en un accidente aeronáutico cuando pilotaba una aeronave experimental), es el motivo musical de esta intrascendente comedia de robos dirigida por Steven Soderbergh, prematuro “nuevo genio” del cine en cuya carrera se alternan las películas interesantes con las naderías intrascendentes.
¿Y qué hace un cantante pilotando una aeronave experimental? ¿Es que no encontrarían a alguien más competente y especializado en la materia? ¡Anda, andaaaa…!
Bueno, era de su propiedad. Quiero decir que se trataba de un modelo no comercial.
¡Mi querido Alfredo, esta canción me trae recuerdos de infancia y adolescencia en campamentos alrededor de una hoguera y con una guitarrilla! ¡Me cantaban esta canción!
La película de Soderbergh, La suerte de los Logan, no la he visto. Pero, fíjate, no me importaría verla.
Lo último que he visto de Soderbergh fue “Efectos secundarios” y hubo de esta película bastantes cosas que me gustaron. ¡Y llévate las manos a la cabeza, pero también de los últimos trabajo me lo pasé bomba con Magic Mike! Es curioso que uno de sus actores fetiche ha sido sin duda Channing Tatum, y este no lo ha hecho nada mal. Por cierto Tatum ha desaparecido últimamente de las pantallas.
Beso
Hildy
¡Madre mía, mi querida Hildy, campamentos y hogueras! Soderbergh me parece irregular, pero no desdeñable. Algún bodrio se le escapa, pero en esa carrera en la que alterna producciones de Hollywood en sentido estricto con ramalazos de autor a la antigua es casi normal. Al menos es siempre un aliciente acercarse a lo que hace, por decepcionante que pueda ser, porque cuando le sale bien, suele salir muy bien. Tatum, en efecto, está en horas bajas, pero supo salir pronto del lugar donde pretendían confinarlo. Tal vez está pagando el precio de seguir su carrera según su criterio.
Besos